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©ElRincóndeKeren |
Atravesó el largo pasillo. Se acercó al gran pomo que la puerta albergaba con siluetas esculpidas en ella. Se vio ante la inmensa puerta dispuesta a girar el artilugio con todo el miedo que en ella emergía, incluido el nerviosismo que hacia que sus manos temblorosas desearan con algo de anhelo, la calma. Respiró hondo, exhaló y tras un par de parpadeos, abrió la puerta.
Una luz cegadora iluminó su rostro obligándola a alzar la palma de la mano y usarla como visera para lograr ver algo. Poco a poco la luz se fue atenuando, los objetos tomando forma y la razón comenzando a dar sentido a lo que estaba viendo, pero ni por asomo podría ser algo de este mundo. Un bosque en el que se dejaba entrever un camino adoquinado por una luz lejana como protagonista la atraían como que no quería la cosa hacia un lugar donde se había señalizado con la palabra <<Elección>> mientras levitaba sin poder resistirse a ello.Su mente intentó pronunciar un leve pensamiento, pero esta se negaba. Lo que el cuerpo le pedía en ese momento era asentar tal cumulo de sosiego, mezclado con una pizca de euforia. Sigue levitando mientras socava donde está pero no le da tiempo pues una fuerte presión la deja caer y como no logra controlar el impulso cae de costado contra ese suelo adoquinado que contrae una luminiscencia que la deja sin fuerzas. Parecen pasar varias horas hasta que logra orientarse de nuevo.
Frente a ella hay en cambio tres caminos en los que rezan, revoloteando, unos carteles: “Humildad”, “Ego” y “Reconocimiento”. Ningunas están asignadas a un camino en concreto. Ante aquel desafío en el que la mente intentaba recobrar la cordura a todo lo ocurrido, simplemente eligió uno.
Eligió el del centro. Sin razón aparente. No debía ser comprensible pues en aquel momento lo único que se le antojaba era poder encontrarle sentido a lo que ocurría.
Anduvo por caminos llanos durante horas, pero cuando aquello parecía ser el fin de un largo recorrido se encontró con un terreno rocoso en el que hubiera deseado llevar un mejor equipamiento para sus pies en vez de unas simples zapatillas de deporte. Como podía, atravesaba el lugar. A veces tenia que trepar para conseguir pasar, otras, debía penetrarlo de lado y cuando podía volver a trepar, comprendió que esto quizás era un castigo, pero ¿Por qué?
Estaba cansada y había caminado mucho, pero el abrupto camino se había convertido ahora en una interminable subida que desde donde se encontraba no lograba ver, por más que quisiera, el final. Fue entonces cuando pensó que, en algún momento, debería bajar.
En efecto, tras varias largas horas maltratada por ese sol de semblante marciano, con la piel castigada, la ropa desquebrajada y con una fatiga que la obligaba a tomar largas bocanadas de aire para conseguir adquirir la respiración normal en ella, al fin llegó a la ansiada bajada. Bajó casi sin poder creerse que después de aquel sobre esfuerzo en aquel extraño mundo le diera tregua. Sin embargo, no pudo controlar una sacudida más seguida de un estruendo que la alzó por aquel cielo rojizo que se tornó, mediante el viento violento y las nubes, de una paleta multicolor. El cielo cambió varias veces, hasta que finalmente la sacudida la dejó inconsciente.
Todo está negro. Puede sentir como aun tiene los ojos cerrados. Puede sentir como su corazón está descontrolado. Se oye un chapoteo. Debe de estar lloviendo allá dónde se encuentre ahora. Algo que se asemeja a un teléfono antiguo suena, pero aún está demasiado débil, <<¡ Vamos, inténtalo!>> Se dice. Con torpeza se lleva una mano a la cabeza y lentamente abre un ojo hasta que el estruendo la obliga a abrir completamente los ojos y se encuentra encorvada encima de la mesa de trabajo: Las facturas, la lista de la compra, una nota en la que logra leer: “Su hijo debe llevar…”, apuntes del trabajo, el café derramado, la cena de ayer en una mesita y el impertinente rugir del aparato que sigue con insistencia su cantar que al lograr ubicarse e ir en su busca, este cesa.
De nuevo vuelve a sonar el teléfono y con algo de desatino logra comprender que es su jefe invitándola a que presente su atrayente proyecto. Un proyecto, en el que llevaba embarcada hace más de un año que implicaba trabajar en lo que ella siempre había querido. Ello implicaba poder pagar las facturas a tiempo, poder pagar los indispensables para su hijo y sobre todo, el duro trabajo de años de indecisiones, trabas, esfuerzo, noches en vela y malas decisiones que hicieron que el sueño que acababa de tener probablemente tuviera algo de sentido.
Hola Keren, una redacción muy cuidada y bien desarrollada, nos lleva a un mundo onírico en el que el subconsciente de los sueños aparece reflejado en un mundo de fantasía y con toques marcianos que has recreado de maravilla. Muy buen relato y aunque los finales que acaban con un sueño me generan dudas, esta vez he de decir que has dado las suficientes pistas para indicar que estábamos ante un género fantástico y por ello no hay trampa ni cartón. Felicidades por un gran escrito. Un abrazo Keren.
ResponderEliminarHola Miguel,
EliminarEntiendo lo que conlleva quizás poco rebuscado y de lo que abunda pero cotidiano. En un blog comentaban a modo de introducción, que los sueños encierran algo relacionado con la naturaleza, aunque en este caso quizás nada. Pero a lo que me vengo a referir es que a veces pasamos por alto el tema de la conexión con nuestra vida. Quizás no se ha notado la intención pero me agrada que pese tu critica con respecto a tipo de comienzos, te parezca de buen gusto. Un saludo y gracias.
La elecciones que hacemos en la vida pueden afectar no solo a nosotros sino a los que nos rodean y es difícil decidir que camino tomar. Un beso
ResponderEliminarHola Asunción,
EliminarLo que comentas es cierto, pero quería hacer hincapie en el trabajo que supone enfrentar una elección. Las elecciones dan miedo pero a veces, incluso con miedo, hay que elegir y lo más importante, no es tanto qué elección sino llevarla acabo con todo lo que conlleva. Gracias por pasarte y aportar.
Los sueños siempre son interesantes, siempre significan algo aunque en apariencia sean absurdos. Quién sabe si el de tu protagonista era un adelanto de lo que estaba por venir, una especie de advertencia...En cualquier caso creo que nuevas puertas se abren siempre en nuestro camino y hay que estar preparados :)
ResponderEliminarUn texto estupendo, Keren. Gracias por compartirlo con nosotros.
¡Un saludo!
Hola Julia C.,
EliminarQuería darte la Bienvenida y decirte que para mi los sueños guardan o esconden nuestros secretos mejor guardados por lo que no es raro que piense que tienen algún significado, sea de lo que sea. Un buen regalo sería un libro de los sueños jjeje (lo estoy pensando y sí, me lo auto-regalaré jjeje) Mi pareja no le da importancia, creo que no guarda sentido pero más del 80% de lo que hacemos pasa por nuestra cabeza, ¿Por qué no en los sueños?
Celebro que te haya gustado y gracias por darle este toque de información adicional al texto. Un saludo!!
Como siempre es un placer leerte Kerem. Como entiendo a la protagonista eso de elegir lo llevo fatal, la verdad es que suelo ser muy indecisa. Un beso
ResponderEliminarHola,
EliminarA veces, no es tanto decidirse sino tomar una eleccion que se adapte a ti. Seguro que habrás oído que el camino se hace poco a poco pues elige eso que te ronda por la cabeza y por el momento tan solo eso. Llévalo hasta el final y en ese final evaluate tú porque la mayor satisfacción es la auto-evaluación y di además estás satisfecha con lo que has hecho entendiendo el esfuerzo sin desvalorizarte sino tomar los errores como algo mejorable, te sentirás muy bien. Es solo una sugerencia.
Como ves, la protagonista elige una opción y la lleva a cabo hasta que esa fuerza la arrastra a la realidad que parece guardar relación con el esfuerzo por un proyecto que la hacia ilusión. Quizás ese sueño en el que piensas se haga realidad. Claro que sí. :)
Como siempre gracias por pasarte y dar tu opinion y tus puntos de vista.
Un beso!
En realidad bastante real, se puede empatizar con la historia. Bien escrita, como siempre, es un buen relato, Un saludo Keren
ResponderEliminarHola Sara,
Eliminarcelebro que hayas podido empatizar con ella. Pero más me agrada que hayas podido pasarte a verlo. Un gran saludo y gracias por tu valoración que siempre me alegra.