Un día cualquiera.
Las nubes anuncian la llegada de fuertes lluvias primaverales. Hoy, no hace buen día pero una tranquilidad en mi hace que olvide lo difícil que fue este fin de semana lidiar conmigo misma, con el pasado y el presente, esperando buenos presagios para el futuro. Hoy, no quiero pensar, tan solo sentir que aunque la vida puede ser un tanto estresante por lo que nos exige, podemos acordar un momento para aclararnos, mirar hacia nuestros adentros, sin juzgarnos, siendo nosotros mismos, queriéndonos…
Nada puede perturbar tu calma cuando te reconcilias contigo mismo, ni nada ni nadie puede romperte, rasgarte, herirte… Precisamente porque sabes quién eres. Eres tú con tu locura, con tus ocurrencias, tu manera de actuar, tú y tus gestos con tu serenidad en los momentos adecuados y con ese corazón que no te cabe en el pecho.
Hoy, puede que empecemos a darnos cuenta que es mejor estar bien por ti, que por algo externo. Que es mejor aceptarse que lamentar o desear ser como otro u otra. Porqué así y todo con tus enredos sigues siendo tú.
Keren.