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La casa destilaba el descontrol y frenetísmo de un día encargado de las tareas domésticas. Cuando ella se daba a las obligaciones, no había nubes que ofuscaran el brillo de su sentir.
En cada mañana, las nubes eran un permiso para el sorber de la bebida predilecta por excelencia, pero en los días de sol, se daba a las emociones jubilosas que hacían que el poder de un primer pensamiento chíspeara la calma vibrante sedienta de viviencias cuanto más sustanciosas mejor. A veces, no eran complicadas, sino que, más bien, se daba a las pequeñas cosas que la rodeaban:
-Gracias por este café- sorbió el café y acto seguido se hizo un moño en el cabello.
Los días, cargados de luz, esos días en los que el tintineo de los ojos se fijaban en su próximo proyecto, darían otro sentido al día, a ese, "al día siguiente ya veremos" Se decía. Eran remolinos de reflexión y sabídas de muchos días en los que todo hubo sido un desastre. Pero si al salir a la calle y encontrarse enajenada por la belleza de una rosa o un clavel, la campanillera le daría al sol, el rosa del color de ese día, ¿O tal vez los colores brillantes? el caso era ver belleza en lo ajeno. Y tan ajeno era todo, que no podía llamarle su propia vida.
Aquel día, no solo había madrugado para trabajar y escuchar la radio, no solo había caminado previamente antes de salir corriendo hacia su proximo lugar, había degustado el poder de darle un momento más antes de comenzar la jornada: Diez minutos más al escuchar la melodía matutina, diez minutos más para observar el albor que le daba los buenos días, diez minutos más de un momento para darse cuenta de lo que le rodeaba en aquel momento: una casa, cama, comida, gente a su alrededor que la animaba a ser mejor persona, una pareja que le hacía reír y la comprendía:
- ¿Soy feliz en este momento? - Carraspeó y emitió un ruidito parecido al ronroneo de los gatos al despertarse aquella mañana y dejó que los pensamientos fueran amontonadose progresivamente mientras cogia la bata, se servía el primer café y recordaba el día anterior. Al finalizar el día... - Todo se andaría - Se repetía en el pensamiento.
Si por cada pensamiento de bondad, ella se mostraba receptiva a sus queridos, ¿Qué impedimento había entonces a su alrededor?
La noche caía con la iridiscencia del ambiente vespertino, con la intención de reanudar otro día intenso, pero los días también son un gris, un rojo, un amarillo y hasta un azul marino que se puede confundir con el negro... A veces, pesa, a veces hay que ir a rastras para encender la llama del olvido y padecer memoria selectiva para con los sucesos y aunque aquel infortunio de hablar mal de ella, era inevitable, a las malas palabras, se las encontrarían con otras tantas peores, y de quién menos lo esperan. "¿Con quién vivo?" "¿Quién me proporciona esa felicidad?" "¿Quién me da de comer?"
-Solamente yo y tengo la maleta lista para dejar de acusarme con el pensamiento dañino ajeno.
©️El Rincón de Keren
Hola Keren, hay días azules, grises o rojos como escribes en un momento de tu relato. Me has recordado a un mítico dialogo de 'Desayuno con diamantes' en la que Audrey reflexionaba así:
ResponderEliminar– Escuche, ¿sabe cuándo uno pasa por los días rojos?
– ¿Los días rojos? ¿Quiere decir deprimidos?
– No. Te deprimes cuando engordas o cuando llueve mucho. Te pones triste. Eso es todo. Los días rojos son horribles. De repente, uno tiene miedo y no sabe por qué.
– Por supuesto.
– Cuando me siento así, lo único que me ayuda es subir a un taxi e ir a Tiffany’s. Me calma los nervios enseguida. Es tan silencioso y soberbio. Allí no puede ocurrir nada malo. Si encontrara un lugar que me hiciera sentir como Tiffany’s, entonces compraría muebles y le daría un nombre al gato.
Me ha gustado tu relato en el que mediante la cotidianidad y una maleta vemos reflejados los sentires de tu protagonista.
Saludos y buena semana.
Hola Miguel,
EliminarExacto, es un matiz que no se sabe muy bien cómo pero está ahí. Una se siente así. Es un placer para mi mostrar esta parte que está en las vidas, espero, de muchas mujeres.
Saludos!!
Muy bueno. A veces nos sentimos melancolicos, solos, queremos estar con alguin, compartir. Pero despues pensamos que tenemos proyectos, sueños, algun deseado viaje que aparece por ahi, amigos, casa, comida y eso se pasa. Bah es lo que a veces me ocurre a mi. Te mando un abrazo y que tengas linda semana
ResponderEliminarHola Gustavo,
EliminarEs algo muy común en esta sociedad en la que cada vez hay más desapego por lo vivo y natural.Las tecnologías, en cierto modo nos quieres acercar pero por otro lado existe una pequeña parte en el que nos aleja. ¿O será más grande ese abismos? De todos modos, creo que todos tenemos objetivos en la vida, y nadie está totalmente solo.
Un saludos y gracias por pasarte por mi blog.
La protagonista parece observar el momento en el que está viviendo, ciertamente hay días que son iguales pero si miramos la belleza del exterior una se da cuenta de que hay de todo, y lo más importante que veo reflejado en tu relato, "una misma es la dueña de su vida y pensamientos."
ResponderEliminarMuy bien llevado el hilo del día a día de una mujer que podía ser otra o todas en algún momento.
Felicidades, Keren, bonito relato.
Saludos!
Hola Mila,
EliminarEra la intención, que todas, o aquellas que lo sintieran, se vieran reflejadas en el relato. Es un suceso muy cotidiano que si bien no siempre se lleva a cabo del mismo modo por las prisas con las que vamos a todas partes, puede ser parecido. Por eso, mi idea era recrear ese estado de calma y concienciación con respecto a valorar lo que hay alrededor.
Me enorgullece que te haya gustado a ti, y a los que habéis ido escribiendo. Gracias.
Saludos y gracias por tu tiempo.
Los días son diferentes si tú le das el color adecuado, es cierto que en ocasiones las cosas se ven bastante negras, pero es depende con los ojos que lo mires o reírte del momento si puedes. Porque existen esos momentos que queremos que pasen deprisa y se acabe pronto el día es cuando por desgracia todo se hace largo e inacabable, un estupendo relato bien redactado y bien llevado a el punto donde el lector desea saber más crear atención es el cometido de cualquier historia. Mi abrazo y cariño.
ResponderEliminarLos días, son cómo nos lo propongamos. Los hay mejores o peores pero como dices los hay que queremos que pasen rápdo pero por eso, el momento de concienciación del, "Este momento" es tan importante.
EliminarMe alegra muchísimo que te haya gustado. Gracias por tu comentario y por tu visita.