¡Hola mis lectores y seguidores!
Las mañanas tempranas van
acompañadas de un sueño que nos da algo de pesadez en el cuerpo y que conforme avanza
el día, nos hace estar más en sintonía con nuestra jornada.
Me decido a hacerme un café que
acompañe este pitillo, pero mientras realizo las maniobras adecuadas para hacer
ese merecido y deseado café, mi mente empieza a hilar pensamientos
contradictorios que no forman parte del brebaje.
¿Cuántos de nosotros hemos
sufrido tanto que hemos imaginado, creído o supuesto que nadie más habrá
sentido del mismo modo que nosotros o tan si quiera algo parecido? Seguramente la
parte que más cuesta recordar es como hemos conseguido llegar hasta donde
estamos.
Si echamos la vista atrás, hemos
estado en algún momento de nuestras vidas en constante sube y baja o lo que es
lo mismo y me gusta decir mucho, cuando estamos en lo más bajo, resurgimos de
la nada y brillamos por nuestra propia luz. Sin en estas bajas, no estaríamos hoy
disfrutando de nuestra bebida junto con una melodía que nos evoca una especie
de alegría. Digámosle que para algunos es nuestro ritual para empezar bien el
día y de ahí continuar con la misma vibra todo el día y cuanto más se prolongue
más duradero será nuestro buen estado de ánimo.
Imagen de Manu Camargo
Las mujeres nos maquillamos y nos
inyecta de una alegría que nos transporta y nos eleva por todo el día hasta los
últimos rayos de sol haciendo de nosotras nuestro pequeño ritual antes de salir
al mundo.
Antes de salir a bailar, nos ponemos
nuestras mejores galas pero no conformándonos con eso, nos volvemos a maquillar
para una mejor conexión con la música que nos habremos puesto previamente ¿todo
es como un gran ritual del que invocamos para el buen augurio o es quizás nuestra
quimera?
Si nos vamos al tema de la suerte, quizás, encender una vela blanca, de canela o miel para continuar con ese.. .¿"ritual"? ,¿augurio? o ¿quimera?