Relato: La receta médica- En colaboración

 ¡Hola, mis seguidores; lectores habituales y nuevos lectores!


  Últimamente estamos todos muy pendientes de las redes sociales, he querido hacer un guiño a lo que a veces sucede, si nos tomáramos todo, muy en serio, o demasiado. Hoy es viernes y cada viernes hay un relato mío en MASTICADORES DE MÉXICO así que vamos allá con el relato de hoy para finalizar el mes. Al final de la entrada os encontraréis con una recomendación pero me estoy adelantando a los acontecimientos. 


RELATO


Me abrí una cuenta de Twitter, cada día muestro mi carisma ante la vida. Luego de subir cada día un tuit y llegar subir con mucho sudor miles de seguidores, me abrí una cuenta de Instagram; podía extenderme más y los “Me gusta” eran instantáneos. La gente me deja comentarios, pero tenía que estar muy activa.

Cada día programaba qué era lo que iba a subir y cómo lo iba a hacer. He sabido que hay cuentas en las que puedes engrosar tus seguidores rápidamente, pero no me interesa. Quiero conseguirlo con mérito propio. Otro seguidor se ha ido cuando he dejado de publicar. Al día al menos tres publicaciones llego a hacer, pero Instagram me exige más.

¡Venga, yo puedo!

Al encontrar buena acogida, me abrí un blog y no sobraban los haters que me acusaban de mal contenido. Total… no me conocen. Sin embargo, esto ha hecho que mi nivel de exigencia suba a más. Ahora no tengo un momento de descanso y cuando me lo tomo un seguidor y otro se va en busca de otra cuenta.

Ahora mi nivel de exigencia ha subido exponencialmente. ¡Venga!  Pero me pregunto qué habré hecho mal para solamente tener 3900 seguidores y siguen bajando.

Cada día escribo más y más, no puedo parar de mirar el contador de “Me gustas” , las visitas, los comentarios, los retuits y las menciones.

Dedico las noches a crear un mejor contenido, pero me pregunto porque me dejan de seguir si estoy dando todo de mí. No es suficiente, quiero más y más. Mi nivel de ansiedad es tan alto que decido seguir subiéndolo. Me agobio: Lo mensajes, los haters, los malos comentarios y las gentes me obligan a hacer un gran parón para el que no estoy preparada ¿Me dejarán de seguir? ¿Se olvidarán de que existo? No quiero, pero debo parar. Me torturo en mi soledad, he visto cómo las visitas de algunos con los que he estado hablando me han verificado que les han bajado considerablemente. Pero a ellos no les importa. ¿Porqué a mi sí?

A veces, me gustaría poder tomarme un descanso, pero la carrera no tiene tregua y entro en pánico cuando dejo las redes, el corazón se me acelera, mi nerviosismo es intenso y el miedo acrecienta con tan solo ver cómo la gente deja comentarios desagradables. Me he esforzado mucho, no quiero parar, pero si no lo hago es posible que no pueda seguir más adelante. Jolín, con lo bien que iba ahora, tan cerca de conseguir audiencia, de ser reconocida, de poder optar a las opciones que las redes sociales te ofrecen cómo exclusivo… No puedo parar, pero ese susto basta para que vaya al médico o al menos, piense en ir.

Aunque tengo muchos seguidores, no es suficiente, pero así ¿Qué otra cosa me puede ocurrir? Tengo miedo, a la vez que no puedo parar de mirar con cariño las redes.

Una conocida me ha dicho que si de verdad les gusta el contenido que hago me esperaran pero el contador ha bajado progresivamente y no estoy segura de ello. Me hace dudar.

“Te juegas tu salud, amiga” me ha dicho ella. Pero no lo veo tan claro. Con las redes he descubierto qué es lo que realmente se me da bien, es imposible un descanso no es factible, estoy en mi mejor momento, no ahora, quizás más adelante. Tomo cafeína para mantenerme ‘on fire’,pero eso solo logra que por las noches no duerma lo suficiente cómo para que descanse como es debido. Mi cansancio comienza a mermar los escritos y con ello, las visitas bajan. Estallo irritada, no conforme y con la creencia de que si no duermo es por que hago mejor mi trabajo, porque para mi, las redes son mi vida pero esa misma noche el corazón se me acelera tanto que creo que me voy a morir ahí mismo en el cuarto donde suelo crear y dedicar mi tiempo. Acudo a urgencias, ansiosa y gritando. También llorando. Pero cuando el doctor me atiende de urgencias es totalmente tajante conmigo así escribo en mi muro lo que me ha dicho... (...) 


SI QUIERES SABER CÓMO TERMINA ESTE RELATO VISITA...: 

MASTICADORES DE MÉXICO- LA RECETA MÉDICA...

...Y luego vuelve para que te recomiende algo. 


LA SUGERENCIA DEL VIERNES

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¿TE ATREVES A NO PARAR DE APRENDER O DISFRUTAR CON LA LECTURA?


GRACIAS POR LEER Y VISITAR MI BLOG

FELIZ FIN DE SEMANA Y... 

FELICES LECTURAS.


©El Rincón de Keren 

Comentarios

  1. Qué bueno Keren. ¡Casi podríamos hablar de tres entradas al precio de una!
    El relato es estupendo y me parece una manera perfecta de reflejar lo que las redes sociales y los likes pueden provocar en nuestro cerebro. En realidad hablamos de pura química pues la dopamina se eleva cuando la gente, nosotros también, recibimos likes, piropos u otras alabanzas. También está el lado destructivo, claro. El tema hater es muy irritante. Pero pienso que en definitiva la mejor receta es un equilibrio entre nuestras vidas reales y las virtuales. Lo bonito, además, es cuando en esas dos vidas confluyen y se pueden hacer amigos reales desde las redes sociales.

    Un fuerte abrazo.

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    1. Hola, Miguel!!¿ Cómo estas? Espero que bien.
      Creo que la combinación de ambos mundos es importante, creatividad y vida social (real) es una manera de mantener ese estado de animo en el que ni todo es tanto cómo para tomárselo a pecho ni todo es para menos. Me explico: Hay veces que se tiene la creencia de que cuanta mas vida social en redes tengas más triunfaras (Habra excepciones) pero tener una vida social real hace que ese nivel de dopamina no caiga en el egocentrismo, diriamos que en nivelar los estados irritantes y esa cara cruda que tienen los espacios internautas. Así que, creo que el equilibrio, así cómo mencionas, es clave.

      Gracias por pasarte por el blog, compañero.

      Feliz fin de semana.

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  2. Ay amiga! Tienes que hacer lo que te gusta y dis frutas.
    Yo voy a mi libre albedrío no trabajo con editoriales .sólo yo y mis lecturas
    Amo el gótico y la gente se espanta jijiji.
    A seguir que yo te leeré.
    Excelente trabajo.Saludosbuhos

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    1. Hola, Buhoevanescente!! obviamente esto es un relato, no he alcanzado las cifras del relato ni de lejos. Creo que hay que diferenciar entre algo real y algo ficticio. Pero bueno, gracias por leerme. Un saludo!!

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  3. Hola, Keren. Un excelente ejercicio de eso que llaman "corriente de pensamiento". Reflejas perfectamente el estado obsesivo y ansioso de quien queda atrapado en las redes. Las frases cortas, las reiteraciones que acompañan las rumiaciones, incluso las contradicciones como esa preocupación por el descenso de seguidores, pero ese buen entendimiento que lo mejor es conseguirlos de la manera cómo se debe... Desde luego consigues trasladar al lector esa ansiedad y hacer imposible el no clicar el enlace para ver la receta, llena de sentido común, del buen doctor. ¡Saludos!

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    1. Hola, David!! Creo que en esta era, o subes o le sacas provecho a las redes y disfrutas. ¿A caso somos número? estamos convirtiendo la sociedad en un número o una reacción cuando debería saber placer y gozo. Quería reflejar la obsesión y el buen hacer de las redes sociales si se hace buen uso. Y... No tenías por qué entrar a comentar pero lo has hecho, mil gracias David.

      Feliz fin de semana y que descanses.

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