Relato: Mundo marino

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DarkWorkX con Pixabay 
Apenas había suficiente alimento en el planeta cómo para repartírselo  entre todos los seres que como nosotros, penaban por un trozo de pan o una pequeña porción de algo que no fuese únicamente para beber. Pero con lo poco que teníamos parecía que la cosa iba sobrellevando la vida hasta que un gran choque entre galaxias lejanas, cambió el clima del planeta, las erupciones eran cada vez más propensas, el viento era cada vez más húmedo y ciertos grupos de nuestras comunidad, comenzaron a divisar el pueblo del modo en el que nuestros más ancianos anunciaban durante toda nuestros pocos años vida. El inminente paso del agua. 

El planeta, quedó cubierto de agua. Un huracán furioso, arremetió sobre todas las ciudades, haciendo de nuestros ancestros, la mutación que ahora poseemos: Branquias en ambos lados de la cara, ojos razgados, fosas parecidas a las de los humanos pero que servían para captar el olor de lo que había a nuestro alrededor y membranas en nuestras manos y pies parecidos a nuestros hermanos los peces. Nuestros pequeños de antaño, poseían la capacidad de aletear con una que cubría toda la espalda desde la cabeza hasta el coxis. Con los años y hasta los milenios, fuimos seres humanos con cuerpo de pez; pero solo parte de nuestras poblaciones había mutado, por lo que se especulaba sobre la aberración de nuestra especie y la posibilidad del ser más puro y más fiel a ser un ser vivo. En lo que respecta a nuestra especie, Anfitus, convivía con la otra especie que que vivía en casas flotantes, con instrumentos que les ayudaba a respirar, bajo el agua. Pero muchos de ellos vivían en la superfície en vez de en el fondo. Pronto los humanos, de los que descendemos, quedarían expulsados a un exterior nutrido de unas aguas verdosas y cubiertas de vegetación parecido a los pantanos, que antaño, solo servían para purificar el mundo que les rodeaba. 

Todo fue formado debido a una mujer llamada Helena de piel más bien ébano y de ojos marrones que tuvo hijos con los de nuestra especie; de piel más bien arenosa a los que algunos llamaban azulados debido a nuestra insistencia en permanecer en el fondo de las aguas pantanosas. 

Ella, Helena, halló la puerta que unificaba nuestra tribu al exterior; con el mundo humano. Un remolino de agua cubría la gran sala del pensamiento que la hizo visionar el presente y el futuro de una era que ahora se dividía por la fiereza de la especie mejor adaptada. 

Aquella mañana, una vez más, humanos y Anfitus se congregaron en son de paz para debatir sobre la unificación y los lazos que debía tener nuestro "Ser" llamado así para emular lo de dentro de nuestro mundo conjunto, tanto para los humanos como para los de nuestra especie. Nunca conseguían solventar la problemática de los rebeldes que acudían a las profundidades a profanar nuestras viviendas acuáticas, a servirse de nuestras algas para su ingesta, a verter residuos con los que ahora, estamos tan familiarizados debido a su dejadez: La de los humanos. 

Se propuso patrullar las zonas del "Ser" y la noticia corrió tan lejos que los come algas, hicieron lo mismo, pero lo cierto era que los Anfitus no subían a la superficie a menos que fuera de extrema necesidad y si el portal, en base a la magia lejana, podía ser beneficiosa con las mareas de los antiguos. Y  en el "Ser" tenemos un dicho, "Cuando la marea dice de llevárselo todo, arrasa con todo" y los bípedos secos lo sabían; por eso, por que sabían que antes o después tendrían que instalarse en las profundidades, estaban desesperados por que esto no ocurriera. Por eso, nos echaban de nuestras casas y por si no lo sabíais, nuestra especie, también podía sobrevivir en la superficie, solamente que las diferencias habían causado que muchos no quisieran mezclarse con otros. 

Hubo un ingeniero que viajó por todo el "Ser" para proponernos a  todos, superficie y profundidades, la comercialización de oxígeno, y monedas en las que se acuñaran como valor para que todos, según aseguraba: "Todos saldríamos ganando" los humanos podrían vivir en un bando de la profundidades y los Anfintus en otro lado; y todo eso, bajo la proporción de oxígeno mercantilizado que tanto nosotros como ellos podría utilizar cuando se precisara pero, había algo tan más fuerte que les impulsaba a que aquello se hiciera realidad...


💙💙💙 

Un niño salta entre la madera mojada, construída por los humanos, como puente para ir de casa flotante, a través de ella, a otra. Juega con una rama y con lo que tiene a su alrededor, ve a un Anfitus joven y se ponen a jugar. En ese mismo instante, el Anfitus joven corre, pero corre tan deprisa debido a su agilidad, que el niño no puede seguírle, de pronto el niño se ahoga, no puede coger oxigeno suficiente. El Anfitus se acerca, mira sus constantes vitales y a través de la magia lejana puede observar todas sus constantes vitales tal y cómo se les ha enseñado a todos los jóvenes que con habilidad, adquirida a temprana edad: 

- Relájate, intenta imaginarte un paisaje hermoso. Siente la luz del sol rociándo tu cuerpo, la tranquilidad de una playa donde la arena se esparce por tus dedos de los pies... respira con tran... 

Un hombre que acude por el lugar de guardia, grita y emite un bocinazo con un trompetín que alerta de que hay un Anfitus en la superficie: 

- ¡Asqueroso bicho azul! ¡deja a mi hijo ! tu hazaña en querer descubrir nuestro mundo te va  costar caro... 

El joven de las profundidades se asusta y queda amedrentado e intimidado por tantos hombres que se queda muy quieto, tanto que los hombres dudan en atacar. Sus aletas se abren y se cierran a una velocidad pasmosa. Los hombres se asustan y toman prudencia. Pero el joven Anfitus, es cómo cualquier otro niño, y se echa a llorar. El niño humano recobra el aliento y mientras su pulso vuelve a la normalidad, los humanos secuestran al joven de las profundidades, acuden al ingeniero para que les proporcione oxígeno y parten todos a las profundidades para pedir explicaciones a los ancianos del mundo marino. 

El eco del fondo podía resonar por todas partes. Esta vez, la gran reunión quebró de tal manera los dos "seres" que hubo revueltas, saqueos, incendios, contaminación, sabotajes en los mandos de ambos lideres. Nadie quería convivir el uno con el otro. Ni si quiera grandes ancianos con su magia lejana lograron apaciguar la furia de los humanos para con nuestra tribu. 

Entonces en un intento de devolver la serenidad alguien tuvo la maravillosa idea de que aquellos niños explicaran con sus palabras qué fue lo sucedido. Pero aquellos niños, ya eran adolescentes y tanto uno como el otro, habían sido envenenados de los odios por cada bando: 

- Yo estaba jugando y ese azul , intentó tocarme con sus aletas e intentó hacerme algo - Sentenció el joven humano. hecho que causó el revuelo de ambas comunidades. Pero la sala apeló a la calma y la serenidad por una sensatez digna de ser analizada. 

- Sigfu, cuéntanos que fue lo que crees que ocurrió desde tu punto de vista- Dijo uno de los ancianos. 

El Anfitu adolescente salió aleteando y se marchó a la gran sala pensadora. Allí una luz tenue iluminaba la estancia construida por su tribu: la ancestral. 

Pensó , reflexionó... pidió al gran poderoso que le diera la fuerza que necesitaba para que todo aquello acabara de una vez; y de pronto un gran remolino como sucedió entonces, le mostró lo ocurrido antaño. Entonces, llamó a toda la congregación para que acudieran al visionado flashback en el que todos vieron lo que Sigfu hizo: 

- Todos hemos visto que uno de nuestros hermanos de las profundidades, ayudaba a un humano. - Todos quedaron expectantes. Querían saber qué dirían los humanos al respecto. Pero el odio y la vergüenza se mezclaron. Unos lo aceptaban y se sentían en deuda por la vida y salvación; algunos sintieron verdadero arrepentimiento, y otros, simplemente se alejaron por que su vergüenza, les impedía admitir la verdad clarificadora. En contraposición, el mundo se sumió en una paz y tregua que silenció el odio que aunque muchos se esforzaban en ocultar. Permanecía en las profundidades y el la superficie de las pieles carnosas. 

No hizo falta comercializar ningunos tanques de oxígeno, los humanos se fueron aislando cada vez más en busca de tierra. 

Y de aquel niño humano y de Sigfu, ahora se que el gran sabio ancestral y mágico, me mostró en aquella desesperada situación que unos son buenos, y otros, simplemente su orgullo se les impedía serlo. La vergüenza de aquel niño humano que fue salvado por un Anfitu: mi yo más joven. Quedó grabado en los libros sagrados, forjando una nueva era en la que, la mayor población, era Anfitu, mientras los humanos, ante la amenaza de que pudieran extinguirse, sí que comenzaron a acuñar monedas como intercambio, por así decirlo, saldar la deuda por aquel acto tan desafortunado que quedo marcado para siempre en la historia humana y marina. 


©️El Rincón de Keren

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10 comentarios

  1. Hola, Keren.

    Recuerdo en aquellos gloriosos tiempos de Google + algún artículo del profesor Emilio Valadé en los que nos explicaba, desde la ciencia, como las especies más fuertes o más adaptables eran las qué finalmente sobrevivían. Más bien lo segundo. El ser humano es producto de la evolución biológica y podría llegar a desarrollar características marinas si lo necesitara para sobrevivir. Por eso y aunque tu relato pertenece al fundo fantástico lo he podido disfrutar desde una perspectiva nada descabellada. Y fíjate que también observo de manera alegórica como las diferencias entre especies se podrían trasladar a las diferencias raciales que también observamos hoy en día. Mucho en la vida se rige por la mirada al diferente. El relato, además, engancha como historia así que la lectura además ha sido muy divertida.

    Abrazos y buen fin de semana terrícola :)

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    1. Hola,
      Sí, las distinciones son de lo que más se acaba viendo, se puede ver este esbozo fantástico en el que raza y disputas siempre se emplean entre el más adaptado, yo también recuerdo a Valadé.

      Si la lectura te ha gustado, me alegra.

      ¡¡Un buen finde madrileño terrícola!!

      Abrazos!!!

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  2. Buen día Keren, bonito relato y una realidad diaria, saludos.

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  3. Un placer la lectura de tu relato.
    Un abrazo.

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  4. Hola, Keren. Mil gracias por estos regalos que nos haces. Entrar un lunes a tu blog es una maravilla. Nos muestras escritos diferentes y todos disfrutables.

    Besos y feliz semana.

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    1. Hola Carmaen, este no es el de hoy jaja ! pero gracias, me gusta ofrecer variedad a la cotidianeidad. Mil gracias por pasarte por mi espacio. Una asidua más al blog.

      Un saludo y feliz inicio de semana.

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  5. ¡Hola! Me ha llamado mucho la atención el título de este relato porque me fascina en mundo marino y he venido corriendo a leerlo. Me ha gustado mucho leer una historia tuya con un toque fantástico.
    Un abrazo :)

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    1. Hola Auxi! no lo sabía, yo soy del color azul a muerte ;)
      Me alegra que te haya gustado tanto como a mi.

      Abrazos!!

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