Hola! ¿Qué tal? Como pasa la semana? ¿Bien?
El caso es que ayer salí un momento con mis pantalones de chándal y con esa sudadera que con la que no saldrías ni loca pero iba cómoda y como solo iba a ser un momento pues no le di demasiada importancia.
Pues bien, salgo bajo varias cuestas, subo algunas otras y llego a una calle concurrida en la que hay muchos coches y algo de gente. Cuando voy llegando a mi destino pasa de largo una moto con dos chicos y se oyen risitas mientras me miraban a lo que no hago caso porque eran unos críos, pero es que llego casi a la puerta cuando un grupo de señoras, de entre 30 y 40 años , se asoman por una pared en la que veo claramente que le dice una a otra , “ mira a esa” y la otra mas discreta la pobre … giro la cabeza como 180º a lo muñeca diabólica y se me quedan mirando, sale otra cabeza que se asoma a lo que yo digo : Que pasa?! Y me dejan de mirar.
Señoras que no saben disimular y que con la edad que tenían y ni mucho menos mas gordas que yo te miran como si fueras un bicho raro, esmerense en aprender a disimular por que esto ... no funciona. Deben de estar poseidas por el cotorronismo o algo por el estilo pero vamos de disimular... nada.
¿Cuantas veces he tenido que aguantar las intensas miradas de gente estúpida que por no ir arreglado o estar en un canon de belleza establecido hacen muecas, carcajadas y miradas extrañas? ¡Muuuuuuuuuuuuuuuuchas!
Me hizo sentir un poco mal pero no demasiado pues iba cómoda y no me importó.
Para hacer la prueba, por la noche me fui a buscar a mi marido al trabajo y me arreglé un poco con mi cara maquillada, mis labios igual y un poco más arreglada y… ¡sorpresa! La gente no mostraba esa insistente mirada fija, bromeante y de mal gusto.
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