- ¡HOLA, mis seguidores, lectores habituales y nuevos lectores!
- Buenas tardes querría un té
- -¡aquí tiene su té!
- - ¡Hmmm qué rico que está… ¡
- -¿Me encanta el sombrero que lleva usted puesto
es de diseño?
- - Me lo regaló mi marido
- - ¡Es súper precioso!
- -Gracias, este té está buenísimo
- -Gracias
- - ¿Le gustaría jugar un rato encima del caballito?
- -¡ Sería genial!
- - Hihihihihi! ¡Corre caballito! ¡Corre!
- -¡Nadia! ¡Es la hora de comer!
- -Lo siento Betty mi mamá me llama para ir a
comer, ¿nos veremos pronto?
- - ¡por supuesto que sí!
Nadia sale escopeteada a saltitos de su cuarto en dirección
al comedor allá donde está su madre:
- -¿Con quién hablabas Nadia?
- - Con mi amiga Betty la de la tetería
- -Así que Betty tiene una tetería …
- -Sí mamá, y tiene un caballito que cabalga. Se
llama Fénix
- -Ja ja ja ja y ¿te lo has pasado bien?
- - Si mamá , siempre me lo paso bien con Betty
Aunque éste gesto de Nadia es de lo más normal a sus cinco
años hay niños que sufren precisamente lo contrario, la negación a tener un
amigo imaginario por parte de los padres. Los niños, niños son, y es
precisamente por eso que desde mi punto de vista hay que dejarles ser lo que
son, niños.