En estos días me tengo que aguantar, y escribir desde la app. Ya que debido a un fallo de mi ordenador, no voy a poder escribir en el. Siento de antemano, que los colores y la calidad de otras veces, pueda ser mermada.
Así y todo, espero que sea de vuestro agrado este post:
Relato
El amor, es demasiado atrayente. Una sustancia que te distrae de lo que realmente importa. Sí, cuando es correspondido, corremos el riesgo de dejar y aparcar todos nuestros alicientes, para prestarlo y cederlos al olvido; al servicio de la compañía que no cesa, que nos calma, que se apodera de todo lo conseguido en unos años: la soledad elegida.
De esa soledad, que se había hecho para no perderse, había estado auto impuesta para no seguir creyendo que estar sola, es algo "malo": la droga de la compañía.
De esa compañía, ahora, tal y cómo decía su nombre, 'a la salida del sol' , él la besaba, el le preparaba el café, y todos los días, antes de que cerrara el fin de semana, le proponía un plan para el descanso. Esto sería maravilloso, hasta que, su pareja se fuera con los amigos y ella insistente en querer volver a estar sola y con el fuero con el que se conocieron; para estar y pasar el máximo tiempo dedicándose a ella.
Había encontrado un punto de no retorno, en el que ella prefería estar ocupada con sus quehaceres, fueren los que fueren,antes de estar tirada en el sofá.
Entonces él, al principio, se iba a casa de su madre, con los compañeros y hasta con los amigos de toda la vida, pero ¿Con ella? Con ella no pasaba tiempo.
Ocupar largas horas frente al ordenador; aquello, desarrollo cierta retinencia en él. Además, él seguía incapaz de cubrir las necesidades y aspiraciones de ella. -o eso, le hacía creer a ella-.
Ella, ajena a todo lo que ocurría, seguía insimismada, y no fue hasta llegar a los últimos años de la relación, en la que se vieron que ninguno buscaba lo mismo. : Él, una vida tranquila; ella; realizarse y volver a ser la mujer inquieta de cuando se conocieron.
Aquello no les permitía estar pendientes el uno del otro. Pero él, en ese recelo, la acusó de infidelidad por pasar largas horas con la tecnología. Los celos, iban en aumento. Los días para ella, propiciaron una alegría impuesta, sin sobresaltos, clara, sin problema. Para su tranquilidad, para lo menos problemático.
Si a Ricardo le hubieran echo un escáner de las emociones, ella, se habría dado cuenta, si se pudieran medir , que este le tenía envidia.
Envidia de no necesitarle, de no estar pendiente de él, de no caer perdidamente prendada ante su presencia, y dando todo de ella, siempre para mejorar. Pero lo que le mataba es que ella siempre sacaba tiempo para aconsejarle a él, vivía sus problemas y vivía los de él. Él, se sentía dividido. Porque quería estar y pasar tiempo con ella, pero no quería que ella dejara sus motivaciones. Hecho, que propició el guardarse los sentimientos, los problemas, todo.
Ella, que no era tonta, se daba cuenta. Y ella, se tomaba el tiempo para que él se desahogarse, pero aquello, no era sino preludio de una sucesión de discusiones que nunca acabarían.
Las relaciones, cómo todo, pueden desgastarse. Y esta, no fue menos. Ella, haciendo balance en lo que realmente quería, no lo dudó. Cogió la maleta en una bronca entre ambos, y el que conocía la situación entre ambos, se sirvió de lo doloroso de su familia para amedrentarla. El cuerpo y la mente; bloqueo a la huida. La impotencia de no poder marcharse ...
Hubo gritos , objetos lanzados al aire, al vacío, malas palabras y amenazas. El sentimiento de impotencia y bloqueo al encontrar un momento en el que huir se apoderaron de ella con miedo. Pero meses después con un mensaje entre las manos, viajó lejos. Hoy, hace lo que quiere.
Fin.
Vemos , claramente que cuando una mujer se elige por encima de todo, el hombre, no sabe cómo sobresalir por encima de ella. El mucho o poco ego, juegan con sus mentes, y con nosotras para hacernos creer pequeñas. ¿Y tú qué opinas?
Espero os haya gustado el relato. Y deséadme suerte para encontrar un ordenador en condiciones y poder presentaros mejor los relatos.
©El Rincón de Keren
Hola, Keren. La droga de la soledad puede ser tan fuerte como la de la compañía. Creo que los tiempos han cambiando y la libertad se impone en las nuevas formas de relacionarnos. Respecto al tema en concreto es muy cierto el fondo de lo que comentas. En la sociedad actual sigue habiendo una especie de machismo atávico por el que algunos hombres no aceptan que su pareja tenga éxito o que gane más dinero que él. Eso, más los celos devienen en un muchos casos en violencia de género que asola nuestra sociedad.
ResponderEliminarUn gran saludo.
Exacto Miguel, es tan claro cómo el agua. Invito a todas, a hacerse una visión introspectiva, evaluando esa persona , buena mujer, que puede también aportar a la sociedad y su solitud. Porque como expresas la soledad puede ser tan fuerte como la de la compañía. No sólo puede predominar las violencias de genero, que nada tiene que ver, en este caso, con alzar la mano. Sabemos que hay otros tipos. El psicólogico, puede ser el más duro.porque la recuperación, la culpa, y el miedo no son problemas que se acaben en el momento de separarse. La recuperación del tránsito de quitarse ese pensamiento desencadenante y negativo que se ha incrustado en el cerebro, cómo el "tú no vales pa esto o aquello" pueden ser difíciles de soportar y controlar. Con esto, expreso mi más profunda insistencia en acudir a los familiares o amigos de confianza si se tienen, vecina o conocida en su defecto, o un especialista si se puede y se tiene ocasión. (Espero que los medios)
EliminarRecalcar que hay que luchar contra este tipo de maltrato, invisible pero que tanto cala a cualquier edad.
Gracias Miguel por tu paso y tú planteamiento.
Saludos!