¡BIENVENIDOS A EL RINCÓN DE KEREN!
-Yo solo pretendía que nos sintiéramos bien
-A lo mejor deberías aprovechar las oportunidades...
-Estoy muy bien solo... Quiero decir, no me interesa nadie y nunca me lo ha interesado.
Tras los meses hablando, bajo una capa de amistad, la buena relación, se fue al traste.
Ambos querían tener la razón.
-No necesito que alguien me eleve, soy así
-No digo que necesites que empujen , sino tomar carrerilla para poder volar solo...- fijó su mirada en su reacción
«Ahora se va a enterar quién soy yo»
-Creo que no vale la pena que sigamos hablando.
La relación se dio por zanjada.
Ella, que se vio en un espiral de incertidumbre, escribía sin cesar , lloraba y a menudo repetía obsesivamente "No eres una buena amiga"
Para cuando los meses pasaron, se habían olvidado. Encontrando después de 9 largos meses aque «ticket».
-Me sorprende que aún lo conserves
-Lo encontré por casualidad...
- ¿Nos tomamos un café?
La tarde se terciaba bajo un manto de terral , viento y bochorno. Sudar era una cosa, otra cosa era llover a mares mojando la camiseta.
Hablaron se encontraron y los silencios no eran una excusa: Tenían mucho que contarse.
Dejaron a un lado las diferencias y se dejaron ser amigos, compañeros, personas que se encuentran para conversar, reír o animarse.
-Tio ésta es la tuya. Ya sabes lo que tienes que hacer
-No, de verdad, me cae bien.
- ¿Tú sabes la cantidad de seguidores que te van seguir solo por saber de ella?
-No es algo que me importe - le miró de reojo Roberto a su amigo Ángel
-Al menos, habla con ella de lo que te hizo sentir. No es justo que sufrieras tanto.
Tras las semanas, el calor no cesaba. Cada uno haciendo sus vidas y llevando a cabo todos sus proyectos, de vez en cuando se hablaban, se enviaban mensajes y se apoyaban.
-¿Te vienes a echar un café?
-¿Y eso?
-Estoy desanimado. Siento que mi vida es un infierno, siento, que nada me sale bien. No encuentro trabajo, y para colmo, sigo viviendo con mis padres, ¿Es un buen motivo?
Marga escuchó y aconsejó. Aunque algo no cuadraba. Roberto era una persona con alta estima en sí mismo, y no encajaba con lo que decía.
-Siento que no estoy haciendo lo que quiero, todo me sale del revés.- objetó mientras una risilla malévola asomaba
-A lo mejor , estás viéndolo desde una perspectiva equivocada.
Debatieron posibilidades, le aconsejó, le escuchó y hasta se rieron de todo lo sucedido. Para cuando se despidieron, el la abrazo
-Gracias
Se despidieron y Marga sintió cómo su mundo se derrumbaba, pues todo lo que estaba pasando Roberto, era en sí, todo lo que ella estaba superando..
Mensaje:
23:00✓
No estoy bien...
23:30✓
Algo se te ocurrirá para resolverlo...
23:32
¿Algo cómo qué?
Esa noche Marga trasnochó, no podía concentrarse, una tristeza le embargó. Mientras una llamada surgía al otro lado de Tarragona hasta Huesca.
-¿Lo has conseguido?
- Sí, está mal
- De acuerdo, con esto será suficiente para que pueda tomar más sesiones hasta enero.
-¿En serio eres tan mala psicóloga que tienes que recurrir a esta clase de alimañas?
-Tienes tú venganza, ¿No?
FIN.
Caray!, Una cruel venganza. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Mar!! Me lo he pasado bien creándolo. Ando de bólido con una cosa. Y me ha encantado que te haya gustado mi relato. Saludos, y gracias!!
EliminarApuesto a que la psicóloga obtuvo el título porque copió en los exámenes.
ResponderEliminarO por que no sabía de marketing para venderse, que podría pasar jajajja Gracias por pasarte
EliminarHola, Keren. Cuanto tiempo sin leerte, mil gracias por estos regales lectores.
ResponderEliminarGracias y besos.
¡Hola, Carmen! mucho tiempo sin verte por aquí. Me alegra que te haya gustado.
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