Relato: Amor descartado

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¡Hola , mis seguidores; lectores habituales y nuevos lectores! 


Este relato nace de una serie que estoy viendo, le he dado un "mi toque". Y cómo fue no hace mucho el día de la radio, además el día del amor, me he decantado por este relato para todos los amantes de historias de amor. Pero con un inconveniente. 

¡Espero que os guste!


Durante mucho tiempo, Alicia, se había sentido atraída por Ricky pero lo máximo que habían intercambiado había sido un "Buenos días" y un "Hasta mañana"; todo cambió cuando al llegar a la sala de reuniones de la oficina, ella alegó que era posible que pudieran tener en la radio a un escritor muy famoso cómo invitado estrella. La entrevista les daría visibilidad y más oyentes. Las redes estaban que ardían, ya que acudiría ni más ni menos que J.K. Rowling. Todos los compañeros estaban expectantes excepto una persona, Ricky que con desdén, hizo un gesto con la comisura del labio superior y se retiró a su despacho. Lo que todos sabían, era que a pesar de que Alicia había conseguido la entrevista, quien le haría las preguntas, sería Ricky. Aquello no le importaba a ella, lo que le importaba era porqué no había mostrado el mismo entusiasmo que los demás. Dejó que pasaran las horas y al acabar el día, en la oficina después de la emisión matinal, ella se acercó a su despacho y tocó dos veces. Ella entró, y él la hizo pasar con un gesto mientras acababa de hablar por teléfono. Colgó y comenzó la conversación:

- ¿Qué se te ofrece? - dijo con sorna Ricky 

-Mira... no sé si esto va a causar un enfrentamiento entre nosotros, pero creo que si tienes algún problema con la entrevista, si no estás de acuerdo, dímelo para que podamos llegar a un acuerdo y poner a otra persona para que haga la entrevista. También podemos posponerlo hasta encontrar un nuevo empleado para la emisora que haga ese trabajo que parece que no quieres hacer... - Alicia se había enzarzado en una retahíla de suposiciones que la llevaron a la interrupción de este 

- Tranquila. - hizo una pausa y le miró de arriba a abajo- No tengo ningún problema en hacer la entrevista de hecho, creo que has hecho un gran trabajo. Lo que me pregunto es cómo lo habrás hecho para conseguir, algo tan insólito. J. K. no concede entrevistas a cualquiera y yo... esto... 

- ¿Tú qué?

-Me gustaría invitarte a cenar para celebrarlo. Nada pomposo. Algo informal. - Alicia tragó saliva mientras iba sintiendo cómo se le sudaban las manos, su voz se tornó ronca y casi creía que no iba a poder articular

- Sin problema. - hizo una pausa para coger aire - Entonces nos vemos... 

- Esta noche después de la última reunión en el bar cien- Aclaró Ricky con una media sonrisa 

- De acuerdo. 

Durante su trabajo en la mesa común, sus compañeros iban de un lado a otro dando los últimos detalles del programa del día siguiente: unos hacían fotocopias, otros revisaban las redes sociales, el contable se había reunido con la jefa para dar parte de los índices de audiencia, el subdirector les había dado las indicaciones de que cómo estaban los salarios cómo cada fin de mes y por ultimo cada uno dio a conocer la escaleta de cada uno en su sección. Alicia se encargaba de lo que se emitiría en el programa. En cambio Ricky, se ocupaba de temas sociales. La jornada acabó con el ambiente por las nubes y con comentarios alentadores de lo que harían cuando la escritora estuviera en las oficinas de Cadena Cultureta. A Alicia le quedaban unos retoques cuando, salió del Despacho Ricky. En la oficina ya no quedaba nadie más que ellos. Ricky se acerco por la espalda y se acercó a su oído y le susurró: 

- Estás tan guapa cuando estás tan concentrada... -Alicia pegó un bote del sobresalto y se giró -Perdón, no pretendía asustarte- Se puso rojo y se llevó las manos a los bolsillos

-Estaba acabando la escaleta de mañana. Juana nos ha dado más faena qué de costumbre... - Ricky se iba acercando cada vez más mientras ella iba hablando con la mirada fija en el ordenador que cuando la muchacha iba a pronunciar algo, Ricky le plantó un beso y sus labios chocaron. El mundo de Alicia se transformó en los pasillos de instituto al qu iba, su ensoñación al besarle la transportó a aquellos años en los que era una niña diferente. Una niña rellenita, con muchos granos en la cara, insegura, sin pareja con respecto a los demás alumnos de clase y con una timidez crónica que la había perturbado toda la vida. Ahora era más delgada, menos tímida y con algo más de autoestima, pero cuando sus labios se separaron y vio el rostro claro de Ricky sus inseguridades volvieron como aquella quinceañera que fue. 

-Si me das un momento... acabo esto y nos vamos... - dijo nerviosa

- ¿Te ha gustado?- irrumpió 

-¿Cómo?

-El beso 

-¡Ah claro! No ha estado mal... - dijo Alicia mientras apagaba el ordenador y recogía la chaqueta del respaldo de la silla y el bolso. - Ricky, volvió a la carga y la besó de nuevo y esta vez la pasión les llevó hasta el despacho de él en el que encima de la mesa, yacieron, hasta quedar extasiados. Mientras se vestía, Alicia cogió sus cosas y se fue antes de que él volviera del pasillo de extraer unos cafés  para los dos. Cuando él presentador de radio llegó al despacho se encontró la sala vacía. Se tomó el café, apagó las luces y se fue. 

Al día siguiente, todos no dejaban de comentar la reciente noticia sobre la escritora famosa y que lo había hecho publico en su cuenta de Twitter. Ya era oficial. Estaría allí a principios de mes. 

Ricky no llegó a la reunión matinal. Para cuando lo hizo llegó con una rubia  de pelo oxigenado de cuerpo escandaloso, pechos protuberantes y media neurona. Alicia, estaba demasiado enfadada cómo para dirigirle la palabra, así que se limitó a hacer su trabajo. Al fin y al cabo, ella solo era la encargada de contenido de la radio y lo que entre ella y su jefe hubiera pasado, debía ser simplemente cosa del pasado. -O así se intentó proyectar la idea durante los días, las semanas y las múltiples mujeres que aparecían por la radio.- Tantas mujeres aparecieron por las oficinas cómo las miles de onzas que se llevaba a la boca cada noche, para soportar y asimilar que Ricky, tan solo era un mujeriego. hasta que el gran día llegó y la escritora hizo su aparición dejando maravillados a todos. Cuando ya se iba la escritora, Alicia debía acompañarla hasta la entrada habiendo llamado previamente a un taxi para que la viniera a buscar y la dejara en su hotel: 

- He visto cómo te mira ese chico- Dijo la escritora. Alicia no sabía a que se refería- Aunque los hombres se rodeen de mujeres, solo una mujer les puede conquistar el corazón. En realidad, son cómo niños, les gusta llamar la atención. Y lo que yo me pregunto es si te has dado cuenta de que el entrevistador, solo tiene ojos para una. - hizo una pausa y sacó un libreto para apuntar una cosa o alguna idea que le habría venido a la cabeza y prosiguió- Querida, esa mujer, eres tú. No dejes escapar a ese buen partido. Juega tus cartas, estoy segura de que, si le pidieras cualquier cosa, iría hacia ti como un perrito pidiendo su hueso. Astucia. - Alicia, se quedó boquiabierta. Cuando sopesó las palabras de la invitada, se despidió no sin antes agradecer su visita a España y a la emisora con un efusivo "Thank you so much" Se despidieron y Alicia se hundió en su móvil. Las redes sociales estaban encendidas, no se hablaba de otra cosa y habían sido trending topic durante todo el día. 

Al acabar la jornada, decidió tomarse una cerveza en el bar Cien. Y se encontró a Ricky tomando una: 

-Vaya, hoy estás solo. ¿Dónde te has dejado a tu barbie oxigenada?- Pidió una cerveza y se sentó en el taburete 

- Muy graciosa. Para tu información, a los hombres nos gusta... pasárnoslo bien. 

-¿Eso quiere decir que las mujeres no nos lo pasamos bien? No pensé que fueras tan neandertal 

- A ver, no te equivoques. Ninguna de esas mujeres me gusta. 

- A mi no tienes que convencerme de nada.- dijo y le dio un sorbo a la cerveza seguido de unos cacahuetes 

- A ver, Alicia... voy a ser totalmente claro. ¿A caso no te gustó ?- Alicia sabía a lo que se refería pero prefirió hacerse la tonta 


- No sé a qué te refieres 

- Lo que ocurrió... - carraspeó - en la oficina - su cara estaba enrojecida 

- Ah! si te refieres a eso...- Pero en ese momento apareció una mujer que se acercó a Ricky y le apostilló un beso en los morros- En fin, aquello no debió suceder. Hazte un favor y házmelo a mi también, olvida lo que pasó. - Alicia se bebió de golpe la caña y se fue de allí sin decir adiós. Cuando llegó a casa se echó a llorar y se metió en la cama sin cenar. 

A la mañana siguiente, en el ascensor se encontró con Ricky. Este intentaba excusarse por lo del día anterior. Alicia le volvió a repetir que no tenía nada que convencerle: 

-No somos nada tu y yo... - Ricky se acercó a ella cogiéndola de la cintura y besándola con la ternura y pasión que precisamente necesitaba y el le susurró 

- Pero es que yo quiero que lo seamos... si tu me lo pidieras, haría lo que fuera por ti... - Pero en ese momento se abrieron las puertas del ascensor y los compañeros los pillaron en una posición intima que daba a entender que estaban que algo estaba ocurriendo entre ellos y Alicia se deshizo de los brazos de este y se dirigió a los baños de la vergüenza. Todos hicieron bromas e indirectas, la sala estaba revolucionada. Tanto era así, que la jefa tuvo que dar orden varias veces de que se centraran en el programa. Ese día Alicia se llevó el trabajo a casa, con la aprobación de su jefa. 

Después de cinco horas de trabajo, bajó a su bar preferido, el su barrio, y allí se encontró con Ricky. Acompañado por dos morenas despampanantes de lado a lado de cada brazo. Primero pensó en irse y luego, se armó de valor y se acercó a ellos y le propinó un tortazo que no se esperaba ni Ricky, ni las mujeres que la acompañaban, ni tan siquiera el camarero que pasaba al que se le cayó la bandeja al suelo y propició las miradas de toda la clientela. A eso se le llamaba dar la nota. Después de eso, no dijo nada y se fue. 

Habían pasado, días, semanas, un mes, pero Ricky ya no aparecía con ninguna mujer por las oficinas. Ya no alardeaba con los demás sobre su última cita, pero Alicia había aprendido una cosa: Una persona que te hace sentir tan insegura y que no tiene palabra; que no respeta una noche intima... no me merece la pena que esté en su vida. Por lo que, comenzó a valorarse más con el ascenso debido a la entrevista que consiguió y se trasladó de departamento situado en Barcelona y continuó con su carrera, pero esta vez, como presentadora de radio. 

©El Rincón de Keren 

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6 comentarios

  1. Respuestas
    1. Hola, Laura!! Espero que estés bien. Me alegra que te haya gustado. Gracias por pasarte asiduamente al blog. Besos y feliz mitad de semana.

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  2. Ricky le pasa como al perro del hortelano, que ni come ni deja comer.

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    1. ¡Hola, Cabrónidas! jajajaj ya lo creo. Con hombres así quiere emociones en su vida. (Pero para mal ) jajajaj Siempre me haces reír con tus comentarios. Estaba recogiendo el piso de mi madre. Gracias por tu comentario en mi blog. Saludos y abrazos!

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  3. Me ha encantado leerlo! Muy buena historia y muy bien contextualizada en la radio. Muy precisos los personajes, has descrito a la perfección esas relaciones o amores tóxicos. Felicidades! Saludos!

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    1. ¡¡Hola, Mayte!!
      Espero que estés bien. Veo que he conseguido lo que quería: darse cuenta de lo que no nos conviene a las mujeres. La gran mayoría de veces, los amores tóxicos nos hacen caer en una espiral, de la que luego no sabemos cómo salir, es bueno ver que, a pesar de que, estemos enamoradas, seamos capaces de decidir qué nos conviene y qué nos hace más daño que bien. Me alegra que te haya gustado porque tuve problemas para publicar debido a mi conexión. Me has echo feliz. Feliz día. Y bienvenida al blog.

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