Lo que quiera que fuese,
Se terminó.
Me encontraba vagando por las calles
de verano,
Embriagadas de una soledad,
Casi terrorífica,
Ya no sentía nada,
Ya no quería nada,
Lo que quiera que sintiese,
Se había convertido en dolor.
Mi mente no asumía el cambio,
Y solo podía sollozar,
En el girar de las esquinas,
Sin rumbo,
Sin alma en las calles,
Sin sentido en la vida…
Él y yo,
Ya no estaríamos juntos.
Jamás volveríamos a ser,
Parte del otro,
Jamás…
Tan lejano como el final de esas
calles en las que,
Lo único claro era la luz de las
farolas al pasar.
Jamás volveríamos,
Jamás reiríamos,
Pero lo que nunca jamás volvería,
Es el engaño,
La culpa,
La mala vida,
Mis ojos notarían su ausencia pero,
Mi corazón comenzaría un nuevo latir,
Lejos de la oscuridad,
La inseguridad,
Y los disgustos.
Vería el amanecer,
Después de un largo recorrido,
El rocío bajo mis pies y
Un nuevo camino,
El camino,
Hacia mi libertad.
Hola Keren, precioso.
ResponderEliminarPorqué para ver la luz, tienes que saber que es la oscuridad, y entonces poder vislumbrar el camino.
Al final la esperanza de una vida mejor, de una vida plena.
Eres una artista, ole tú!!!
Abrazos Keren!!
Gracias Miguel !! si es que te tengo que querer! estoy de acuerdo contigo , una vez se conoce uno se conoce el otro lado. gracias por tu comentario.
ResponderEliminarMi última historia... Únicamente hay que sustituir "él" por "ella" y estaría idéntica. Muy bien, Keren, sigue así.
ResponderEliminarGracias Roger!
ResponderEliminarme anima mucho. Un saludo!
Gracias Roger!
ResponderEliminarme anima mucho. Un saludo!