¡Hola mis seguidores, lectores habituales y nuevos lectores!
Queridos lectores , siento haber tardado tanto en escribir la segunda parte , pero como prometí en Instagram, aquí lo tenéis. Espero sea de vuestro agrado.
Imagen propia
¡Yo te quise!
...Andrea no podía comprender como le podía estar haciendo esto a ella, así que salió del coche enfurecida por la rabia contenida por la situación. En ese momento, no podía pensar en ningún código, ya que el lugar al que la había llevado, no era ni más ni menos que… a un cementerio.
Y es que todo esto tenía una explicación y Álex se disponía a hacer sentir mejor a su amiga. La que en tantos encuentros habían coincidido, su confidente, su alma gemela… Álex no podía negar que algo de aprecio sentía por aquella pequeña de apenas 18 años, recién cumplidos, a la cual la había estado esperando tanto tiempo pero que ahora pasaba por algo que quizás ella no podría superar sola y para eso, estaba él:
- Andrea, ¿Sabes que puedes contar conmigo verdad? – y añadió – Nada de lo que me digas saldrá de mi boca, así como tampoco se enterará la jefa de nada de lo que tú me cuentes. – Confesó
- No es nada Alex… es solo que la echo tanto de menos…
- No tienes nada de lo que avergonzarte o por lo que sentirte mal. Es lógico que aun sientas que te falta algo. Formaba parte de tu vida y como tal no es malo tenerla presente. – intentó consolarla
- Ella me escondía los cigarros y me decía que nadie me querría más que ella pero que si fumaba que fuera porque así lo decida, no por seguir modas, ni por nadie. – confesó. -¡Dios mío! ¡Ya va hacer un año que falleció la abuela!
Entonces comprendió que Andrea estaba muy ligada a su abuela Paqui, que quizás debería tener más paciencia, más incluso que cuando pasó lo sucedido, así pues debía guardar sus sentimientos y ser el hombre que la cuidara. No porque fuera él el hombre, sino porque por encima de todo, eran amigos y eso valía más que perderla para siempre. Por suerte, Álex, tenía preparado en el coche unos claveles en el maletero desde la mañana, puesto que tenía pensado llevar a Andrea a visitar la tumba de su abuela:
- Andrea, yo sé que nos está viendo. Sé que estaría muy orgullosa de que te sacaras la ESO y de que comiences una nueva etapa en busca de tu sueño.- Aseguró con firmeza.
Andrea rompió a llorar y Alex sacó del coche los claveles del coche para mostrárselas:
- Estas en todo Alex… – dijo entre lágrimas
- Ven, iremos a visitar a tu abuela. Verás que te sientes mejor.
Andrea siguió a Álex, y allí, estuvieron casi hasta media noche hablando. Cuando ya no hubo palabras, sino abrazos y consuelo, Álex prometió a Andrea que siempre iba a estar ahí para lo que necesitara y así concluyó aquella charla, hasta que sonó el móvil de la joven. Era su madre, preguntando a qué horas pensaba venir, por lo que el chico decidió llevar a su amiga a casa antes de que la castigaran a ella y él le cayera una tremenda regañina de su madre.
⧫⧫⧫
Han pasado dos años y Andrea ya tiene 20 años. Aún recuerda la promesa que Álex le hizo y que por desgracia con el tiempo, rompió, debido al carácter de ella. No obstante, una promesa era una promesa. En todo este tiempo Andrea consiguió superar el fallecimiento de su abuela recordando los buenos momentos y el cariño que le brindó hasta su muerte, pero también el apoyo de Álex y que para ser justos, tuvo que aguantar mucho de ella. Lo único que sabía del joven es que había comenzado a trabajar y que no se le veía el pelo los fines de semana por casa. Al parecer, la madre del joven, decía que podría ser que se hubiera echado novia. Andrea sentía celos de aquella chica a la que no conocía, a la que ocupaba el corazón y probablemente la mente de Álex. No sabía porque sentía rabia, no sabía porque de pronto lloraba como de pronto pensando en Álex su corazón se aceleraba. Así que decidió ir en busca de él con la excusa de que hacía mucho tiempo que no se veían y averiguar de una vez por todas quien era ella. Si es que había un “ella “.
Aquella mañana salió escopeteada de casa en busca del chico con el que tanto soñaba. Fue al parque donde solía pasear a su perrita linda, con la esperanza de verlo antes de que se fuera a trabajar, pero allí no encontró a nadie. Anduvo hasta aparecer por el local donde solía reunirse con sus colegas. Andrea iba a entrar cuando se abrió la puerta desde dentro y vio que salía una muchacha con el pelo castaño, una chaqueta vaquera, unos pantalones de cuero y acento inglés. Justo después, un chico con gorra de apariencia joven salía al mismo tiempo con la misteriosa chica. Se pararon en la puerta los dos a fumarse un pitillo mientras Andrea a lo lejos intentaba averiguar quién era el de la gorra cuando ella , la chica de la chaqueta vaquera, en un intento por coquetear con el chico le quita la gorra al muchacho y …¡ sorpresa! ¡Era Álex!
Andrea no lo reconoció por la forma en la que iba vestido. Parecía que venía de un concierto de rap y lo que era más preocupante para ella era ¿cómo osaba esa chica tan siquiera tontear con él? En aquel momento Andrea pensó en acercarse a ellos y sorprender Alex pero pensó más tarde al ver como se alejaban del local que mejor sería olvidarse de todo aquello, así que decidió volver a casa.
A la mañana siguiente, Andrea encontró un mensaje en el móvil en el que decía: “adivinas quien soy”. Evidentemente aparecía la foto de la persona que le escribió, era Álex con un corte de pelo al uno, unas gafas de sol y camiseta de los Lakers. Andrea se sintió traicionada. ¿Cómo teniendo novia, se atrevía a escribirle? <<… y se sentirá orgulloso… >> pensó mientras se dirigía a la calle.
Andrea fue hacer los recados que le había dicho su madre que hiciera para antes de la comida y así lo hizo. Cuando volvió estaba su madre en la cocina tomando café. Se oía la voz grave de alguien , pero no conseguía adivinar de quien era hasta que al asomarse en la puerta … para su asombro , era Alex que había venido a verles y tomaba una taza de café esta vez con unos vaqueros , una camiseta y americana. Andrea lo encontró bastante guapo, con porte, pero el pelo corto, no le favorecía nada. No le hacía gracia que viniera a su casa como si nada después de lo que había visto pero actuó con indiferencia:
- ¡Aquí tienes jefa! Todo lo que me habías pedido para este mediodía.- dijo sin apartar la cara de su madre e ignorando al chico que se quedó sorprendido con su llegada.
- ¡Hola….! Andrea ¿cómo….? –intento articular
- Si me necesitas jefa, estaré en mi habitación escribiendo. – dijo sin mirarle a la cara y cerrando la puerta de la cocina con fuerza.
Andrea se metió en su cuarto y en ese momento, con la cabeza hundida en la almohada comenzó a llorar. Echó de menos a su abuela. Ella hubiera sabido que decir en esas situaciones, ella la habría sabido aconsejar, le habría dado el cariño que Álex no mostraba en ella. Ahora mismo ella pensaba que Álex, era un patán.
A lo lejos se oyó el golpe de la puerta, anunciando que Álex se había marchado por fin de casa. Fue entonces cuando Andrea puso el pestillo a su puerta y no salió de la habitación en todo el día.
Por la noche, un nuevo mensaje llega a su móvil.” Este sábado es el cumpleaños de Claudia. ¿Te animas?”
Andrea pensó que le vendría bien estar con gente que no fuera su familia y distraer la mente en otra cosa. Acepto la propuesta y volvió a hundir la cabeza, llorando así durante toda la noche.
Era por la mañana, y cuando se estaba lavando los dientes, otro nuevo mensaje llegó a su móvil en modo vibración en el bolsillo de su bata rosa. Era Álex. Este le pedía que se vieran en el local donde se reunía con sus colegas porque tenía que hablar con ella, que era algo urgente, pero ella le respondió con un: “Tengo planes. Lo siento. Quizás en otra ocasión”
El cumpleaños era a las nueve de la noche. Tenía que hacer lo posible por no caer y decirle a Alex que quería quedar. Lo que hizo fue hacer todos los deberes que le habían mandado para la semana siguiente y al acabar, estuvo mirando en el armario algún vestido arrebatador. Ya que Alex no era su novio o lo que carajos quisiera él después de tantos años juntos, hoy iba a ligar en el cumpleaños de Claudia y se iba a ir con el primero que se le apareciera, bebería y que fuera lo que dios quisiera. Sacó del armario un vestido gris ceñido, pero también unos vaqueros y un top con escote. Después de mucho pensarlo, escogió los vaqueros y el top con el escote. Se fue directa al tocador y se maquilló. Se puso unos tacones. Ya eran las ocho y media. Cogió el móvil y el bolso, junto con el dinero y las llaves de casa. Bajó las escaleras de la casa, al llegar a la puerta, abrió y allí estaba él con los pantalones ajustados, su camiseta y la americana apoyado en el coche. Se giró y…:
- Estas… estas… - No pudo articular
Andrea no se quedó a averiguar qué era lo que quería decir Alex así que siguió su camino. Pero entonces él le dijo:
- ¡No piensas decirme al menos un hola?!- dijo mientras ella estaba de espaldas.
- Veo que al final se te ha ocurrido qué decir. Si quieres algo, dímelo rápido, tengo prisa y llego tarde. – dijo intentando que no se le notara su interés por él.
- Andrea, tenemos que hablar. Creo que es justo que después de dos años tengamos esta charla. – dijo en tono misterioso.
- ¿A qué te refieres?
- Sube al coche y te lo mostraré.
- Tengo prisa Álex, ¿qué parte de llego tarde no has entendido?
- Andrea… no me hagas esto…por favor... - dijo mientras Andrea comenzaba a girarse para seguir su camino pero entonces, la cogió en brazos y la subió al coche mientras ella le maldecía.
Cuando ya tuvo a Andrea en el interior del coche, condujo hasta un parque, ese parque tenía un significado especial, pero para Andrea parecía que no:
- ¿A dónde me llevas? ¿Qué hacemos aquí?- dijo extrañada
- ¿No recuerdas este sitio? – dijo en un tono serio
Para Andrea la única relación que guardaba aquel parque era que Alex y ella estuvieron viéndose en el durante muchos años seguidos para confesarse cosas y que desde hacía cosa de dos años no habían vuelto a ir:
- Andrea, yo te prometí que estaría para ti siempre…. –dijo sin que Andrea le dejara hablar.
- Por lo visto tu palabra no cuenta para nada , porque ni me has llamado ni has preguntado por mi …- dijo furiosa
- ¡¿Quieres callarte?! – dijo de un salto – Te he traído aquí porque aquí fue donde nos confesábamos cosas y hoy voy a confesarte algo – puntualizó mientras Andrea le miraba esperando que anunciara su noviazgo con la chica de la chaqueta vaquera… - Andrea… no duermo… no como… y esto me está matando… la duda me reconcome…. – prosiguió a los ojos como platos de Andrea - Estoy… Estoy enamorado de ti…
Andrea tenía los ojos tan abiertos y estaba tan asombrada por sus palabras que no pudo articular. Así que cogió aire y le dijo:
- Te vi saliendo del cobijo con una chica inglesa que llevaba una chaqueta vaquera hará cosa de dos días ¿Cómo sé que no estas actuando como un crio que solo quiere jugar con dos chicas a la vez?- sentenció
- ¡Andrea! ¡Ja ja ja ja ¡
- ¿Qué es lo que te hace tanta gracia? Yo también quiero reírme- dijo en un tono sarcástico.
- Esa chica era una estudiante de intercambio que vino hace ya dos años y con la que he estado recorriendo la ciudad de cabo a rabo, con la esperanza de que me dejara de una vez por todas y no se llevara un mal recuerdo de España. – dijo entre risas
- ¿Entonces…?
- Entonces, Cuando tu hermano cayó en una profunda depresión que no quería estar en casa, yo estuve ahí, cuando la jefa actuaba rara porque tu padre se quedaba en el trabajo a dormir porque no podíais pasar el mes con lo que teníais, yo estuve ahí… Andrea… ¡Yo te quise! estoy loco por ti, y no tienes nada de qué preocuparte por que llevo detrás de ti desde que nos encontramos en este parque. Lo que me extraña es que no te hubieras dado cuenta ya.
Andrea no podía creer lo que escuchaba, pero cuando ella iba a agachar la cara e Iba a decir algo… en aquel momento Álex la apretó contra él con pasión como si no quisiera que ese momento pasara y la besó con frenesí, haciéndola saber, que sus palabras, eran ciertas. A Andrea le temblaban las piernas, ya no recordaba el cumpleaños, ya no estaba enfada, estaba en sus brazos y nada ni nadie podía separarla de él una vez más, esta vez, se querrían, pero para siempre.
Fin.
Hola Keren.
ResponderEliminarBroche de oro para una historia que se merecía un final feliz.
Cuando te enamoras y el amor es correspondido todo pasa a un segundo lugar, lo cuentas tan bonito que poco puedo añadir yo.
Una sensación que cuando se siente es inigualable y además no puede comprar el dinero.
Excelente redacción y completisimo trabajo, te doy mi más sincera enhorabuena por un texto que tú has diseñado, imaginado y llevado a cabo, es decir una obra de tu imaginación.
Un gran abrazo, eres grande Keren!!
Hola!
ResponderEliminarEl amor todo lo cura y como bien dices , no lo compra el dinero.
Gracias por tu comentario , me alegras la mañana !!
Abrazo de vuelta !! Felices fiestas!
Hola!
ResponderEliminarEl amor todo lo cura y como bien dices , no lo compra el dinero.
Gracias por tu comentario , me alegras la mañana !!
Abrazo de vuelta !! Felices fiestas!