¡BIENVENIDOS A EL RINCÓN DE KEREN!
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MICRORELATO
Soy un espejo viejo. Nadie quiere reflejarse, ¿Para qué? Solo
es un objeto viejo carente de lo que llaman moda. Apenas se ve gloria. Soy un
objeto por el que han pasado distinguidas damas de la alta sociedad, guerreras,
hasta figuras de alto bagaje.
Una niña sentiría asombro pero cómo me he vuelto inútil, mi reflejo
tiene grietas, el oxido del engranaje a llegado a mi esqueleto, y no es cómo
eso que dicen los jóvenes ‘a la moda’ soy lo que llaman vintage; una forma sutil
de decir que algo es viejo, pero con cierto caché, estilo.
Ahora luzco en el despacho de un ejecutivo que me restauró.
Su ego, luce más bien por el bruñido que en un primer momento, se asomaba con
timidez. Donde palabras de aliento, tales cómo ‘Soy el mejor’, de primeras algo
tímidamente, se han convertido con el paso de los años, en un ‘estoy buenísimo’
‘Soy todo lo que necesito en mi’. Tal día se mudo y decidió venderme junto con
todos los enseres para poder arribar un nuevo lugar más amplio, pero si algo
tenía este humano, era que quería que trascendiera lo que él había experimentado
con el uso de mí.
Entonces, llegó al cuarto de una mujer empresaria, donde las
lágrimas primero bañaban los estados, donde con el tiempo, se convirtió en la premisa
de las mañanas ‘Soy poderosa así cómo soy’ ‘Lo estoy haciendo muy bien’ donde
elegantes trajes de pantalón y americana fueron sucediéndose al completar su ánimo,
decidiendo traspasar el legado de este a una prima, alegando cuanto le había
ayudado tenerme.
Hasta que finalmente, caí en la sala de alguien totalmente vanidoso, déspota, egoísta, con
falta de tacto, quien tal día descubrí que en realidad, poesía falta de ánimo, vergüenza,
falta de autoestima, mirándose con lástima en el reflejo, en cambio, tal como
estipula el contrato del que me posee, sintió más confianza. En cambio, para mi
sorpresa, le aplaudían por su labor al contar su experiencia con mi uso pero no
traspasaba el don de mi carácter, por lo que me vi obligado a reflejar su
fealdad para resaltar su humildad. En contadas ocasiones, realzaba su belleza
para darse cuenta de que la felicidad de las personas a día de hoy, es momentánea.
Finalmente fui vendido en una subasta, acabando en el almacén de un tipo muy
adinerado, quien investigando mi historia, me expuso en un gran museo donde las
personas pueden reflejarse por unos instantes y ver su verdadera naturaleza.
¿Quizás para unos soy objeto desechable o para otros un tesoro?
EL SIMBOLISMO:
¿Es el espejo quien dice la verdad? o ¿Son las personas? fuera de máscaras y podría dar lugar a que lo mágico sea en tanto que cómo fábula y advertencia adaptada a los tiempos en un marco en el que, la vanidad está en alza. Mientras que en la historia ha dado lugar a lo diabólico y al mito de Narciso mediante el reflejo del agua. Ya vimos algo parecido en uno de los posts del año pasado. Que no tuvo mucha audiencia pero que el relato me encantó crearlo. Ese relato se titula ...
¡SOBERBIA! Y PUEDES LEERLO AQUÍ EN ESTE ENLACE
REFLEXIÓN
No solo se refleja la belleza en este relato, el uso de lo viejo como algo obsoleto, en desuso, teniendo en cuenta que corren tiempos en los que la cultura de 'lo joven' hace mella en las vidas de los más jóvenes desde los veinte a los treinta y tantos en tanto que gentes de los treinta para arriba, cada vez están más obsesionados por el aspecto físico, por tener una buena apariencia. Contar con un espejo: Esto es lo que soy, esto es lo que puedo mejorar y lo que puedo transmitir a mi alrededor. Quizás, el dato más relevante es que, lo que se consigue, se comparte, como regalo de que el que ayuda a ser mejor persona, ya es mejor persona. Y el que sabe ver lo bueno que hay en uno para mejorar la vida de los demás, quizás tenga que ver con que, nos sentimos mejor cuando damos, cuando nos halagamos unos a otros y la obsesión, el despotismo, la envidia, la acaparación, lo mezquino, no tienen cabida en una vida donde los momentos felices, son a cuenta gotas. Y es precisamente, para hacer que perduren y que sean finitos, hacerlo tal que una cadena de favores. Sin esperar más que la otra persona esté bien.
¿Qué puedo decir de esas personas que se sienten feas o que no creen que tengan algo que atraiga? Mirar en el interior para saber, qué se te da bien, pasar tiempo sola/o, depender menos de la compañía, regalarte momentos de relax, porque de nada te servirá mucho trabajo, si no dedicas esos momentos a estar en paz contigo misma no haciendo nada o podría ser, pasear sola.
Y si todo esto no funciona, siempre puedes acudir a un profesional.
TE MERECES UNA SALUD MENTAL ADECUADA A TUS ESTADOS.
Como este relato guarda relación con un libro bastante poco conocido te hago saber que esta historia podría ser la del 'Espejo africano' de Liliana Bodoc y que puedes encontrar en el Barco de vapor. Historia que se remonta a los 1779 que no sigue una linea y cuenta el bien y el mal siendo escueta.
La obra puedes encontrarla en...ALIBRATE.COM y esta es su portada
A fin de cuentas, no hay más ciego que el que no quiere ver. Por lo tanto, uno ve lo que quiere. Pero lo que ofrece el espejo es la verdad. Al menos, la física.
ResponderEliminarHola, Cabrónidas!! Espero que estés bien. Sobre tu comentario, entonces crees como yo. El espejo, muestra el reflejo físico de lo que somos. Aunque muchas veces, nuestro visión de nosotros mismos, nos hace creer que somos mejores o por el contrario, lo peor; cuando no hay un arriba y un abajo. La vida nos enseña, mediante todos los sucesos que hemos ido aprendiendo como debemos ser, y es en base en como actuamos que así nos reflejamos en los demás. Aunque no se qué tengan que opinar, personas que para ellos, el físico lo es todo. Para mí, es una carta de presentación pero no es el todo. Espero, que comiences muy bien la semana. Gracias por el apoyo constante a mi blog.
EliminarA mí me ha encantado tu relato y el protagonista del mismo. Me remite al cuento clásico de Blancanieves y los siete enanitos y también es muy actual. Los valores hoy no están en el ser sino en el parecer, y el espejo no miente.
ResponderEliminarUn abrazo, Karen.
Hola, Maria Pilar!! Vivimos en un mundo donde se ha perdido las esas costumbres. Quizás un poco nos hace falta, ¿No? empezando por mi misma. De todo se puede aprender. Me alegra que te haya gustado. Pasa una agradable semana y gracias por pasarte por aquí.
EliminarMaravilloso relato, Keren.
ResponderEliminarHas tocado unos temas muy interesantes y que merecerían una gran reflexión.
La verdad es que el espejo da miedo, sobre todo, por las mañanas acabado de levantar. Y. como suelo decir a menudo, es demasiado sincero. Sin embargo, también es bastante subjetivo. Nuestros ojos no ven solo lo que refleja, también lo que creemos ver/sentir en ese momento.
A veces, vemos unos ojos tristes, cansados, melancólicos; otras, esos mismos ojos reflejan esperanza; la mayoría, vemos a alguien que nos parece extraño, distante, ajeno.
El espejo es bastante intrigante y si intentas mantener su mirada, la tuya, la reflejada, te verás obligado a apartarla. Al menos, a mí me pasa. Será que tiene tanto que decir que no queremos escuchar.
Por otro lado, vivimos en una sociedad de competitividad y comparación y en eso el espejo es bastante dañino. No queremos ser, sino parecer. No queremos ser buenos, sino mejores que los demás. Eso es muy dañino.
Ojalá un espejo que no solo nos diga la verdad, sino que nos enseñe a querernos más, por lo que somos, por lo que tenemos, por lo que podemos llegar a ser.
Enhorabuena por tu relato, buscaré ese libro que recomiendas.
Un Abrazo.
Hola, Jose! Poco puedo añadir con tan buena reflexión.Y es que además, nos toca una realidad que muchas personas por X acabamos desarrollando algunas de las ya mencionadas anteriormente. Creo que podemos sacar mucho de los libros que nos invitan a reflexionar, al menos, para generaciones venideras así como para nosotros mismos. Espero que te guste y me des tu opinión. Por lo pronto, me alegra que te haya gustado este relato y la reflexión, que tenía ganas de hacer desde hace algún tiempo. Gracias por pasarte por aquí, y dejar tu semillita. Un abrazo grandote.
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