¡Hola mis seguidores; Lectores habituales y nuevos lectores!
Para salir un poco de la rutina que nos acoge en nuestros hogares,
me he permitido crear este relato que hice para el reto de escritura en forma de microcuento
y que he extendido unas líneas más para todos aquellos que no tienen mi instagram
¡ESPERO QUE LO DISFRUTÉIS!
Pixabay 📸PIC: KELEPICS |
RELATO:
LAS ESCALERAS
Tenía que atravesar toda la ciudad para poder llegar a aquella biblioteca, las librerías a las que iba no contenían las bellezas que en esta, y para ser exactos, era un lugar tranquilo donde perderse entre los libros y pasar desapercibidos.
La biblioteca estaba extremadamente lejos de mi casa. Tenía que caminar cerca de dos horas para llegar al camino que conducía a la gran avenida solitaria que pesar de que pensaba en el hecho de que estaba bien situado, era raro ver escasa población por las calles. Pero no di demasiada importancia al hecho, ya que llegaba cansada y me quedaba todo el tiempo que fuera necesario para invertirlo en leer las lecturas más deliciosas y jugosas cual adicto a los libros me había convertido.
Un día me la encontré a ella. Tenía que subir las infinitas escaleras que conducían a los libros más preciados, ella me recomendó unos cuantos y así fue cómo comenzó nuestra amistad en la que teníamos largas conversaciones sobre la poesía que nacía en auge, sobre las políticas de la vieja Francia, sobre el más allá de una vida que crecía en población y en espíritu.
En una de nuestras conversaciones, allí sentadas en la escalera, me enseñó el valor de la poesía, me animaba a leer a los más grandes para conectar con la sensibilidad que iba emergiendo en mi interior, aprendí algo de filosofía, pero eran esas conversaciones filosóficas las que nos llevaban parte de las tardes, en las que amenizaba la estancia mientras el sol dorado rociaba con su encanto las escaleras que ocultas entre los pasadizos, nos ocultaban del mundo y su critica. Aunque nosotras, criticáramos la vida desde los confines de una inmensa biblioteca. Aquella situación paradoja que si alguno nos hubiera escuchado, la posibilidad de injuria a la justicia, la lealtad de la patria, y los derechos sobre los que todos estaban tan arraigados, quedarían tan desmontados que serían capaces de matarnos. Sin embargo, ella me instaba a reflexionar sobre ello, y yo, que me encandilaba en cada conversación, mi sed por aprender, hacían de mi, una aprendiz que todo mentor adoraría.
Desde la ventana de mi hogar, veía cómo la lluvia amenazaba con mojar el adoquinado, hacer correr de acá para allá a la gente para guarecerse en los hogares o cerrar las ventanas o las puertas de las casas para que la lluvia no entrara. No obstante, para mi, la lluvia no era sino la limpieza y pureza de una ciudad que se iba contaminando de todos los excesos, por lo que no me impidió salir, una vez más, a otra de mis salidas recurrentes. Además, ansiaba con toda esperanza, las conversaciones de «Madame» para deleitarnos una vez más pero esta vez, el agua calo mis enaguas, dejando mi vestido y mi chaqueta cubierta de la humedad del agua que caía con rabia sobre la Francia que ahora os estoy contando.
Al llegar, esperé y esperé a que ella apareciera por las escaleras. Tal y como las anteriores veces, pero para mi convencimiento, nunca volvió a aparecer. Aquel día, el bibliotecario, debió darse cuenta de mi abatimiento y me preguntó a que se debía mi tristeza; aseguraba que verme por las instalaciones era pura alegría juvenil. Cuando le expliqué el motivo. Se acercó a los archivos bibliotecarios, estuvo revisando durante unos minutos que parecieron interminables y me dijo que en más de ocho años, nadie había pisado aquellas instalaciones, y que la única que había adquirido libros desde entonces, solamente había sido yo.
¡GRACIAS POR LEER!
GRACIAS POR VISITAR MI RINCÓN...
©️El Rincón de Keren
Yo también he sentido la magia que te hace cruzar una ciudad para llegar a una linda biblioteca. Lo demás, ya dentro, es todo un ensueño.
ResponderEliminarMuy bonito relato. Un abrazo.
Hola Axl !!
Eliminara los que nos gustan los libros, lo hacemos lo haríamos siempre que hiciera falta. Gracias por pasarte, celebro que te haya gustado.
Un saludo!!
Ojalá todos nos encontráramos con ese alma gemela con la que podemos estar horas hablando de cosas maravillosas, aunque solo sea en nuestra imaginación.
ResponderEliminarHola,
EliminarEs algo dificil, pero no imposible. Para aquellas almas que son incomprendidas, sería el imaginario mejor encontrado. En este caso, la soledad, la magia, ¡Quién sabe si un antepasado o un ser de otra época! se ha manifestado para darle aquello que necesitaba, poder sacar su intelecto con alguien. Déjemos a la imaginación volar ... ;)
Estupendo relato, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas graciass lebasi Lebam.
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