Relato corto: Los radares con sensor.

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Enzarzados en el remolino de pasiones carnales, de pronto sonó el timbre. El pantalón desperdigado por el suelo , un sujetador asoma en el borde de la cama y unos calzoncillos reposan en el tocador aun. La carrera a contra reloj para encontrar a tientas, y con prisas, dónde se encontrará la próxima prenda, son la ocurrencia salvaje por salir en camisón o con medio cuerpo enfundado y el otro medio al descubierto. 


Imagen propia


Entre prenda y prenda, la disputa no es quién se viste antes, o quien llegará a la puerta, ni quién vaya mejor vestido. En todo caso, quién abrirá la puerta es la apuesta del ganador que abra a medio vestir y con el cabello alborotado, por si aun no se pudiera dar cuenta el visitante, por si aun habiendo dicho que están ocupados, este se interesa, se preocupa y decide invadir el hogar y atravesar el área que delimita, a los del interior con los del exterior, Anfitriones e invitados. Pero cómo hay que ser educado, el anfitrión le ofrece un café con la esperanza de que no se percate de nada de lo que hacía unos momentos acababa de suceder, o bueno, intentaron que sucediera. 


Imagen extraída de Internet

Logran despedir al invitado creyendo que todo ha salido redondo. Pero al mes siguiente, vuelve a suceder lo mismo. Y es que a partir de entonces, ya no son los invitados , son los radares, los sensores que llevan integrados cada uno de ellos que saben en que momento deben darle al timbre, para que los anfitriones jueguen  al escondite con la ropa y hagan malabarismos para enfundarse de algo de ropa, si es que la ocasión, lo permite. 


©️El Rincón de Keren

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3 comentarios

  1. Bueno hay visitantes que desde luego parecen tener un radar instalado para llegar en el momento más inoportuno. En un momento así, hay que hacerse el sordo y seguir a lo que se estaba, y por supuesto mandar a por tomar saco el móvil, ja,ja,ja.
    Saludos Keren y buen comienzo de semana.

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  2. jajaja qué tensión y qué ganas de interrumpir!!
    Me ha gustado mucho, es muy original!!
    Un besote guapísima :*

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  3. Las visitas inoportunas son algo que nunca me ha gustado, por eso desconecté el teléfono fijo y el interfono. Y si al incauto se le ocurre llegar hasta la puerta sin avisar y llamar al timbre, lo soluciono no abriendo la puerta Jijijijiji
    Un besazo, Keren

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