Relato: El desconocido




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Zapillo (Almería)
-Imagen propia-
©️El Rincón de Keren
Lucía, ahora en el comedor de su casa, se angustiaba y se torturaba al compás de las horas y un café por doquier y cigarrillos mal sanos entre limpieza y subes y bajas en un frenesí por tener la casa cómo a ella le gustaba, cansada, mira por la ventana y de su muñeca, un reloj que indica las doce. Hecho que puede ser alentador o la desidia por tal acusación. 

La acusación de la ventana, la luz que mira rocía cada lugar y mueble de su casa. Por no hablar de las habitaciones. Era una luz que asomaba con alegre presión, y ella sabía que el calor del hogar no eran las largas horas en el frenético fregoteo. Ella sentía que había algo en aquella luz sosegadora, que desencadenaba la alegría duradera de hasta más de un día. Ella lo conocía, lo sabía, pero ella en su intenso café y el cigarrillo, el pensamiento anhelante recordaba aquellos paseos, aquel adictivo ajetreo de la ciudad. Aquello era cómo el rock & roll: tómalo o déjalo pero si lo tómas, aférrate a él y no lo sueltes, porque todo lo que te de pare será tan inesperado, tanto o más que una canción que te gusta. Y en el ordenador, ya sonaba The ladys, alegre corazón, pero la mirada le transportaba a las calles de aquella inanimada vida en la madrugada por un día mirando a través del ventanal, desde el pensamiento. 

Otra noche sin dormir, otra noche el café había sido el protagonista. Total, si de todos modos, no podía dormir. Y se hacía la curvatura de su espalda cada vez más notoria mientras acudía asiduamente al encuentro de las noticias matinales. Un sorbo, una calada... Y lava los platos, se dispone a poner la lavadora mientras va limpiando el resto de la cueva. Un lugar lúgubre, al parecer, porque no llega a todo, porque por más que limpia, todo queda tremendamente desordenado y sucio. Digan lo que digan, la limpieza no está pagada en el hogar de cada mujer y qué sería de ella sin la limpieza y si a más que repetía que tenía que estar limpia la casa, las palabras se evaporaban en el aire y no solo era cansado estar repitiendo todo una y otra vez, sino que ella misma se cansaba de oírse. Aquello era inútil. Dedicaba más del día entero a limpiar y no le quedaba apenas tiempo para disfrutar. ¿Había olvidado que era aquello que llamaban disfrutar?

Los guantes que llevaba puestos, se los sacó de súbito, se duchó, se vistió cómo si fuera a tener una cita con alguien. Se maquilló, se olvidó del si había adelgazado o no, de si tenía demasiada barriga para llevar tal camiseta o si el color tan vivo no le hacía justicia a una piel tan oscura. Cogió la cámara y salió todo lo deprisa con su bolsa, y algunas cosas que había echado, y que ya tenía dentro.Recordaba la chaqueta de su pareja en el perchero, pero ... corría y corría todo lo deprisa que podía, cómo si los pies le quemaran, cómo si fuera a llegar tarde a esa cita ficticia en su pensamiento. "A la mierda" se decía una y otra vez.

Media hora después, y gracias al ligero paso legionario, aminoró la marcha y vio cómo el sol caía y era cierto que tuvo la irrefrenable tentación de volver corriendo a casa pero aquel clima, aquellas edificaciones, el sol, la iluminación... la pusieron tan feliz que olvidó donde estaba y siguió caminando. Anduvo hasta llegar a un banco en el que se estaría a coger aire, olvidando el cigarrillo pero sintiendo el batir del corazón. Y allí cruzó las piernas cómo una adolescente y le echó una ojeada a la bolsa que llevaba. Halló una libreta y un boli y escribió todo lo que acontecieren a su alrededor mientras el nerviosismo se hacia visible. Fue entonces cuando  a su lado se sentó un hombre que debería tener su misma edad y este le preguntó: 

-No te importa que me siente a tu lado, ¿Verdad?

-No, puede sentarse- Dijo Lucia mientras se ponía cada vez más nerviosa al escribir y entonces añadió el hombre 

-Hace un día precioso ¿verdad? casi parece lo imprescindible para tener un buen día, unos buenos momentos y un día completo al atardecer. ¿no crees?

Lucia se quedó pensativa, sopesando las palabras que habían allanado el pensamiento de la mujer y dijo:

-Bueno, hace un día muy bonito... 

-Coincido contigo. Lo mejor de todo es que salir a la calle es gratis y nos ayuda a tener una mejor semana. Por cierto, no he podido evitar ver que venias con mucha prisa y cuando has llegado aquí, te has sentado. No me mal interpretes, no te estoy siguiendo, pero mira este sol, quiero decir, hay que vivirlo y sentirlo. La prisa no trae nada bueno ...

Lucia que no sabia muy bien cómo reaccionar, contemplaba la puesta de sol. Comprendía a la perfección lo que quería decir aquel hombre. Era un momento de tranquilidad para no recavar en prisas sino de la sosegada calle en su estado más sólito pero lleno de colores. Comprendía y las palabras que de pronto llegaron a su mente para contestar, pero cuando fue a contestar al tiempo que giraba la cabeza para irrumpir, este había desaparecido. Pero no sintió pena, no sintió la necesidad de contarle lo que le había echo comprender, sino que aquella caminata le había hecho entender que la vida hay que tomársela a veces, con calma y bajo el iridiscente atardecer, un manto de palabras cubre una libreta blanca y la promesa de volver a caminar como antes. Y sentir, y ser muy feliz, bueno, todo lo que el esfuerzo le deje. 


"En mi lucha por dejar de pensarte
la cabeza hizo 'clic'
al ver tu chaqueta
un frenesí de emociones
surcaron el interior
dejando en los recovecos
hiladas poesías
para las vespertinas.

@kturmo
(Instagram)
-Imagen propia-

Almadrabillas zapillo (Almería)
-Imagen propia-





©️El Rincón de Keren



Comentarios

  1. Un buen paseo, disfrutando de un amanecer, de respirar a hierba mojada, ver el azul de cielo, conquistar cada rincón ya vivido. Muchas veces no nos tomamos con calma la vida, vamos casi por inicia al ritmo de la sociedad, me da tanta pena que el ser humano tenga que vivir, con miedo, angustia, tristeza, soledad, en ocasiones terror. Dar la mano, una palabra de aliento, animo, fuerza y ayudar siempre que se pueda es nuestro cometido.

    Un relato que llama a la reflexión y a la conciencia de cada uno.

    Mi abrazo amiga, un placer leer tus escritos, sigo sin ver tus publicaciones, no llega a mis lecturas.

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    1. Hola Rosana!!
      Esa era la idea. A menudo, tomamos muchas decisiones que nos condicionan, que nos hace creer que no nos merecemos estar por nosotras mismas. En las mujere suele ocurrir (también en hombres) que lo dejamos todo por un hombre, o por alguien y creo que este relato realza la idea de elegirse a una misma ante todo. Desde la calma, desde la tranquilidad.

      Me hace muy feliz que te haya gustado. Abrazos compañera!!

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  2. Que bonita es Almería. Un saludo desde Almería

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    1. Hola Trini,
      Sí, es muy bonita, ojalá pudieramos tomar un café juntas y hablar de almería. Saludos!!

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    2. Un día de estos quedamos y tomamos ese café.

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  3. Un relato que me ha gustado mucho.
    Muy agradable leerte.
    Un abrazo.

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    1. Hola Amalia!!
      Me hace sentir dichosa que te haya gustado. ¿has publicado algo hoy? No me aparece nada en la lista de lectura.

      Saludos!!

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    2. No he publicado nada. Gracias por todo.
      Un beso.

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  4. Respuestas
    1. Hola Hijosmanual,
      bienvenida al blog. Espero verte pronto en el rincón de keren.
      Me alegra mucho que te haya gustado mi relato.

      Saludos!!

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