Relato: Sin Caos, no hay calma - San Valentín 2021

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 ¡Hola, mis seguidores; lectores habituales y nuevos lectores!

Es San Vomitín, una fiesta consumista que nos recuerda que no tenemos pareja, que debemos estar enparejados, que lo que importa es el amor en pareja, una fiesta que reivindica la adicción al otro, y la compra compulsiva. Algunos dirán que es la excusa perfecta para que aquellos que nunca se lo curran puedan lucirse este día pero el amor, se demuestra los 365 días del año. Y por supuesto, hay vida sin pareja. Reivindico mi amor a los libros, a las letras y mi amor a mi misma. 

Fto: Pexels - Edit: ElRincondeKeren

 Me he perdido en canciones en las que el amor eran la dicha que hacía vibrar mi cuerpo, al son de una armonía que se acoplaba a los latidos de tu corazón. Me he perdido en arrumacos en los que solo con la mirada entraba directo a tu corazón así cómo tú en el mío, llegada el acuerdo de hacernos reír, por la lozanía de nuestros rostros al derrochar nuestro amor -deleite para todos los sentidos- Nos enzarzamos en la monotonía de una mirada, de una sonrisa mal encajada y con la vida, pareciéndose al consumir de una hoguera de San Juan. 

Nos hemos gritado los corazones para averiguar quien tiene más razón, las incertidumbres de una noche en las que uno se iba con los amigos y el otro se quedaba en casa. La mala lengua de los que hablaban, los reproches del pasado, los golpes a la valía, la ignorancia de lo que nos dolía de verdad, y los azotes a un fin de semana en encierro con la caja tonta mutis en el hogar, sabedores que, no nos íbamos de allí, queriendo acabar con todo, queriendo luchar, queriendo llorar, y desquebrajarnos hasta hacernos sangrar, sin pestañear, sin visión, con el puñal escondido tras la espalda, sabiendo que, íbamos a morir de mal de amor, no queriendo ceder, ¿Quién tiene razón? 

Me he perdido en una noche de sábanas húmedas en las que, el amor era amor enmascarado cuando, días después, hemos vuelto a la carga y con la artillería más pesada si acaso no tuvimos bastante, si acaso hemos olvidado cual es el menester de cada día. El pan que se moja de agua para no alterar la vida que pasa con pesadumbre. No mirándonos al espejo de la verdad. 

Nos hemos querido tanto y nos hemos odiado tanto, como para matarnos a desesperanzas; nos hemos amado tanto cómo para causar la envidia de muchas otras gentes y nos hemos dolido para no volvernos a encontrar en el camino, para encontrar la vida en una soledad, que pesaba pero que ahora se hace más liviana con el paso de los años. Nos hemos perdido el uno al otro y ahora somos dos extraños con un montón de recuerdos juntos, que nos sabemos que hacer con lo vivido. En el pasado ha quedado, solo una foto, recuerda el nerviosismo de aquellos días, la alegría camuflada en los versos más dolorosos y pecaminosos. 

Si amarte fue un pecado, no quiero volverte a amar y ser feliz que amarte y perderme. Olvidarme de el amor, ese que me cuida y me devuelve a mi centro, pues ahora que después del caos me he desquebrajado, renazco, vuelo, y me acerco a mi yo más autentico. Pues he rozado con la yema de los dedos ese amor que me profeso, el que me tengo. Mi amor por mi. 

Y me doy amor, me acaricio, me miro con deleite, me acicalo en el amor, en el "yo", no por nadie, no por agradar ni por llegar algún día a amar, sino para que mis vibraciones emitan de una vez por todas ese son que anhelaba mientras estaba contigo: 

SER YO MISMA. 

©El Rincón de Keren 

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6 comentarios

  1. Todo lo que sea susceptible de convertirse en negocio, lo será. Así lo quieren quienes mueven los hilos. Lo peor es que somos nosotros quienes hacemos que así sea. Luego pervertimos las tradiciones hasta que degeneran en negocio. Y lo triste es que si no participas en ellas como la mayoría de la borregada, como mínimo eres raro, si no antisocial. Somos gilipollas y los de arriba lo saben. Por cierto, muy buena entrada.

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    1. ¡Hola, Cabrónidas! ¿Cómo estás? Dichosos los ojos. Sí es cierto el negocio de todas las fiestas es que consumamos y hacernos partícipes del consumismo y el gasto que no nos hace falta. En realidad, todas las fiestas lo son un poco, en entre ellas las fiestas navideñas y el nuevo comercio de las redes. Saben que nos gustan las cosas nuevas, es una tergiversación de la satisfacción. Por eso, cuando mi ex me regalaba algo en alguna fiesta señalada, le decía que lo devolviera (Habían otros motivos también). A veces, caemos. El hacernos creer que estamos en el otro lado de la balanza para sentirnos falsamente aceptados, se pasa de rosca. Por eso, y porque no somos maquinas diseñadas para obedecer. Si queremos demostrar que sean todos los días. No sé si he pasado por tu blog a ver si has dejado algo, es que ¿sabes? el buscador de bloguers no me funciona bien. Pero agradezco enormemente que te hayas pasado por el blog. Feliz san vomitín. jejejeje!!

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    2. Tuve que cambiar de plataforma y reubicar mi catacumba. Si clicas en mi nick, este te conducirá a mi perfil y de allí, a mi blog. Que la fortuna te persiga.

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  2. Creo que la fuerza e incluso la gracia del amor es el enorme caos en el que nos coloca. Y desde luego ese es un caos adictivo que como una droga es fuerte al principio y acaba por perder efecto con la llegada de la normalidad o del no caos hormonal. Es buena idea fomentar el amor por uno mismo y que tenga que ser lo que sea.
    Buena semana, Keren.

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    1. Hola, Miguel!!
      Bueno, hormonal, hormonal... fuente y causa de los sucesos que nos acontecen, y creo que también de las malas relaciones que parecen una pandemia. (De todo tipo) Fomentar el amor, pareciera que está destinado a unos pocos, no soy la más positiva pero si puedo ayudar a que no estén cómo yo, a que saquen todo su potencial porque veo joyas por todas partes, seré inmensamente feliz. De momento, no sé si le ha ayudado a alguien mis relatos... jaja! sería muy sorprendente para mi. Sería un buen regalo de año nuevo. jeje! Bueno, Miguel, muchas gracias por pasarte por el blog.

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