Relato: No es amor, es una obsesión | El Rincón de Keren

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Muchas mujeres tienen que sufrir el estar solas con la presión de la sociedad que nos exige tener pareja a toda costa. Si eres una mujer de "Éxito" se te juzgará por tener todo y cuando tengas pareja, si eres una persona corriente probablemente, tengas que ir a terapia para superar todas piezas que supuestamente, la sociedad dice que no encaja en ti: NO TENER PAREJA. 

¿Es acaso malo no tener pareja cuando... estando en pareja, muchos hombres y mujeres fantasean con la soltería sobre todo cuando hay problemas? 

¿En serio tiene que girar entorno  toda nuestra vida, a una persona? y es más ¿Queremos que nuestra pareja soporte ese gran peso que le ponemos por querer que nos quieran? ¿Hasta donde llegarías por no estar sola o solo? 

me he preguntado muchas veces esto. Pero prefiero fantasear con este relato, y haceros reflexionar. 



NO ES AMOR,
ES UNA OBSESIÓN 

@AstroAi


  

Atardecía como cada tarde en la ciudad de Barcelona. Las nubes cubrían los rascacielos dejando una ciudad, anegada de niebla y cubierta de coches con relente que se sumían a las largas colas que se sucedían en la Meridiana. Todos estaban deseando que llegara el momento de avanzar unos milímetros más, para poder llegar a casa. Pero Aura estaba segura de que aquel atasco, tenía algo más de raro que de usual.

Mientras iban avanzando los coches por la autopista, Aura encendió la radio. En ella emitían las noticias de cada mañana.

“Fuertes nevadas a lo largo y estrecho de la península y con fuertes lluvias en la zona del norte”

Aquello les auguraba, unos días grises, las calles estarían vacías y Aura podría pasear por donde quisiera. Pues estar rodeada de tanta gente, le producía, más molestia que alegría.

Por fin, avanzó lo suficiente como para tomar la salida Terrassa /Manresa para llegar a su pueblo. Pero al pasar cerca del pueblo vecino, halló un gran accidente: dos coches habían colisionado y uno de ellos se había estampado contra un semáforo. Hecho que hacía que los conductores redujeran la marcha para averiguar qué había ocurrido. A Aura le daba sin cuidado, lo que quería era llegar a casa y tumbarse en el sofá mientras veía Netflix y poco después veía los storie de su cantante favorito.

Aura estaba obsesionada con él. Miraba todas sus fotos, escuchaba toda su música y se había comprado todas sus camisetas. Pero al contrario de lo que hacía toda la gente, ella nunca dejaba comentario. "¿Para qué?", Pensaba. Muchos de los que comentaban eran para incordiarle y para llevarle la contraria; la red estaba llena de haters. Pero aquella tarde un nuevo suceso, mientras escuchaba su música favorita, iba a desmoronarla.

Su hermano había llegado a casa. Pasaba por casa porque necesitaba ropa limpia. ¿Porqué sino? Aura echaba mucho de menos a su hermano menor, pero claro, no podía impedir que el volviera con su pareja, mientras ella tenía que aguantar los reproches de su madre con cada suceso que ocurría en la casa. “La mesa está sucia” “Los platos no están lavados” “La ropa sigue tendida” y así todos los días, hasta que acabara el año; Aquello, se había convertido en el pan de cada día, pero nada podía hacer, ya que los pisos y las habitaciones estaban tan caros, que no podía hacerse con uno. A la cola, se sumaba la idea que de que sus ingresos no eran del suficiente grosor cómo para poder alquilar uno, y si le apurabas, se veía con sesenta años, viviendo en casa de su madre, avocada a encontrar una pareja para poder salir de aquel infierno que no le daba ninguna intimidad.

Aura, estuvo todo el día leyendo, escribiendo, paseando, haciendo las tareas de casa y cuando había acabado de hacer todo, se sentó en la cama y miró el móvil, en busca de una pista del paradero de su cantante favorito. Ella suspiraba por él, soñaba con él, cantaba con el — en su habitación al son de la música— pero nunca se atrevía a decirle nada. Para colmo, su madre se había echado pareja y su hermano, había vuelto con su expareja. Parecía que el destino pretendía dejarla sola para toda la vida. “Siempre te tendré a ti”, pensaba mientras miraba los videos de las historias de la aplicación. Pero aquella foto la dejó consternada: aparecía su cantante favorito simulando un beso con una chica. El chasco que se llevó fue tremendo. ¿Pero qué podía hacer? Nada.

Los siguientes días se sumió en una melancolía de la que no sabía cómo salir. Así rompió todos los posters, guardó en el trastero las camisetas de su ídolo y se abrió una cuenta en Tinder.

 A primera vista, todos los hombres parecían dados al deporte, muy intelectuales, muy musculados, muy simpáticos, pero cuando entablaba una conversación con ellos, enseguida le decían de quedar para echar un polvo. Harta de aquello que le llevaba sucediendo desde que tenía quince años. Decidió echarle morro. Por eso, y porque llevaba un año sin tener relaciones. Conoció a Oriol que al principio mostraba mucho interés. Pero Aura no le hacia mucho tilín. Pasaron tres meses y decidió escribirle un mensaje, quedaron para tomar un café y se sorprendió teniendo mucho en común: literatura, arte, fotografía … parecía el hombre de sus sueños. Sin embargo, todo tiene una parte mala, y debe ser la única, porque no había otra en su vida: Él le pidió tener relaciones sexuales. Como llevaban tiempo teniendo conversaciones y habiendo quedado para conocerse, decidió acceder. Aquella noche, se acostó con Oriol y su mundo cambiaría.

Ahora Aura estaba enganchada a Oriol. No paraba de pensar en él, de escribir sobre él, todo le recordaba a él , bueno , no le escribía mensajes porque no quería parecer pesada pero llego un momento, en el que, se sintió tan afligida por el miedo que le causaba que él no sintiera lo mismo que decidió confesarle sus sentimientos:

-“No hay feeling”-le dijo Oriol

Aura, estaba harta de los mismos gilipollas que se encontraba. De las mismas excusas que se inventaban solo para llegar a tener unos minutos fugaces. Pero viendo que ningún hombre la veía para algo más que no fuera una noche de desahogo. Decidió quedarse sola. Aunque ello la llevara a no mantener nunca más relaciones sexuales, tener que soportar a su madre, y sentir envidia de su hermano menor por tener todo lo que ella nunca iba a tener. Porque a veces, respetarse, también es decir que no a los que sabes que no te hacen bien.

¿Es Aura la rara?

©El Rincón de Keren 

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2 comentarios

  1. Muy buen relato. Justo estaba viendo un documental sobre este tema. Abrazos

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    1. ¡Hola, Nuria! Ya contarás de qué va el documental. Espero que fuera de tu agrado. Del mismo modo, me alegra que te haya gustado mi relato. Un saludo y feliz noche.

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