Si ella lo
hubiera sabido, si ella hubiera sido consciente de ello, su mundo hubiera
cambiado y por consiguiente, se hubiera tornado arcoíris y no sombrío, oscuro,
tenebroso o escalofriante. En su interior, poseía el don de aplacar las penas
de los demás y salir airosa de cualquier crítica pero en vez de eso las personas que no la
conocían la hacían creer que el motivo por el cual ella no tenía compañeros,
era simplemente, suya.
Se formaban
corrillos alrededor de ella, para recordarle, que no estaba bien vista en este lugar,
en ese castillo enjaulado, con aquellas aulas repletas de desalmados que lo
único que querían, era estar por encima de cualquiera que destacara en algo.
Podría haberse
doblegado, haberse hundido en un mar de lágrimas, haberse culpado durante toda
la vida de lo que tuvo o debía hacer, pero decidió hacer su vida lo más
confortable que pudo. Quizás no fuera todo como ella quería pero lo intentó.
Ella solía anotar
en una libretita a boli, todo lo que por su cabecita se le ocurría y solía pensar,
que quizás, no podría perdonar todo lo que aquellos monstruos hicieron de ella
por un tiempo, pero quizás y solo quizás, podría escribir todo aquello que
sintió. El movimiento de sus entrañas, la desgana con la que vivió aquella
época, el miedo en sus carnes y tal vez pudiera escupir con letras, al dolor.
Aquella chica,
creció, formó su familia y se enamoró de un hombre que la amaba con locura, con
sus más y sus menos, pero lo que estaba claro es que los dos querían cuidarse,
respetarse, mimarse con cariño, aconsejarse, vivir juntos la vida y envejecer
como la mayoría de los seres que vivimos en este planeta, solo que con el matiz
de que, ella, decidió darle una oportunidad a su vida, a pesar de todos los
altibajos acontecidos.
Aun con todo, su
vida, aunque tiene motivos para estar orgullosa, la llamada del pasado toca su
puerta para recordarle que aquella chiquilla que fue, debería haber florecido,
¿Por qué ellos sí y ella no? Era la pregunta que siempre solía hacerse.
Lo que ella no
quiere entender, es que aquello forma del pasado, había emergido una mujer
fuerte, que sabía lo que quería, ¿que importaba que no volvieran aquellos años?
Si lo piensas bien , mejor que no vuelvan , ¿no? Ahora tiene toda una vida para
hacer todo lo que ella quiere a su manera, del modo que mejor se adapte a ella
y sin importar todo lo que ocurriera. Hay un nuevo lienzo, u hoja de papel, para
dibujar, exactamente lo que le apetezca.
Buen escrito sobre dejar atrás el pasado y mirar hacia el futuro y lo que se te presenta. Eso si, no mires demasiado hacia adelante. Enfócate también en el presente con esfuerzo y podrás crear un mañana más sólido.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Roger! un saludo!
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