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Sacudida al estómago. Temperatura alta. Mirada perdida. Dolores insufribles en el pecho. Si todo su mundo se desvaneciera, sería en este momento. Bajo la libreta, con el nombre de 'Tony' encerrado en un corazón, su mundo ahora giraba tan fuerte como lo había hecho todas estas semanas. Pareciera que podría hasta estallar. Si el corazón al menos colaborara y no se limitara a latir a distintas velocidades cada vez que su nombre resuena en alguna conversación o solo el hecho de que le pregunten por él: 'El tal Tony'. ¿Qué había hecho ella para merecerse esa tortura agónica?
La lluvia resonaba y se asomaba en el cristal, rebosante de gotitas que cubrían el vidrio. En otro momento estaría leyendo algún libro, hablando con Elia o preparando San Jacobos con su madre, pero un suspiro se escapaba al escuchar ‘Yo te voy a amar’ una y otra vez.
La fotografía de ellos dos juntos, anunciaba lo que ella ya sabía. Su ausencia. Ya no volverían estar juntos. Una chica que se haga respetar no debe dejar que le tomen el pelo. Un simple rumor, como los que ahora corrían sobre que era una ‘guarra’ por no haber querido acostarse con él, no cambiaría lo que sentía por él. Al menos no, cuando hacía tan poco de lo ocurrido.
Solo flotaba, hasta que un mensaje se estremece entre la melodía ensoñadora y el volteo del bolígrafo sobre la libreta:
“Nos vemos en la fuente del burro después de cenar”
Su corazón da un vuelco y le cambia rápidamente el semblante. Cena todo lo rápido que puede para dedicar, como poco, una hora a arreglarse. Si ésta iba a ser la última vez que le viera, que la viera deslumbrante.
Se moldea el cabello, se pone los pantalones más ajustados que tiene, un buen escote, pendientes de aro, unos buenos taconazos y un minúsculo bolso. Sin olvidar la fragancia que tanto le volvía loco, a él, al tal Tony.
Un mensaje de confirmación culmina los últimos minutos separados pero su madre que se lo huele todo le dice:
- -Sea donde sea que vayas, es mejor que te quedes en casa. Ese chico… - hace una pausa, traga saliva y le espeta – No te conviene.
- -¡No me entiendes mamá!- Protesta ella
- - ¿No entiendes que ese chico lo único que quiere es quedar como un machito delante de sus amigos?
Ella sale del domicilio a golpe de portazo y baja con gran enfurruñamiento las escaleras a toda prisa. Ya llegaba tarde y él la esperaba, era su última oportunidad.
Al llegar no ve a nadie, solo a un grupito de gente un poco alejado que conforme se va acercando va reconociendo. Son los compañeros de Instituto que al girarse todos sincronizados al ver a la chica, comienzan a bromear y hacer chistes que no tienen ninguna gracia. Más alejado, justo a unos pasos, el tal Tony callado, con los puños en los bolsillos y cabizbajo. De vez en cuando soltaba un “Venga, hombre… chicos…” Ella solo puede encajar todas las groserías que la dicen con insultos varios hasta que finalmente, se marcha corriendo antes de que se ponga la cosa fea. Y todo ¿Por qué? Porque el tal Tony, no había sido un verdadero hombre.
“Ni tan siquiera se dignó a mirarme a los ojos” piensa mientras sube las escaleras que la llevan de vuelta a su casa. Abre la puerta, y su madre gira la cabeza. Se miran. La madre la abraza fuertemente y le susurra: “El mal de amores lo pasamos todas. Todo pasa cariño” a lo que entre lágrimas descontroladas y como le deja el hipo gimotea “Yo… le quería… Yo le quería tanto…”estalla de dolor.
Quizá la joven estuviera enamorada, pero lo que estaba claro era que, cuando una madre dice algo, es porque lo sabe con su ojo y corazón de niña mediante la sabiduría de una mujer que tantos años a vivido.
©El Rincón de Keren
Hola Keren!
ResponderEliminarSupongo que todas hemos tenido en nuestra vida a "un tal Tony", y todas hemos sufrido ese mal de amores. Pero creo que todo forma parte de las enseñanzas que la vida ha de darnos.
Por otra parte, y ahora que soy madre, pienso sin duda alguna que los consejos de una madre son los mejores; pero también creo que a los hijos hay que dejarlos que se equivoquen como lo hemos hecho nosotras. Al menos así, nos evitamos un drama ¿No?
Me ha encantado la forma en que has narrado tu relato.
Un besazo enorme, amiga. Que tengas un buen fin de semana.
Hola,
EliminarYo también creo que los hijos deben equivocarse. No es solo por ley de vida sino también porque no equivocarse es contraproducente. Así que es lo más acertado lo que comentas. De dramas habrá para recodar aunque no queramos. jaja!
Un gran saludo!!!
Con gran belleza narras una realidad.
ResponderEliminarGracias por escribir. Nunca lo dejes
Hola Lola,
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte, sobre todo sabiendo que tienes tanto lío.
Un saludo!!
Loved it (Love's child)
ResponderEliminarBeautiful publication
Thank you so much Marina.
EliminarHola Keren, un relato muy urbano, fresco y lleno de actualidad. Le has sabido coger el punto y el tono narrativo adecuado. Por otra parte y como de amor nadie se muere, y menos por el amigo Tony, seguro que tu protagonista tendrá nuevas y excelentes oportunidades para conocer el amor y el desamor. Abrazos y buen sábado.
ResponderEliminarHola MIguel,
Eliminarsobre todo cuando somos más jóvenes, y deduzco que por eso lo dices, tendemos a creer que nunca más volveremos a amar pero cómo dices, hay muchas oportunidades y no solo durante la juventud. Cualquier edad es buena.
Gracias tu aportación. ¡¡Espero que tengas un gran sábado!!