¡Hola, mis seguidores, lectores habituales y nuevos lectores!
En una noche en la que el pensamiento y las ganas querían probar
cosas nuevas,
y la noche o el día eran los que iniciaban o acababan las ganas,
Me fui,
A casi una hora de camino,
Para probar a pintar el cielo.
¿Me acompañas?
Reciente estatua situada en el Zapillo de Almería |
Hoy he emborronado el cielo con el que amanezco tras el café. Decidí darle un aire que solo mis ojos podían apreciar y es que a veces, aunque una se lo proponga, parece en vano y ahí estaba en mi siguiente paseo dando pinceladas al cielo. El me susurraba, del poniente, ¿O era el levante? Lo cierto es que, había dedicado una mañana al mecanismo de mis pupilas y algo tenía que salir de todo esto.
El levante sacude las prendas de la terraza, sacude la bolsa que se ha olvidado por la calle, ahora deshabitada, y mis ojos aun están soñolientos, no es raro que mire al horizonte ansiosa por ver cómo la luz pinta el cielo y se destiñe cubriendo el espacio visible en el amanecer que se deja ver timidamente entre las horas tempranas. Y es que, aunque el corazón es testarudo, mis ojos son golosos, y anteriormente, en medio del manto oscuro hallo los trocitos de luz que le dan otros ojos a la ciudad, a esta parte de la ciudad.
Se me ocurriría mil motivos para no estar un fin de semana a la luz de las farolas, en medio del miedo que se instaura cuando llegas a cierta edad, pero las ganas de probar la cámara por la noche, eran crecientes. Las ganas de ver la ciudad con otro rostro, que no sea el matutino, me alentaba de una manera sobre humana.
Me sorprendía cómo podía haber, a esa hora, algunos ya en la calle, pero luego recavé que los jóvenes, no sienten igual que yo cuando hay que salir de noche, o al menos, no para hacer las fotografías que yo quería, con el sonido de fondo del oleaje a escasos metros.
El lugar, el Zapillo. Lugar de veraneo, de familias y chiringuito. Hoy durmiendo con la llegada de los barrenderos a llevar a cabo su cometido. No hay sonidos que no quiebren tanto el silencio de la noche como el del ronroneo del camión haciendo su ruta.
Me llama la atención, jóvenes que vuelven de la pertinente fiesta, sosteniendo a su compañero de farra ,por unas sobre pasadas copas ,y las risas del grupo. Algún desvario se habría colado en una noche en la que las chicas, no atienen al hecho de ir solas por las calles. Pero es una zona iluminada y que a pesar del silencio, suele haber afluencia. Dentro de unas horas vería mi paleta preferida y la verdad, mas que entristecerme, hacia que imaginara a amigas viendo el inicio de la mañana, grupos de gente riendo en la zona, a los deportistas haciendo su riguroso ejercicio, pero todavia no se veían a aquellos guerreros enfundados en mallas y con el reloj a punto.
Cada vez es más frecuente ver a gatitos por las calles, que si bien no se dejan tocar, atisbo a que son callejeros. Sorprende verlos tan chiquititos, algunos. Se me viene a la mente, "¿Dónde estará tu mamá?" Lo curioso es que, todos abandonamos el nido para darnos a nuestra adultez y pienso por un momento en la mía, mi madre.
"Si pudiera llevarmelo a mi casa y darselo a alguien que pueda cuidar de ellos..." pero ninguno confia lo suficiente como para querer tocar mi mano. Algunos incluso los he ahuyentado solo con el ruido de mis pasos en el silencio que ahora hay.
Intento fijar la vista en el horizonte de nuevo. En la piedra que separa el mar del anden peatonal y del carril bici. Localizo un transatlántico que hace su salida quizás hacia Málaga o África o tal vez, Italia. Es hermoso, las luces crean una línea iluminada que no logra que aparte la mirada en ningún momento, pero ante el amago en la oscuridad, se me olvida echar una fotografía y vuelvo a dar otro rodeo allá donde hay una poca de luz.
El cielo pasa de un negro, a un azul marino y ese parece ser el momento en el transcurrir de las horas para echar mano a la bolsa y comenzar a ver con otros ojos, con otra mirada.
Puerto de Amería (Al fondo) Zapillo |
Me entusiasma haber podido captar el cielo muy a sabiendas, que en realidad, estaba mucho más negro de lo que parece. Eran las primeras noticias y signos de luz que se asomaban y aun con todo, costaba distinguir ciertos puntos. La transición de la nueva vida ante mis ojos y creyendo recordar haber maldecido por no haber traido un libro para leer, me recuerdan que hay otras nuevas formas de diversión también. Así cómo lo pensé, acerté.
Como una niña pequeña, por haber logrado, y probado la cámara, en otro escenario, me retiré con el mar de fondo y las ganas de volver a mirar con el sueño instaurado y las piernas cansadas de una caminata a toda prisa de media hora o casi una hora.(Sin parar, desde que salí de la puerta de mi casa) A golpe de agua y poco más que un reconstituyente para acabar pletórica en mi ansiado experimento:
¿Porqué lo aplazaría tanto?
©️El Rincón de Keren
Hola Keren, el título de esta entrada es todo un poema en sí mismo y de hecho daría perfectamente para el título de un libro, ¿te animas con otro?
ResponderEliminarY sin embargo he encontrado en tu texto algo que me ha gustado mucho desde tu perspectiva tan personal sobre la cotidianidad: "No hay sonidos que no quiebren tanto el silencio de la noche como el del ronroneo del camión haciendo su ruta".
Pues nada, otro día si te parece nos tres más y como ideas propongo que retrates amaneceres, atardeceres u anocheceres como tú solo sabes.
Un gran abrazo.
Muchas gracias Miguel,
EliminarEs todo un honor que me hayas dejado este trocito aquí en mi blog. La verdad es que sí, cada entrada, es cómo pienso yo "un trozo de libro", un bebé, y un nervio en el interior, ¡que te voy a contar!
Gracias por tu aportación al blog.
Me ha gustado...
ResponderEliminarHola Bruno,
EliminarMuchas gracias por pasarte por mi blog. Tengo pendiente eso que me pediste y gracias también por sinceridad.
Un saludo!!
Un texto claro transparentemente único
ResponderEliminarHola RECOMENZAR,
EliminarGracias por tu aportación al blog, me alegra que te guste. Nos vamos viendo.
Saludos!!
Precioso escrito amiga Keren, poético paseo por tus letras, respirando la esencia de tu sentir. Besos!!
ResponderEliminarMuchas gracias Rosana. Me agrada que te haya gustado.
EliminarGracias por tu paseo.
Saludos!!
La fotografia es una instantánea, es la captuta de un instante, ... y el día tiene muchos, muchísimos instantes Keren y aún en un mismo escenario si cambiamos los actores yla luz,... el resultado es tan disferente.
ResponderEliminarMe ha encantado esa nueva perspectiva que le aplicas a la cotidianidad.
Hola Norte,
EliminarCada hora es importante si se mira los cielos, las calles y hasta a las gentes, todo parece un escenario en el que algo bueno, o malo, sucederá pero de seguro te dejará algo para llevarte a casa.
Celebro que te haya gustado. Saludos!!