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Ilustración de Idalia Candelas |
El comienzo de una relación que comenzó con una ilusión que llenó de cajas el comedor del nuevo piso, anidando los primeros recuerdos de
una pareja con futuro. La casa se engalanó con los muebles de la época, los
diferentes amigos y familiares siempre venían al lugar para hacerles la visita
propia de los fines de semana. Aquel piso siempre estuvo lleno de voces graves,
voces agudas y de cuerpos con diferentes caracteres. la llegada de la chiquillada,
aumento el bullicio en el habitáculo con las canciones de la tele o la música del
momento. Cuando el amor ya no fue suficiente, la casa se llenó de silencio. Un
silencio con paz, ella se sentía atraída por la quietud, por la calma que se había
depositado después de tantas notas en voz alta, música estridente y discusiones
sin sentido. Paz.... Paz de no tener que escuchar el agua correr de entre los
platos para lavarlos, ni del aspirador con el ruido que anunciaba el momento de
comprar uno nuevo, ni música, ni chiquillos, ni un amor tortuoso. Paz en su inmensa
calma de sumergirse en su mente para no pensar en el bullicio, en una
conversación que quizás no llegue a nada. Inmersa en su mundo, ella es feliz.
No hay cambios, no hay intercambio verbal, solo… Silencio.
©El Rincón de Keren
Hola Keren, un relato encantador y muy inspirado. En algún he leído que a veces el silencio es una música necesaria que nos ayuda a escuchar y a entendernos mejor. Por otro lado, el bullicio de una casa llena de niños, animales y familia es un sonido maravilloso. Lo que si tengo la sensación de que el ser humano es maravillosamente contradictorio; huye de los silencios para vivir y vive en los momentos de silencio para recordar. Un abrazo y feliz día.
ResponderEliminarHola,
EliminarYo no lo habría dicho de mejor manera. Estamos acostumbrados al ruido. Yo diría que para no sentir vacío. Sin embargo, también, ese bullicio es el causante de muchos dolores de cabeza, estrés, y nervios. Bueno, no vengo a contradecir lo calido de un hogar con los mas allegados sino más bien, escoger un poco de cada cosa, tranquilidad y bullicio. A veces, la mente también necesita descansar. Un gran saludo de Martes!!!
Hola Keren,
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu pequeño relato, has retratado la sensación que deja el silencio cuando viene después de mucho bullicio, de un hogar lleno de vida y tensiones. Aunque ese bullicio a veces sea maravillosos también necesitamos silencia y nos sienta como un bálsamo.
Un abrazo fuerte Keren y feliz semana.
Hola Xus,
EliminarCoincido contigo al cien por cien y me alegra que tea haya gustado. Otro fuerte abrazo y Feliz semana para ti también.
Hola Keren,
ResponderEliminarMe ha encantado cómo has reflejado la atmósfera de paz y de calma que se respira con el silencio. Es como realmente se toman mejor las decisiones. Y aunque necesitamos un poco de estrés para vivir y trabajar esos momentos con uno mismo son un regalo. Muy bien descrito.
Un abrazo
Hola Marisa,
EliminarConfieso que borré y reescribí muchas veces pero al final ha quedado un buen trabajo. Muchas gracias. Celebro que le haya gustado. Un abrazo de vuelta.
Precioso texto :)
ResponderEliminarHola,
Eliminarsé que conectas mucho con este tipo de textos, y por eso es doblemente la felicidad. Un saludo preciosa a ver que se cuece por tu blog. :))
El paso del tiempo en la vida, hasta la soledad y el silencio... Un texto preciso con gran ritmo.
ResponderEliminarUn gusto leerte Keren, abrazos!!
Hola Diana,
EliminarGracias, entonces tomo nota de este relato para poder seguir la misma trayectoria. Me alegra que te guste, Un abrazo!!