Relato: Última oportunidad

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 Desde pequeña había recordaba aquella conversación que la hacía perturbar su calma. A decir verdad nunca se había sentido de aquella manera; así cómo la habían hecho sentir: 

- Lo siento, eres muy simpática, pero lo siento, ahora mismo no busco nada. 

Al decir verdad, se había convertido en la amiga de todos aquellos chicos y con el tiempo de los hombres que acudían a ella para ser bendecidos con los mensajes y las charlas de apoyo sobre cómo debían tratar a las chicas que les gustaba y quedar así relegada del puesto de novia.

Nunca había tenido amigas cómo tal, la gran mayoría de ellas, la tenían cómo la chica graciosa del gimnasio, la chica simpática de la clase, la chica divertida de clase de inglés... Nunca la chica amiga de sus amigas, la que defendía a muerte a los que quería, la chica empática, inteligente o tal vez a la que confesarle algún secreto. Aunque esto último, no era del todo cierto. Cómo había pasado la mayor parte de su vida entre chicos, sabía muy bien cómo actuaban ellos, cómo reaccionaban pero no sabía cómo amaban. Así que aquellas que sabían un poco de ella, acudían con alguna falsa excusa y ella, de buena tonta, le regalaba sus sabias visiones: 

— Hace tiempo que me gusta Carlos, pero no deja de mirar a Marta como un baboso, y no paro de ir detrás de él para que me haga caso pero este, no me hace caso... no sabes qué duro es para mi... - Entonces Claudia se ponía pensativa y le decía ... 

— Tan solo tienes que dejar de buscarle e interesarte en sus gustos, solo si te habla él. No muestres entusiasmo si te habla él. Que no note que estás por él. Viste tus mejores galas y pasa de él. Los tíos son masocas, cuanto menos caso les haces, más están por ti. Son cómo zombies hambrientos ja ja ja huelen el interés y el desespero ja ja ja   - Entonces aquella a la que llamaba amiga, probaba a hacer lo que ella, Claudia, le había dicho, y los pocos meses esta desaparecía. 

Claudia estaba acostumbrada a este tipo de situaciones pero ella estaba más interesada en sacarse su carrera y adquirir conocimientos que en estar con hombres, al decir verdad, solamente estaba con ellos por que la parte divertida de todo aquello era que siempre estaban haciendo bromas. Había aprendido a relajarse con aquellas burlas duras, con el desprecio para con lo que le rodeaba a lo que no fuera una broma, a los piques entre chicos, los puñetazos en el hombro y las bromas hirientes entre ellos. Solo que ella, era una chica y en realidad, solo hacía ver que no le afectaba nada de lo que decían. Pronto pasaría a formar parte de su carácter y dejaría de ser la chica con la que tener posibilidades, solo que ella, nunca pensó que tuviera posibilidades. O al menos, que ella supiera: 

— La Marta tiene un polvazo... - Se miran entre ellos y se rieron al unísono

— Pero si solo habéis quedado dos veces y lo único que tiene es delantera esa tía ... - pero uno de ellos, le interrumpió 

—...A esa tía le haría una buena cubana... - Entonces uno de ellos le metió un codazo, pues hasta ese momento, aunque pareciera que no, se habían abstenido en hablar de sexo delante de de Claudia, únicamente, bromeaban con tonterías de las clases... 

— Por mi no os cortéis, ese tio tiene un buen meneo pero la sangre no riega al cerebro, por ejemplo. - Sentenció. Cerró su libro y se dirigió hacia la cafetería ya que estaban en un banco al aire libre. Los chicos, la siguieron y siguieron con sus bromas pesadas entre ellos. 

Aquello era más normal de lo que parecía pero si ellos ya sabían cómo era Clau y ellos lo respetaban. En cierto modo, la admiraban. Pero había alguien en el grupo, a quien no pareció gustarle del mismo modo que a los demás el hecho de que se hubiera fijado en otro chico: Nacho. 

En la cafetería se encontraban todos  los universitarios de la zona, entre el café y la comida insípida que servían, no tenían más remedio que consumir allí, pues era el único lugar cercano para reunirse y adelantar todos los temarios. Nacho, estaba deseando que aquellos bestias se fueran a clase de Francés para poder quedarse a solas con Clau. En cuanto lo hicieron y se despidieron hasta el día siguiente, porque ellos dos, no tenían clase más, Nacho la miró dubitativo y sorbió una taza de café. Ella aun estaba sumergida en su libro de aritmética, con su cabello recubierto de trenzas africanas recogida en un moño, una sudadera de el canto del loco, y sus gafas de pasta. « la hacen más interesante» Pensó Nacho mientras se sonrojaba y pasaba de hoja intentando disimular hasta que esta se hartó y espetó: 

— ¿Vas a soltar lo que quieres decir o me vas a tener en ascuas? - Nacho se quedó cortado y algo sorprendido pero cogió aire y comenzó su prudente cuestionario 

— Esto... ¿quién ese tío al que has señalado que está tan bueno pero que no le riega el cerebro? si no es que te lo vas a tirar claro ja ja ja ja ...  - dijo casi temiendo su respuesta pero que ocultó soltando ese último despiste  ... 

Clau estaba tan poco preocupada de cómo la veían los chicos que, fue natural. Y no solo eso, sino que no se había dado cuenta que Nacho, intentaba saber más sobre ella: 

—Ah! eso solo fue una broma entre amigos, nada más. No me interesa tener nada con nadie.

— ¿Ni tan siquiera un rollo?

—¿Quieres rollo conmigo Nacho...?- apostilló con rintín 

— ¡No, claro que no!- Se reclino sobre el sofá mullido e hizo un gesto para mirar a través de la ventana y añadió- ... Pero pensaba que eras una chica. 

Clau le miró de arriba abajo muy seria, casi enfadada. 

—¿Y qué se supone que debería de hacer una chica? ¿Acostarse con el primero que pilla? 

— No! No! no me mal interpretes. Me refería a ... bueno, a enamorarse, tener pareja ... ya sabes  esas cosas... ¿Has pensado en tener novio o tú no te enamoras? ja ja ja ja -dijo con algo de vergüenza camuflada 

― ¿Quieres ser mi novio Nacho...? - repitió con sorna y este que conocía muy bien la sorna de Clau, movió la cabeza, la hundió en su reloj y acto seguido fingió que tenía algo importante qué hacer. Se marchó. 

Se moría de vergüenza. Era algo más, se sentía incapaz de que le viera cómo algo más que un amigo del que mofarse. Pero en lo que no había caído Nacho, era que ella se sentía igual. 

Los meses pasaban y Nacho se sentía cada vez más atraído por Claudia pero esta que solo estaba interesada en sus estudios no se dejó aparecer en muchos días. Pronto fueron semanas y después meses. Nacho decidió ir a visitarla a su casa. Era raro que habiendo elegido él, expresamente todas las mismas asignaturas que ella, no la hubiera visto en un mes. 

Cuando se acercaba a su recinto, vio cómo todos iban vestidos de negro otros con ropa más bien apagada, y al quedarse frente a la casa , lo vio : « A nuestra querida hija, hermana y prima. Siempre te querremos.» Salió corriendo a el interior de la casa, y pudo comprobar sus propios temores: Claudia había muerto. 


Desde ese día, Nacho, juró no dejar escapar otra oportunidad con la chica que le gustara.

FIN.



REFLEXIÓN

Imagina que esa persona ocupa un lugar muy preciado en tu corazón, 
no importa que sea a una amiga o un amigo. 
¿Si ahora ya no estuviera, que harías?
Esta época que estamos viviendo debería darnos ese estado de reflexión, espacio y concienciación que tanto hemos necesitado. 

¿No sería maravilloso que nos dijéramos siempre cuan importante es para nosotros esa persona?
Porque, a veces, el miedo a lo desconocido, a lo diferente, nos causa retracción. 
Y sí, me refiero a decirle a una persona negra, 
que nos importa, que la admiramos o que simplemente, 
es un apoyo para nosotros, 
disfrutar de esas pequeñas cosas dejando de lado los estereotipos y sobre todo, los prejuicios. 

En el amor, son muchos los hombres que no se atreven a decir, actuar, proceder a pedir salir por miedos infundados. Y a veces, creo, es que no saben cómo vamos a actuar. cómo reaccionaremos 

Dejemos de lado el autoconvencimiento de ciertos pensaamientos: 
SOMOS PERSONAS. 


©️El Rincón de Keren 

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10 comentarios

  1. Genial, Keren.

    Te has marcado un estupendo relato muy bien apoyado en los certeros diálogos. Eso ayuda mucho al lector a visualizar en contexto del texto. Y luego está la reflexión que también comparto. No es buena idea darle tiempo al tiempo porque no sabes que puede ocurrir en un futuro. Creo, además, que esto es válido para ambos sexos. Cuantos amores se han perdido porque ningún miembro de una futurible pareja no se ha atrevido a dar el primer paso.

    Un gran saludo.

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    1. Hola Miguel,
      cierto, han habido muchos casos del tipo que me comentas. Precisamente porque el amor es para todos, de distinto sexo y de ambos, puede que este relato, sea un desencadenante para liberar el miedo. Quizás desde la crudeza pero siempre por un bien.

      Gracias por pasarte que sé que tienes mucho lío.
      Un abrazo!!

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  2. Me gusto la orientación del texto. Lo veia venir. Salvo las ultimas líneas. Nacho ¿la olvidó facilmente? Al parecer si, eso me dolió por la memoria de Clau. Cumplo lo que prometo, amiga, aquí estoy. Saludos!

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    1. Hola,
      Digamos que para sanar hay que saber pasar página. Pero el hecho de que Nacho, piense en no volver a dejar escapar otra oportunidad, presupone, que no la ha olvidado pero sí, puede que no haya quedado muy claro.

      Agradezco que te hayas por aquí.
      Muchos abrazos y a seguir.

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  3. Me encanta la idea de la zona amigo para un personaje femenino. Por lo general este puesto es de hombres en las historias y mira que hay en la vida real muchas mujeres en la posición de Claudia. Además el final es demoledor, la pobre era invisible hasta para el supuesto interesado! Te sigo en silencio desde hace tiempo y este relato tan bueno me animo hablar. 💯 Para las historias que nos traes💞

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    1. ¡Hola Valentina!

      En primer lugar, gracias por haberte animado a comnentar. Es cierto, la zona de amigos es un lugar relegado, a veces, para los hombres. Y sobre todo, cuando esta mujer es estudiosa, y no se deja engatusar por nadie, que tiene las ideas claras, puede ser un motivo para que los hombres no acaben, del todo, decidiéndose a declararse. Ocurre más de lo que parece.

      Me alegra mucho que me sigas desde los inicios. Además te agradezco enormemente que lo hayas hecho.
      Un saludo y feliz día, en la medida de lo posible.

      ¡Abrazos!

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  4. Que fuerte! una historia desgarradora y bien contada. Es increíble que alguien sea tan invisible incluso para los supuestos interesados. Me gusta como describes (por contrario) lo que para la mayoría se supone es una "mujer", sin opinión, iniciativa, sin interés real por los estudios... ya que la protagonista (con esta actitud) es tratada como un "chico". Me encantó el cuento! 💖 🐾

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    1. Creéme que ocurre más de lo que te imaginas. Y la balanza no suele inclinarse para aquellas muejeres chicazo, que les gusta divestirse cómo hombres, o visten como ellos. Por comodidad, por personalidad, no dejándose llevar por los prejuicios arraigados a la sociedad de que una mujer debe ser femenina, y preocuparse del maquillaje, la moda, el aspecto... La calidad aquí es que ella, Clau, es tan decidida y usa tanto su cerebro , además, no se deja intimidar por un hombre, que acaba siendo parte del grupo de chicos. Esto, aunque parezca mentira, superficial, siempre acaba suscitando interés. No sería malo, combinar, buena apariencia con intelectualidad.

      Celebro que te haya gustado Rosa,
      Nos vamos viendo.

      Feliz finde.

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  5. Bonito relato Keren, como siempre un placer leerte. Nunca debemos dejar pasar una oportunidad, puede ser la última. Un beso y feliz finde 🌈🌈🌈

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