LAS GAFAS ESTELARES —EL RINCÓN DE KEREN
Viajó por los conductos de aquel pesado cuerpo, alimentándose,
creciendo y moviéndose. Cuando por fin se dio al mundo, gritó.
Cuando en su pequeño cuerpo se veía impedido y no podía
alzarse sobre las dos piernas un pensamiento inundó la mente «Primero una pierna,
después la otra» Así lo hizo cada vez hasta que llegados a los cinco ya lo
hacia sin ninguna torpeza. Mamá y Papá se sentían orgullosos y así se lo hacían
saber.
Tras los años, la escuela dio sus frutos alentándole, «Tú
puedes, será bueno para ti. Es lo que quieren tus padres» y lo hizo, porque
tras ese ánimo había una recompensa, ver el rostro de felicidad de sus padres y
de la gente. Así, cada vez que encontraba un nuevo reto en la vida, ver la cara
de alegría, era toda una satisfacción.
Hasta que llegó a la ciudad un terrible monstruo que hacía de
los rostros un borrón. Ahora, no podía ver las emociones de la gente cada vez
que acertaba en algo, y ahora, que era mayor. Se suponía que sus herramientas
estaban del todo adquiridas.
Para la buena verdad, aquello, la desconcertaba. Aunque viéndolo
bien, podría hacer y deshacer. Pero lejos de ser lo que ella más anhelaba, comenzó
a cavilar «No lo estás haciendo bien, no es suficiente y tienes que esforzarte
más» al principio, cuando contaba lo que le sucedía, le prestaban atención,
pero mensaje, se perdía a través de unas ondas espaciales que hacían que todo
se distorsionara y quedará en la más absoluta incomprensión. «Nunca llegarás
a ser nada ni nadie» Podían acudir a ella los pensamientos inyectados que ahora
tenía la población tras la invasión de aquella amenaza que borraba los rostros,
pero pensaba que pese a todo, podía lucharlo, combatirlo con todas sus fuerzas
con la mejor arma que tenía, INTENTARLO.
Trabajaba a escondidas en los proyectos para desvelar la
solución a las caras borrosas, contrarrestando con los logros académicos y científicos
que más ansiaban sus allegados, Se preparaba por placer y por llegar a ser “alguien”
en la vida.
Así pasaron los años sin obtener las sonrisas esperadas;
hecho que causó su nerviosismo, frustración y ansiedad, el cual desembocó en un
ataque depresivo del que nunca se libró.
Llegada la noticia de que la población estaba teniendo
ataques de ansiedad galácticos, comenzaron a llegar oradores de todas las estrellas
cercanas para probar soluciones, a la tarea se unió ella, aprendiendo primero, lo
más importante:
— ¿VES LAS ESTRELLAS? ERES TAN VALIOSA CÓMO PUEDAS CREERLO.
Una liberosis se desató acompañada de una comprensión que
necesitaba durante años estelares. Mientras que en el aprendizaje, finalmente
domó a la bestia que borraba los rostros, mediante la valía y las palabras
amables. Todavía le quedaba mucho por aprender, pero las nuevas gafas que había
construido para sus habitantes, les proporcionaba una visión realista de lo que
realmente era, ser valioso y estar vivo en aquel planeta: ESTO NO SE VOLVERÁ A
REPETIR.
©elrincondekeren
Cuántas veces nos sentimos mal y el remedio está en nosotros.
ResponderEliminarSí, pero a veces, no tenemos las herramientas para poder llevar a cabo esa sanación. En todo caso, encontrar a alguien que nos guie siempre será bien. Gracias por pasar por aquí. Abrazos!!!
EliminarUna gran reflexión, dependiendo de las gafas con las que miremos o nos miremos todo puede ser de una forma u otra. Un abrazo.
ResponderEliminarExacto, pero también teniéndonos paciencia, a veces, saber ver bien nuestros defectos depende de cómo los asimilamos porque otras, pensamos que por mucho que nos veamos mal, hay cosas que están bien aunque no sean lo más encomiable o loable. Todo depende del enfoque que le demos nosotros mismos a nuestras asperezas imperfectas, que el hecho de que no sean cómo la de los demás, no quiere decir que sea peor o que sea cuestionable. Simplemente es diferente. Y eso no es malo, es tuyo y es así. Gracias por pasar por aquí, saludos!!!
EliminarHay una fuerza, una energía interior que te recorre de dentro y llega hasta la punta de tu lapiz con el que escribes estas palabras. Son como una faro en una tormenta y una bendición para un cristiano. Jamás pares de volar...
ResponderEliminar¡Hola, Rafael! No sabes lo feliz que me hace que te sea de ayuda para ti. Bienvenido al rincón de Keren. Gracias por pasar por este rinconcito. Deseo que pases un feliz día. Saludos!!!
EliminarMuy buena reflexión Keren y muy necesaria. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana.
EliminarA muchas personas les dijeron eso de «Nunca llegarás a ser nada ni nadie» y desde luego les sirvió de revulsivo para forjar su carácter y realizar sus deseos en la vida personal o profesional. Buen mensaje en un relato con mucha intención.
ResponderEliminarUn abrazo, Keren.
¡Hola, Miguel! Es cierto, para muchos esto les dio la oportunidad de reinventarse y de poder callar bocas. Lo importante es, no rendirse porque detrás de toda crítica hay alguien valioso. Gracias por pasar por el rincón, compañero. Saludos y abrazos!!
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