Como un loco.

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Imagen extraída Google

El frío le provocaba dolores de cabeza que a sabiendas que no debía incorporarse le causaba inquietud. Ello no hacía que ingiriera pastillas, todo lo contrario, no había manera de que se tomara un maldito ibuprofeno o algún condenado antinflamatorio.
Pasaba las noches vagabundeando por las calles, escuchando las conversaciones que los ecos de sus voces taladraban su mente:

“…Yo te quiero más. No, yo te quiero más…”

“…La reunión de anoche fue excelente, envíeme los balances de la semana que viene … “

“…La juventud está cansada de escuchar que debe de hacer por su propio bien tío, el gobierno nos controla, los aparatos van por el camino de tener alma y ¿nos vienen nuestros padres a decir que es lo que debemos hacer?”

Aquello era como una batidora de diferentes conversaciones en su mente, se hacía cada vez más fuerte, cada vez más irritante y en un intento por calmar aquellos odiosos dolores, gritó un "¡basta!"

Nadie en la calle hizo caso, todos seguían con su cantar. Era como si no hubieran escuchado nada, como si no estuviera ahí en ese momento, como si no se hubieran percatado de su presencia. Pensó que el chico de las conspiraciones, algo de razón llevaría y por eso, echó a andar con las voces incitándole a escuchar u observar a la poca gente que habitaba las calles de esa travesía. El semáforo estaba en rojo. Esperó al color verde, mientras por su derecha se acercó una chica, la cual le pareció bastante guapa, y se paró en seco para lo mismo. Pensó en decirle algo. Pasaron unos segundos hasta que se convenció que podría ser bueno y como pudo, con la voz quebrada, le dijo:

-          -Una noche de locos ¿eh?

La chica no dijo nada, a lo que añadió:

-         -Entiendo que no soy la persona más guapa, pero soy bastante simpático… bueno, creo que te podría hacer reír, y si me das… una ci… cita…

El semáforo se puso verde y la chica, como si no fuera con ella la cosa, echó a andar. Cruzaron el paso de peatones uno al lado del otro, mientras este le explicaba los motivos por los cuales debía quedar con él, pero ella no parecía estar por la labor. Entonces, ella sacó el móvil un momento y cuando hizo su pertinente revisión, se lo volvió a echar al bolsillo y se fue por el lado contrario al que él estaba sin articular ninguna silaba , ningún monosílabo, algo que le diera a entender por qué no quería hablar con él y eso a Lucas le molestó mucho, porque podría no ser el más agraciado, pero ella no se tomó ni la delicadeza de mirarlo a los ojos, pensó en gritarle algo mientras se alejaba pero se abstuvo y siguió su camino por el lado contrario preguntándose que tenía de malo una cita con él. ¿Le olería el aliento mal? ¿Fue demasiado directo? O tal vez, ¿el tartamudeo le hizo recular? << ¡Mujeres! No hay quien las entienda… si no entiendo ni a mi hermana pequeña en sus días y sus berrinches … Ni caso, tu eres un gran tío Lucas, son ellas que no se entienden ni ellas mismas>> intentó animarse.

Llegó a un parque donde solía quedar con sus colegas, pero aquella noche, estaba solo y más le valía, era una noche muy rara.
Sacó su cigarrillo, pero se dio cuenta de que no llevaba mechero. Gracias a dios una pareja pasaba por allí y podría preguntarles si tenían uno:

-Perdonad, ¿tenéis fuego?

La pareja parecía no haberlo oído.  Alzó la voz un poco más antes de que se alejaran lo suficiente como para que no pudiera fumar:

-        -¡¿Tenéis fuego?!

Nada, la gente hoy no colaboraba con nada. Ni la chica del semáforo, ni los jóvenes, ni la pareja, ni tan si quiera para un jodido mechero de los demonios. Aquello le enfureció. Demasiado. Maldijo a todo al que pasaba por aquella calle, incluso al perro que , al parecer , era el único que había notado su presencia. El perro comenzó a ladrar y el amo de la criatura caniche comenzó a reñirle:

-          -¿Qué pasa linda? ¿has visto algo?

El amo y muchacho que se acercó a ver lo que sucedía estuvo tan cerca de Lucas que casi podía rozarlo. Pero, ¿Cómo era eso posible? ¿A caso no le veía? ¿Debía ser por la penumbra? Imposible, estaban bajo una farola mientras la vieja caniche ladraba incesantemente hasta que el chicho alargó el brazo y como si cuerpo no fuera masa, atravesó su cuerpo:

-         - ¡Pero qué coñ…!

Lucas se desvaneció en la oscuridad y solo podía oír su nombre a en la lejanía. Hacia todo lo posible por incorporarse, intentó mover un brazo, luego una pierna … hasta que el aviso definitivo lo devolvió a la realidad:

-          -¡Ya está bien Lucas! ¡Por el amor de Dios!

Lucas abrió los ojos y se vio así mismo tumbado, con un hilillo de babilla caída y a su madre, hermana y padre mirándole atónitos como si algo raro pasara:

-         - ¡Creíamos que ya no volverías a respirar! - dijo su hermana Evelyn y añadió su madre

-         - Nos has dado un susto de muerte, cariño…

-         - Sois unas exageradas, ya os dije que a este le gusta más dormir que a un lirón – Inquirió el padre

-          -¿Podéis verme? - Dijo Lucas extrañado

-         - ¡Pues claro que podemos verte! - dijeron al unísono los tres

-          -Siempre en las nubes, este chico, es un soñador – replicó el padre.

Quizás aquella no era la mejor manera de darse cuenta de cuanto había añorado una mirada, una voz dirigida hacia a él, pero, si aquello no había sido nada más que un sueño, se alegraba profundamente. Por lo que se levantó rápidamente y les intentó abrazar pero …:

-         - ¡A mí no te me acerques con esa baba colgando y esa peste a tabaco…!- Dijo su hermana agitada.


Lucas paró en seco y no pudo más que reír a carcajadas ¿y su familia? su familia lo miró como si estuviera loco.



©El Rincón de Keren

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4 comentarios

  1. Hola Keren, se podrían vivir dos vidas, la de estar despiertos y la otra que vivimos por las noches en nuestros sueños. Pienso que ese alivio del despertar cuando estamos soñando algo malo o teniendo una pesadilla, lo hemos sentido todos con un "menos mal que era un sueño". Aunque a veces es lo contrario y decimos, hay con lo bien que lo estaba pasando yo en ese sueño....
    Un abrazo.

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    1. Hola Miguel,
      Sí, eso mismo digo yo.Cuando tienes una pesadilla pero sobre todo de esas en las que no despiertas o tienes que depertarte varias veces porque aun sigues soñando ... uff antes me pasaba y era de lo peor. jjaja y obviamente, me alegraba de estar despierta y en cambio están aquellos en los que querría uno para su vida real jeje! Gracias por tu aportación al blog. A por la recta final de la semana!
      Abrazos!

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  2. ... Y los sueños... sueños son.
    Hay veces que lo onírico parece tan real que es absolutamente terrorífico.
    Un besazo

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    1. Hola,
      Exacto, no solo terrorífico sino que te deja petrificado y algo alejado de la realidad. Pero cierto es que, los sueños... sueños son. Un saludo!

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