Relato: Naturaleza sabia

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Rosa salía de su casa cuando encontró algo por el camino, algo cubría aquel objeto con algo que parecía plástico, pero no lograba adivinar qué era por más que miraba. Era algo con una forma hexagonal que al descubrirlo, mostró algo que no podía creer a pesar de que en aquel mundo, ya había visto de todo. 

Aquel mundo, dentro de los límites establecidos, en los que ella podía decir que se sentía segura, había recorrido cordilleras de nubes rosas, atravesado mediante una nave de inimaginable tecnológica con la que poder ir, de acá para allá, en menos de quince minutos. Y además, había probado mediante el pensamiento, la  comida más suculenta que jamás hubiera advertido. Solo que aquel objeto, que parecía un mando de videojuego, se atrevía a decirle, con descaro, que no había visto todo lo que se había imaginado. 

Lo que ella encontró, fue un artefacto cristalizado que, iridiscente y con una luz latente, en forma de mando, pero sin cable, además, bastante pesado cómo para poder decir que era un mando de aquellos que hubo en su juventud lunar. Porque ahora, la luna y el sol, eran artificiales y su juventud... bueno, mejor hablemos de que la madurez le había traído consigo, la buena experiencia de no dar nada por sentado, pero en este caso, una vez más, la inteligencia humana, erraba para demostrar que no hay que quedarse con lo que "a priori" encontramos en el las galaxias. 

Le habían hablado tan bien de la galaxia. Hacer turismo, fue buena idea. Mientras escudriñaba aquello, observó que los seres Hummus y Obus habían salido a patrullar para la recaudación. Eso significaba, que si aquellos seres gordinflones y con malas pulgas, decidían quedarse lo encontrado, lo podían hacer. Hacía ya mucho tiempo que los humanos no estaban en lo alto de la cadena alimenticia, ni en inteligencia, ni en habilidades para prosperar. Sin embargo, había algo que habían aprendido aquellos seres rellenos : saquear tierra y construir en en ellas hasta no dejar ni rastro de las costumbres humanas. 

Las costumbres humanas habían sido del todo prohibidas, solo algunas, quisieron dejar que prosiguieran con el fin de dar un poco de «Libertad». Lo que aquellos seres no sabían era que ,aquellas costumbres tan mal vistas, se llevaban acabo en la clandestinidad, por lo tanto no era algo que se dijera a voces, pero Rosa imaginaba que los «Hu.bus», así era como los apodaban, no era que no lo supieran, sino que al igual que los hombres de la tierra, se creían con el desdén de creer que podían hacer lo que quisieran, cuando quisieran, sin el temor a extinguirse. Al fin y al cabo, eran ellos quienes reinaban y ponían las reglas ¿no?

Rosa guardó el objeto en la bolsa y actuando naturalmente, decidió volver a casa en uno de esos tubos  teletransportadores hasta el interior de su casa, con solo poner las coordenadas lunares. Se dirigió a la estación y allí donde ponía «cambio» extrajo sangre , unas fotografías del día en la capital. Incluido, todo lo consumido y sus deposiciones. ¡Aquello era el colmo! pero bien cierto era que, una se acostumbraba a todo con el tiempo. Y con el tiempo, aprendió a aceptar las costumbres de aquellos seres repelentes. Pero no extrajo lo que había encontrado. 

Introdujo las coordenadas. En diez minutos pasó todo a ser borroso , con luces centelleantes que indicaban el movimiento materializado de su cuerpo que convirtiéndose en partículas, que ahora ya no, pero hubo un tiempo, la hacían marearse y quedar exhausta. Abrió la compuerta y accionó el botón para que desapareciera el tubo al mismo tiempo: «Llegada al destino» No podía esperar más, tenía que averiguar qué era eso. 
Si algo había aprendido, era que, las casas, permitían toda la libertad en el interior . Decidió hacer una lectollamada para hablar con su amigo historiador, licenciado en ciencias de la tecnología, un hombre medio humano, medio androide habiendo conservado la mente humana al que hubo recurrido otras veces a él, en más de una ocasión. Comenzó una tormenta pero, a estas alturas, ya os imaginaréis que aquellos reinadores, lo tenían todo bien pensado, pues la banda ancha, era tecnología punta y como todo funcionaba por Internet, no había problema alguno con aquel temporal. 

Estuvieron hablando mientras el le explicaba sus deducciónes. Podría ser un objeto que se hacía llamar «El solarium» pues al haber cambiado de ambiente, había cambiado también su color. Pero no estaba del todo seguro. Con lo experimentado que estaba en su campo, ya podía ser algo inaudito. 
Por lo que decidió investigar ella, gracias a la ayuda de la red y su doctorado en Historia lunar  terrestre. Poco podía fiarse de las fuentes debido a que aquellos a los que les guardaba un respeto, los «Hu.Bus», cambiaron toda fuente de información, quedando inservible. Entonces, el mercado de la información, por algo de calidad y veracidad, tenía un coste que solo se podía pagar de una manera: con el silencio. Bueno, eso , y un buen fajo de billetes en pesetas lunares. Pero lejos de ser peligroso, consiguió su objetivo por tan solo cincuenta mil pesetas lunares. 
Con el cambio de moneda en Mavik, lugar de residencia, aquello era calderilla y un montón de formalismos que no tenían ninguna validez. 

Al cabo de una hora, todo tuvo su nombre y su documentación. Hasta había un certificado que explicaba la autenticidad del objeto. Era un algo sinónimo a una adoración relacionado con el mundo. Al parecer este fue creado por un Hu.Bus medio humano, con el fin de adaptarse a los nuevos tiempos e impedir los venideros. 

¿Tenía en sus manos el motivo por el cual los humanos habían sido sometidos?

Aquel secreto, podría habérselo llevado a la tumba si no fuera porque en ese momento, se dio un informe con la noticia de revisar todas las bandejas de entrada de los correos en que se hubiera recibido, correo «Sospechoso». Lo sospechoso era que hubieran decidido invadir la red para aquello. Se deshizo de toda la documentación, guardando únicamente el certificado con un nuevo objetivo: Averiguar qué estaba ocurriendo. Sin embargo, sin predecir partir a la capital, ya estaban aquí aquellos saqueadores, torturadores, mata humanos... 

-¿Teniente Rosa?

-Por favor, ya dije que estoy retirada. Pueden llamarme Rosa, a secas. 

- Tú, revoluciconária. No valer nada. Tu ser guerrera para no ser nada- Dijo a risotadas mientras se jactaban a mofas, al mismo tiempo les temblaban sus enormes barrigas pero ella de un golpe lo estampó a uno se los que se reían y el empujón fue tan fuerte que atravesó la pared hasta dejarlo en el portal. Hecho que hizo fruncir el ceño al compañero. Acto seguido, se encargó del otro para que no avisara a otra escuadrilla. 

Poco podía hacer ya. Hizo la maleta. Recogió lo imprescindible y al irse cerró con la tarjeta transparente de icons para partir hacia la capital. 


Un tumulto de gente se aglomeraba ante la sede, quemaban todo a su paso, los coches eran saqueados, los comercios reventados, los vehículos chocaban en el cielo, barrios bajos y altos se aglutinaban con el lema «No seremos sometidos». Lejos de ser un acto pacífico, el caos había reinado, por culpa de un aparato del que solo había estado en su posesión apenas, unas horas. 

En ese momento un «Hu.bus» la localizó. Hizo un alto de buenas. Pero se lo pensó mejor y llamó por megafonía. En menos de quince minutos estaba rodeada y maniatada. La llevaron a un banco de alimento. Eso si, semiinconsciente. Pero en sus años militares, había aprendido que es mejor hacerse la convaleciente para recordar el camino de vuelta. Además, cuando te superan en número, de nada sirve revelarse. 

La encadenaron a una sala plagada de cámaras que la enfocaban. Desde lo alto, dos cabinas inmensas tejían el cerebro del edificio. Extrañamente dirigido por humanos. Más tarde sabría que, eran mercenarios obligados a cumplir órdenes como unos peleles pero el rey de «Cob» abrió la cámara acristalada donde un interrogatorio comenzaba: 

-¿Dónde está?

-¿El qué?

-¡Sabes a lo que me refiero, revolucionaria!

-No se de lo qué me habla

-¿Donde lo has encontrado?

-¡No se de lo que me está hablando!

-¡Te arrepentirás! ¡electrocutádla! volveré a media noche.- Sentenció «Cob» mientras un hombre con bata blanca de tez negra aparece, hace unas comprobaciones y cuando este ya ha desaparecido... le confiesa

-Deberías haberlo dejado donde estaba.

-¿Cómo?

-No te hagas la tonta, sé que lo encontraste en la capital y que al capturarte, lo has escondido en tu bolsa, que por cierto, muy mal escondido, teniente. -En ese momento, apagó las cámaras de vídeo obligando a apagarse todas luces rojas con tan solo una voz. La soltó y trajo una silla.

-¿No estas de parte de ese, como tus amiguitos? He hecho un reconocimiento rápido mientras la bola me atosigaba y me he dado cuenta, ¿sabes?

-No cuentes cuente nada entonces. Pero debes saber algo. Escucha: Si saben todos tus movimientos, si saben donde vives, si saben todo a cerca de ti. Es porque... Eres medio... «Hu.Bus» 

-¿En qué te basas para decir eso?- A estas alturas, ya nada le soprendía

-Sientes cierta predilección por la historia de los seres humanos, los mundos galácticos, la historia en general y no te importa pagar para conseguir información. Ese objeto, no es el que librará a los humanos. ¿Lo sabes verdad? 

-¿Entonces?

-Eres la persona que librará siendo medio humana, medio híbrida, para liberar a la humanidad. Gracias a tu encuentro y tú búsqueda, nada silenciosa por cierto, has perdido facultades. Lo que queda de humanidad, ha despertado. Tarde, no puedes hacer nada. El destino esta echado.

-¿Qué quieres decir con eso? ¿Podrías ir al grano de una vez?

-Si dejas de interrumpirme ... quizás pueda hacerlo. Seré claro: hacía falta que encontraras el objeto para que la luz que desprendía de el emitiera un rayo de conciencia a la Galaxia y por ende todas las existentes. Propiciando un cambio lunar que solo puede darse completo... Con tu muerte... 

-¿Me estás diciendo que el mundo va a despertar después de siglos y años lunares sintéticos y yo, me lo voy a perder?- Intentó bromear pero estaba claro que estaba fastidiada del todo.

-Ambos sabemos que estos años lunares de turismo no eran solo por la curiosidad, Rosa. Algo en ti  decía que tu momento aquí... ya no era vano. 

-Odio la potente inteligencia de tu raza,  y lo hábiles que sois para cazar a la gente, sin necesidad de una máquina... -Se mordió un labio y se tocó las heridas que le habían hecho. Este le ofreció agua, dio un chasquido y ante ellos, la sala incluida, apareció un buen banquete mientras unos hombres traían una gran maquina que conectaba a los recuerdos. Ella sabia qué querían: que falleciera en paz. 

-Debes morir antes de media noche ya que «Cob» no debe saber las verdaderas intenciones de este servicio de inteligencia: El momento ha llegado.

Rosa fue conectada a la gran máquina, mientras el gran festín iba desapareciendo tras la ingesta a la antigua.  Le iban regalando recuerdos de su niñez, de su adolescencia y hasta su adultez , hasta los días venideros... Pi - pi - piiiiiii.... Rosa había fallecido. 

Una brecha quebró en el universo destruyendo a todos los «Hu.Bus», pero con lo que no contaban era que la naturaleza es sabia. El mundo reinició sin ellos, Incluido humanos. El mundo, las galaxias y los espacios, quedaron en un silencio sepulcro, que inhábitado de cualquier raza, cualesquiera hubieran existido, ya no : El mundo, partía de cero.

Fin.  

©️El Rincón de Keren



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4 comentarios

  1. El ser humano juega muchas veces a ser Dios y da por hecho que siempre estuvo en la cabeza de la cadena alimentaria cuando no siempre fue así y quizás algún día no lo sea. Bueno eso si no nos cargamos antes el planeta.

    Me encantan los relatos de ciencia-ficción, los distópicos y lo relacionado con el humanismo que a veces ellos encierran. Tu imaginación y creatividad en esta rama es increíble.

    Enhorabuena Keren!

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    1. Creo que el ser humano, se ha visto capaz, por algunos. Y cuando ello acapara las manos indebidas, podemos caer en el error de que todo salga mal.

      Hoy mismo ha salido en las noticias la terrible contaminación que pronto, quien sabe, aterrice en nuestro clima. De momento el plástico, esta en observación, el aire, cada vez más contaminado y las gentes peleándose.

      Me alegra mucho que te haya gustado, Miguel.

      Abrazo !

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  2. Me ha encantado Keren. ¡Felicidades por este magnífico escrito!

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    1. Hola vanessa,
      Me alegra que te haya gustado.
      Gracias por pasar por el blog.

      Abrazos!!

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