De la ciudad del amor, a la Toscana (capítulo final)


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...Kate acomodó en la arena una jarapa vieja en la que poder disfrutar de la lectura. Hacia algo de viento pero no le impidió hacer su cometido. Primero, miro la portada del libro, después la contra portada y comenzó su lectura. Estaba tan ensimismada que no notó la presencia, a lo lejos, de los paparazzi. Hasta que pasadas unas horas un fotógrafo se acercó lo suficiente como para que ella pudiera notar su presencia. 

Aunque en ese momento no le importó demasiado, ese día en la playa seria crucial para el resto de su vida. 

Es lunes por la mañana, Kate ha bajado al quiosco de la esquina a por algo dulce y  algo de prensa. Su sorpresa no es precisamente agradable. Todas las portadas de las revistas de corazón aparecen con una foto de ella en la playa con el titular: “ ¿Dónde está el príncipe azul de la millonaria?” 
Kate se muere de la vergüenza y algo de rabia le invade. Al llegar a su puerta, una manada de periodistas han dado con el apartamento de la chica, que ahora intenta, como puede, traspasar la muchedumbre de fotógrafos. Suena su teléfono móvil. Le llegan decenas de mensajes. Ella no hace caso a ninguno y llama a su madre:

               - Mama, ¿lo has visto? 

             -   Sí Kate, no te preocupes. Llevo el manos libres, en unas horas estoy en tu casa. No salgas a menos que sea de fuerza mayor. 

          - Pero mama, dejé estrictamente claro a todos los medios, que no quería ni prensa, ni fotógrafos durante mis vacaciones. ¿Qué ha pasado? 

              -      No se hija, ya sabes cómo va esto. Una vez sales en todas las portadas y otras parece que ya se han olvidado de ti. Esto pasará, como todo. 

              -      No estoy tan segura.

              -      Tranquila, ya voy para allá. Nos vemos en media hora. 

              -      De acuerdo. 

En un quiosco de Barcelona un muchacho escoge una de las revistas en la que aparece Kate. Va acompañado de su amigo: 

               - Me cago en … - musita el muchacho 

               - ¿Qué ocurre? 

               - ¡Es ella! Ahora estoy más cerca de encontrarla.

            - Así que tu gran amor es famosa… y por lo que veo también es millonaria. – y añade – ¡Vaya ojo tienes tío! Tu sí que sabes Romeo- bromea 

               - No es lo que estás pensando.- advierte

               - Ah ¿no? Y ¿entonces? 

            - No tengo por qué darte explicaciones. Ahora sé que lo más probable es que la prensa la busque como lobos en busca de carroña. Es imposible acercarse sin que haya alguien mirando. 

               - ¿Y que vas hacer?

               -  Esperar.

Tocan al timbre de casa de Kate y es su madre. Le abre la puerta, charlan durante horas, su madre la tranquiliza y deciden pasar la tarde juntas. Su madre insiste en que no salga del piso pero Kate se niega a dejar de hacer vida normal debido a sus terribles ganas por disfrutar de sus vacaciones pero con algo de enfurruñamiento cede a la decisión de su madre. 

Han pasado tres meses desde el incidente con la prensa y todo está más tranquilo. Llegaron a insinuar barbaridades sobre ella, a realizar tertulias la que no participaba y se la mencionaba haciendo referencia a porque algunas personas preferían la soledad. Unas veces aparecían rumores de que había encontrado pareja, otras que no necesitaba una pareja para ser feliz y así , durante tres largos meses en los que para lo único que salía era para recoger la prensa y mirar por la ventana. 
Suena el teléfono, es un amigo de Kate, Shawn. Hablan sobre lo ocurrido estos meses con la prensa y quedan en verse en un sitio discreto para retomar la amistad. Aunque Kate y Shawn son amigos inseparables nunca hubo nada entre ellos. Siempre fueron buenos amigos que se comprendían y se apoyaban. Kate, era demasiado ingenua como para tan siquiera darse cuenta de que por poco que fuera, su amigo de hace tantos años, sentía algo por ella. Por lo que ella siempre le ofrecía, era su mejor sonrisa , sus problemas y prácticamente siempre que podían quedaban para tomar algo y ponerse al día. 

Kate se arregló lo más discreta que pudo. Aunque luciera lo que fuera. Ella de por si, era llamativa y el hecho de ponerse unas gafas de sol para ocultar su rostro la hacía aún mucho más llamativa. Decide no ponerse gafas de sol. No pasaba desapercibida con el Mercedes BENZ pero como aun conservaba su Renault 21 con un poco de suerte nadie repararía en que era ella. 

Conduce una hora hasta un pueblecito de la zona, donde Shawn la espera en un bar modesto. Shawn le da dos besos y se sientan. El pide una cerveza y ella una Coca-Cola light. Hablan de sus vidas, de lo ocurrido, del tiempo que ha pasado que no se veían… se hacen las doce de la noche y deciden seguir la charla otro dia. Salen a la puerta y Kate tiene la impresión de que la están siguiendo. Ha visto varias veces pasar un Peugeot negro allá donde ella va y Shawn se ofrece a acompañarla a casa para su tranquilidad. 

Llegan a casa, se despiden y todo queda en una quedada formal entre amigos. 
Los días posteriores, los pasa con Anabella, la vecina del cuarto, que anda apurada con  problemas matrimoniales, separación, custodia de los hijos y demás. Se apoyan mutuamente y Kate decide hacer una quedada los tres. Shawn , Anabella y ella para que su vecina se olvide un poco de todo el drama matrimonial. Pero eso sería otro viernes cualquiera. 



Es martes y Kate sigue haciendo sus habituales salidas , sin presencia de los paparazzi, pero con la sospecha de que alguien la vigila. No obstante, se niega a dejar de hacer vida normal, por lo que no le cuenta nada a su madre. 

Llaman al portero. Es un repartidor que dice que viene a entregar unas rosas para Kate Olms. Le da al interruptor para que suba hasta el tercer piso, que es donde reside ella. Firma un albarán y Kate lee la nota que acompaña las doce rosas rojas.  Dice así: “ Tan solo fue una noche, tan solo fue instante pero para mí fue tan maravilloso como podrían llegar a ser que te gustaran estas rosas” con el remitente : “Un humilde servidor que hoy se acordó de ti.” 

Kate no sabe, ni se imagina de quien pueden ser y por un momento imagina que podría ser el muchacho que se encontró en aquel bar, pero rápidamente aparta esa idea de la cabeza cuando vuelven a tocar al timbre. Esta vez, el de la puerta de su casa. Es Anabella:

               - ¡Hola guapa! Vengo a echar el cafelito de las doce contigo… - dice como cada mañana desde hace ya dos semanas. 

               - Sí claro, entra. Voy a poner en agua lo que me han traído. 

             -        ¡Caray chica! El chico que te ha enviado estas rosas debe estar loquito por ti. ¿Quién es? Que calladito lo tenías… ¿eh? – dice con énfasis

          -     No… no es lo que piensas. De hecho no tengo ni idea de quién pueden ser. Por un momento pensé que podrían ser del chico del que te hablé hace unos meses…. :

             -      ¡Tía! No me digas que estas saliendo con ese chico que tanto tilín te hacia … - bromea sin dejar de sonreír 

         -     Anabella… que nos conocemos y lo tergiversas todo… - la interrumpe y añade – Además, ese chico , no tiene ni mi número , ni mi dirección. No sabe nada de mí. –dice con algo de timidez 

          - ¿ En qué mundo vives Kate? Hoy en día cualquiera puede saber de alguien con tan solo mirar el Facebook. Pero que si quieres que te dé mi opinión… es muy romántico por su parte. Claro que todo son rosas al principio hasta que te la meten y te dejan preñada de cuatro hijos y se echan novia más joven que tú. – dice con la mirada puesta en el ramo. 

        - Ostras… no sabía nada. Lo siento mucho Anabella. Los hay que no deberían de poner semillas a nadie. – dice asqueada. 

          - Sí, anoche me encontré en su móvil, por casualidad, una foto de una muchacha más joven, rubia, con más pecho que dientes y aun con todo me lo negaba. Pero que ya no quiero pensar más en él. Le he echado de casa y ahora me toca vivir a mí. 

        - Jajajjaja!! eres un caso Anabella. Yo en tu situación, no sé qué hubiera hecho, de verdad. Eres una tía con un buen par. Ole tú! 

         - Me enviaste un mensaje para ir a cenar el viernes ¿verdad? Podríamos ir a ese bar…. – dice con pedantería

         - Hmmm… te refieres… donde conocí a ese chico ¿no? 

        - Exacto. Quizás , con un poquito de suerte … quien sabe si… os volvéis a ver. – arquea las cejas mientras deja soltar una sonrisita y añade – ya de paso bailamos y si cae un mozo para mí , pues habremos completado la noche 

         - Jajajajajja!! – ríen al unísono con complicidad 

Anbella y Kate continúan la charla hasta que la vecina y amiga decide irse a casa hacer sus quehaceres e irse a trabajar mientras Kate recibe la llamada de Shawn, hablan de cosas sin sentido , rien y Kate le recuerda la cita pendiente con Annabella y ella. Hablan unos minutos más y cuelga. 





Por las calles de Barcelona dos jóvenes pasean mientras fuman un pitillo: 
  
            - … ¿Crees que ella sabrá o se imaginara que has sido tu?  - pregunta extrañado

          - No es eso lo que pretendo. Sino más bien que le venga mi imagen a su memoria y estoy seguro de que pronto coincidiremos en el mismo lugar donde sucedió todo.

            - ¿A sí? Y ¿ como lo sabes? Don juan … - dice con rintintín 

          - Porque he estado hiendo todos los días al bar donde nos encontramos la primera vez sin suerte, pero se de sobras que después del reciente regalito, estoy más cerca de mi objetivo de lo que parece. 

           - ¡Caray! Si consigues algo con ella, espero que no sea tan costoso como lo haces solo para encontrártela porque… ¡tela marinera tío! Con lo fácil que sería plantarse en su casa … - dice de mala gana

        - Hay que ser paciente melón- dice con una sonrisa de oreja a oreja mientras se alejan , mientras los cigarrillos se consumen …




Es viernes por la noche, Kate y Anabella están cenando en un restaurante mientras hacen tiempo para ir al bar donde Kate conoció a ese misterioso muchacho y esperan a que Shawn aparezca para tomar unas copas con ellas: 

           - Yo si fuera tú , estaría como un flan por la posibilidad de volver a encontrarme con ese don juan- dice Anabella con excitación 

          - Ya , pero es que ¿no ves que diciéndome eso , no lo mejoras precisamente?- dice mientras ríen 

Cenan un primer plato y el segundo y cuando están a punto de servir el postre, aparece Shawn por la puerta con unos pantalones vaqueros, una camisa oscura, y unos aires de muy buen ver. Es entonces es cuando Annabella le susurra algo a Kate: 

        - ¡No veas como está tu amigo nena!- dice mientras las dos intentan disimular y se sienta Shawn al lado de Annabela.

Kate los presenta y se nota que a Shawn no le ha sido indiferente Anabella. Charlan, hay coqueteo, muchas risas y buen rollo. 

Una vez están en ambiente, deciden andar a cuatro calles más allá. A el tan mencionado bar, el Middlemoon Club. En la puerta están dos gorilas que hacen su habitual registro a todo aquel que no presenta una vestimenta adecuada, o parece sospechoso. 

Kate está deslumbrante con su falda ajustada, una camisa que deja entrever sutilmente su canalillo y una melena al vuelo que deja a cualquier hombre boquiabierto. 
Cuando les hacen pasar, uno de los gorilas les invita a una botella del mejor champagne , un poco por que le ha gustado Kate, otro poco porque la había visto meses atrás en las revistas del corazón. Kate, es cortés, no dice nada, solo sonríe y entran los tres a disfrutar de la noche. 

Mientras bajan las escaleras observan el ambiente, se familiarizan con las canciones que suenan de fondo y escogen una de las butacas VIP que el gorila ha encargado para ellos tres. Con que para su sorpresa, hay un chico al que no consigue ver la cara Kate. Por un momento su corazón se acelera y danza casi al compás de la música que suena. Toman asiento, ella mira disimuladamente y, comprueba que sí, es él. Está sentado ahí mirando a la muchedumbre mientras ve cómo apaga el cigarrillo con esa manera suya tan característica. << ¿Cómo poder olvidarlo?>> piensa ella para sus adentros. 
Shawn observa de vez en cuando a Kate de reojo, sin que ella se dé cuenta, Hasta que Kate decide unirse a la conversación entre Anabella y Shawn con la intención de disimular. 

Pasados unos minutos, el chico ya ha localizado a Kate sin que ella se percate. Esta vez, se acerca sigilosamente a los asientos VIP donde se encuentran ella y sus amigos, pero uno de los seguratas le sujeta en señal de que no puede entrar más allá del cordón rojo. Kate sonríe disimuladamente mientras Anabelle le da un codazo a esta y le susurra: 

               - ¿Es él? Seguro que es el. – dice con asombro 

               - Sí que es el – le susurra Kate 

            -     ¡A por todas, mi niña! Pero esta vez averigua un poco más de él. – le guiña un ojo y sigue hablando con Shawn que no se pierde nada lo que sucede con disimulo.


Kate  hace ademán de que es un amigo al segurata y este le deja entrar para sentarse junto a ella: 

               - Nos volvemos a encontrar- dice sonriendo de oreja a oreja mientras Kate no dice nada 
Anabella lleva a Shawn a la pista a bailar para que puedan hablar con algo de intimidad aquellos dos. 

Es entonces cuando el muchacho la coge de la mano a Kate y le susurra: 

          - “Tan solo fue una noche, tan solo fue instante pero para mi fue tan maravilloso como podrían llegar a ser que te gustaran estas rosas”- dice con la voz grave

 Kate queda sorprendida, pero logran contener su emoción y con una media sonrisa le susurra Anabella: 

           - ¿Ahora resulta que persigues a las mujeres? – dice para sonsacarle que ha sido él  el de las rosas

       -   Si me gustan tanto como me gusta una que yo  me sé , le regalo hasta flores. – dice acercándose cada vez mas a ella. 

            - …Y ¿no será por casualidad doce rosas, verdad?- dice sarcástica

       
       - Está bien , me has pillado. ¿Qué tendría que hacer para que me acompañes fuera un momento y charlamos? 

Anbella osbserva como los dos se acercan cada vez más el uno al otro mientras Shawn le susurra algo a Annabella. Kate y el misterioso chico se van. Kate mira a su amiga. Ella le guiña un ojo y los dos se esfuman. 

Caminan durante largo rato en silencio hasta que Kate dice: 

         - ¿Se te ha comida la lengua un gato?

         - No, ¿Por qué?

         - En el local no parabas de hablar y ahora … 

         - Lo que pasa es que ante tal belleza, uno queda mudo. 

        - ¡Zalamero…!- grita ella mientras él la mira como si se la fuera a comer de un salto. Pero a Kate de hecho, le encanta. 

       - Ahora en serio- dice mientras la coge de la cintura y quedan parados bajo la luz de una farola- Estos tres meses, me han parecido tres años. Que debería hacer este pobre loco para conseguir tu numero? – dice mientras se acerca con cuidado a sus labios y en ese momento… se suman en un beso apasionado con fogosidad.

Se cogen de la mano y continúan caminando. Llegan a un parque en el que se sientan a conversar y él le dice : 

        - ¿Quieres que quedemos otro dia?- dice desarmado por el beso.

       - Puede que si, puede que no… - juega ella

     -       No seas mala, tan solo quiero una cita. Después de esto te dejare ir. Prometo ser bueno. – bromea

      -        Ah! , o sea que ¿solo me querrías ver un solo día?

     -      Si es contigo hasta el fin de mis dias pero comprendo que no nos conocemos lo suficiente…. Por cierto, mi nombre es Jhon. 

     -      Mi nombre es Kate.- dice mientras su corazón se sumerge en la más completa alegría por al fin darle un nombre a su amado, pero no dice nada más. 

    -     Precioso nombre. Entonces… ¿qué me dices?- dice mientras la mira a los ojos y ella queda anonadada por tales luceros.

Kate saca una tarjeta de su bolso y se la introduce en el bolsillo de su chaqueta. La cara de el es de embobado y se vuelven a besar como si no hubiera noche, como si no hubiera día , charlan, pasean y conversan sobre la primera vez que se vieron, sobre varios temas más, hasta que el la lleva a casa en coche y se despiden en la puerta de casa donde se dan un ultimo beso para sellar la noche como se merece. Le llega un mensaje al móvil. Es Anabella. Ella y Shawn siguen la fiesta por Barcelona. A Kate no le sorprende que hayan hecho tan buenas migas. Se acuesta con la imagen de Jhon en su cabeza, sus labios, sus ojos… y se sumerge un sueño profundo. 




Kate se despierta y espera pacientemente a que Anabella toque el timbre de su casa, pero no aparece, y así durante casi dos semanas. La vecina y amiga no aparece y no sabe nada de ella desde aquella noche en el Middlemoon Club, hasta que una mañana, bastante temprano, recibe un mensaje de ella en el que la cita en la puerta de su trabajo para ponerse al día. Ésta le cuenta como Shawn y ella han congeniado. Kate le habla de Jhon y las dos tienen esperanzas de encontrar de nuevo el amor. 
Durante el penúltimo mes de las vacaciones de Kate, Jhon y ella han quedado todos los fines de semana. Han ido al cine, han ido al Parc de la Ciutadella, han ido al museo, a la playa, a cenar o a comer. Todo marcha como lo imaginaba ella pero la última noche antes de que Kate se marche a Francia para comenzar de nuevo con las sesiones de fotos. Jhon se muestra distante. Es por eso que Kate comienza a pensar que es tan solo un amor de verano y marcha a Francia con la intención de que en su regreso, de fin con a lo que habían comenzado.

Kate está en el Hotel France Eiffel. Recibe un nota la última hora de la tarde noche con un ramo de rosas y un peluche en el que reza: “Las noches pueden ser como cualquier otra pero estando en Francia, la mejor noche la quiero pasar contigo” bajo el remitente: “John Smith”. Kate llama a Anabelle para contarle que Jhon había viajado de Barcelona a Francia. Ella le cuenta que se ha pedido unas excelencias en el trabajo y que está pensando en irse de vacaciones. Charlan largo  y tendido y sobre las nueve, llaman de recepción comunicando que un tal Jhon Smith la espera en el restaurante a las diez para cenar. Confirma su asistencia y como han acordado, cenan juntos. 

Aquella noche pasean por las calles de Paris. Son confidentes el uno con el otro. Se cogen de las manos, se besan con fuerza. Y Jhon le cuenta que estuvo hablando con Shawn una de las veces que quedaron los cuatro. Han organizado un viaje a Italia para Kate y Annabella.  Asegura que les tienen que contar algo muy importante. 

La noche la pasan allí, hacen el amor, se entregan el uno al otro sin desperdiciar nada pero Kate, no comprende como estando en la ciudad del amor el sigue mostrándose algo disperso cada vez que hablan. Viajan al día siguiente a Italia. Tras unas horas en avión. Se hospedan en una casa rural de Roma, donde han quedado con Shawn y Annabella. Hacen turismo, hacen fotos, degustan la gastronomía de Roma y la penúltima noche, las llevan a Florencia. Ven un cuadro del que las dos, Kate y Annabella, muestran bastante interés.  Jhon y Shawn les relatan la historia de Dante Alighieri y Beatriz Portinari . El amor imposible de Dante hacia Beatriz, su  obra: “La divina comedia” y a la que tantas veces había pincelado y relatado en sus poesías debido a la sonrisa de ésta cada vez que se saludaban le sonreía. Las dos chicas quedan asombradas ante tal acto de amor. 
En el coche, de camino a la casa rural, Kate y Anabelle siguen comentando la anécdota. Jhon y Shawn se miran. Ellas no reparan en aquello. Al llegar a la casa se duchan y se atavían más cómodas. Mientras,  Jhon y Shawn las esperan en la terraza a la luz de las velas unas botellas de vino y algo más. 

Se las oye hablar otra vez sobre la historia del amor imposible entre Dante y Beatriz y ven a sus respectivas parejas sentadas. Shawn se lleva a Anabella aun lugar apartado y entonces Jhon le dice a Kate: 

               - Sé que apenas nos conocemos, pero sé que nos compenetramos mejor de lo que lo he hecho con cualquier otra chica. De hecho creo que… - saca un cajita del bolsillo… – eres la mujer perfecta para mí- abre la cajita en la que se halla un anillo – ¿Quieres casarte conmigo? – se oye un grito al otro lado de la terraza y Kate  no puede creer lo que ve, más no puede hacer otra cosa que aceptarlo con un – ¡Por supuesto que sí!  

A los cinco minutos aparecen Anabella y Shawn cogidos como dos tortolitos,  Anabella con cara de estar en las nubes y le cuenta que Shawn le ha pedido matrimonio. Se muestran mutuamente los anillos de sus futuros maridos y no pueden alegrarse más la una por la otra. Se abrazan,  ríen , hay complicidad entre las parejas. Es el inicio de dos matrimonios pero también, el inicio de una nueva amistad.

FIN.






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6 comentarios

  1. Hola Keren, desde luego siempre he admirado tu capacidad para la narrativa y para inventar historias desde tu imaginación con tu claro sello personal. La inclusión de los diálogos tan bien hilados técnicamente en este capítulo de cierre solo me pueden hacer felicitarte sinceramente.
    "Es el inicio de dos matrimonios pero también, el inicio de una nueva amistad". Ese final me recuerda en cierta manera a Casablanca. Un gran abrazo.

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  2. Hola Miguel,
    Muchas gracias. La gran mayoría de los dialogos los escribía con música jazz, y otra anecdota es que para crear la narrativa, ponía soul. Me encanta que el esfuerzo que le he puesto te haya gustado. Al final, me vas a matar por no haber visto todavía Casablanca, pero queda pendiente , por supuesto jejeje!!

    Gracias por comentar. Un placer tenerte en mi humilde rincón.

    Saludos y abrazos.

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  3. Buena narrativa...diálogos fluidos...Me ha gustado!
    Un saludo!

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  4. Hola Angel,
    celebro que te haya gustado. Gracias por pasarte y comentar.
    Un gran saludo!

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  5. Hola Keren!
    Buena historia. Lo mejor es esa parte de la narración que, a modo del "teatro", te sitúan en la escena. Pero los diálogo también tienen su "aquel".
    Me ha gustado.
    Un saludo

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    Respuestas
    1. ¡Hola!
      Fue una ardua tarea pero el resultado me agrada. Me alegra que te haya gustado tanto como a mí. Gracias por tu visita a mi blog.
      Un saludo!

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