Aquella chica, tenía una actitud ante la vida, admirable,
aunque por dentro se estuviera rompiendo, aunque ella en su interior, casi
estuviera de rodillas esperando un rayo de luz, ella siempre echaba hacia delante,
como jamás lo vi en cualquier persona. Lo cierto es que por aquella época apenas
tenía 23 años y nos llevábamos casi como hermanas.
Aquella chica, pasaba por
una época más bien mala que no se la deseo a nadie. Sin embargo, ella sacó garra y lleva
un porrón de años con su pareja a la que
ella quiere con devoción y él a ella.
Aquella chica y yo, finalmente por culpa de una tercera
persona a la que no pienso nombrar porque no lo merece, hizo que nos separáramos
y pensáramos mal de la otra, en definitiva, que discutimos y nos distanciamos
perdiendo así nuestra estrecha amistad.
Casi más de 3 años después, por cosas del capricho, nos ha
juntado otra vez y volvemos a compartir con nuestras parejas momentos inolvidables.
Es admirable como se aman esa pareja, a pesar de todas las adversidades,
la enfermedad, y las amistades. Siempre han estado juntos y ahora se adoran más
que cuando se conocieron. Ella siempre preocupada por él, y el siempre haciéndole
detalles. Que queréis que os diga, es adorable ver como se aman y se defienden
el uno al otro sea quien sea que les ponga una traba. Se defienden con carne y
uña. Y eso, es de mucha honra.