¡Hola mis lectores!
¿Cuantas de nosotras no han llegado a los 30 y no han
pensado que habría que cuidarse más y comprarse alguna que otra crema
antiarrugas porque pensamos que así nuestro aspecto no se verá marcado por la
vejez? Seguro que alguna hay. Pues os vengo hablar de lo que afecta el estrés y
la depresión a nuestro rostro.
Un estudio revela que el estrés y la depresión no solo
podrían dejar mella en nuestros rostros faciales. Este estudio, creado por la
escuela de medicina de la universidad de indiana ( EEUU ) y el instituto de Scripps
especializado en biomedicina, nos hacen saber que mediante un experimento con
lombrices, en un entorno bioquímico, similares al del cuerpo humano ,pueden
mostrar una clara similitud entre el estado de ánimo y el estrés además de la
prolongación de la vida que ayudó encontrar la fórmula o el milagro para la “eterna
juventud” y su prolongación mediante : Omega-3 , Quercetina, vitamina D y Revestrol
, entre otros.
¿Estamos ante la posible “eterna juventud”? ¿Qué efectos nos
puede acarrear? ¿Estarán en manos adecuadas? ¿Será accesible para todo el mundo
o solo para un exclusivo número de personas? Todo lo que sabemos es que es
revolucionario y que más de alguna mujer o algún hombre, se haría con el gen
ANK3.