¡Hola, mis seguidores, lectores habituales y nuevos lectores!
Cuando Elisa cogió la chaqueta y
le dijo “O ella o yo” no obtuvo respuesta. Sin mirar atrás, se fue dando un
portazo.
Tras unos meses en los que el
dinero lo le alcanzaba lo suficiente para acabar el mes decidió volver a casa
de su madre y rodearse del seno familiar, que no había visto en doce años. Le
tocaba afrontar una dura etapa.
Por las noches se le aparecían
imágenes de los recuerdos en los que preparaba bizcocho y se hacían maratón de
series o películas, pero pronto recordaba el desagrado de él en que quisiera
trabajar. Fueron años en los que fue una ama de casa reprimida.
Muchos recuerdos buenos se
sucedían y a continuación precedidas por pesadillas recurrentes tras haber
iniciado los tramites para divorciarse.
Alberto, su exmarido, les llamaba
a todas horas. Quería volver con ella pero Elisa estaba muy dolida; tanto que
aunque deseaba con todos sus fuerzas volver con el cómo si no hubiera ocurrido
nada y que todo volviera a la normalidad, se impedía caer en la tentativa; pues
él había comenzado una relación con otra mujer y aunque tuvo momentos en los
que pensó que ella no encontraría a nadie que la quisiera tanto cómo lo hizo
él, se paraba, y se decía “Ahora me toca a mi vivir” o “este va a ser mi año”
se negaba a derrumbarse sin embargo, Alberto se negaba a acudir a las vistas,
no cogía el teléfono y la sentencia de divorcio se estaba retrasando debido a
que él no daba señales de vida.
Por otro lado, un torrente de
emociones se agolpaba en el pensamiento de Elisa: miedo, incertidumbre, rabia,
recuerdos dolorosos … pero sobre todo la decepción y aflicción por no ser él lo
que esperaba. Tantos años luchando para que la relación funcionara, no había
servido para nada. Elisa se culpaba por haber malgastado su vida, pero no se
dejaba dominar. Estaba dispuesta a luchar así cómo lo hizo en matrimonio.
Algo que recordaba Elisa fue que
Alberto, años atrás le había convencido para que mostrara sus escritos en una
plataforma, de ahí que tiempo después encontrara trabajo cómo periodista e
iniciara su andadura literaria por otro lado. Elisa, no estaba quieta y además
estaba orgullosa de sus progresos: no era la misma persona que hacía nueve
meses. Por lo que, en parte sentía que cuando estás con alguien te llevas no
solamente lo negativo, también lo positivo.
“Este va a ser mi año” se decía
una y otra vez. Y a veces, lo llevaba con mucha ilusión y euforia; otras, se
comparaba con otras mujeres, pero no se dejaba de querer, aunque hubiera veces
que se tambaleara. Comenzó a ganar premios, visibilidad, en contraposición,
conseguía estar positiva con creces mediante el apoyo de su familia. Así que
estaba decidida a divorciarse. Recordaba cómo mantra, todo lo que le había
hecho pasar Alberto y se decía que iba a seguir con lo que había decidido y con
todo lo que viniera por delante.
Las alegrías llegaban de forma
inesperada. Tuvo una temporada en la que pensó “¿Y a mi quien me va a querer?”
o “¿Y a mí porque va a querer si no tengo nada que ofrecer?” pero no se paraba
a regodearse; sino que en familia sentía todo el amor que en doce años no había
recibido mediante charlas de café y cigarrillo. No obstante, se decía que no
podía volver a cometer los mismos errores del pasado; por otra parte, quizás no
fuera momento para tener pareja, aunque el saber que Alberto tenía pareja, le
había desestabilizado: tenía claro que quería estar sola.
Elisa sentía que necesitaba todo
el cariño posible. Fueron momentos duros en los que tenía que enfrentarlo todo
sola y otros en familia, pero un viernes cualquiera, recibió la gran noticia:
“Ya eres oficialmente soltera”
Su alegría acrecentó y su mirada hacia la vida parecía que le hacía darse cuenta, que se había quitado un gran peso de
encima pues sintió cómo se le destensaban los músculos de pronto.
¿Qué hizo Elisa? Seguir luchando
por su libertad y por recuperar aquellos años en vano.
FIN.
Cada lunes os hago una recomendación y esta es el relato de SOCIAL AFRO EVENTS APP y este relato se titula :
EL HIJO PREFERIDO
INCISO: "A veces creemos que todo en nosotros es desastroso, nuestra percepción de lo que nos ocurre es nefasta y puede que aún no nos hayamos dado cuenta de que, los demás nos ven con más fuerza y valentía de la que nos vemos nosotros mismos. Aunque haya gente que no nos de ese poder de valía"
Las etapas a veces se abren con una carta de amor y otras se cierran con una carta de divorcio. Entre ellas dos mundos en los que ya solo cabe quedarse con los mejores recuerdos. Un nuevo punto de partida sin ser fácil siempre debe ser ilusionarte.
ResponderEliminarUn brindis de lunes por la vida.
Bonita semana, Keren.
Hola, Miguel!! ¿Cómo estás?
EliminarPues sí, hay etapas que se cierran con amor y otras con un divorcio. Cabe decir que, a veces las diferentes situaciones te llevan sin quererlo hacia el buen camino. No es de mis mejores textos pero me ha gustado mucho escribirlo. Y bueno, ya te habrás dado cuenta de algo. Un saludo, abrazo y feliz semana.
Vivimos una era en la que los abogados matrimoniales se ganan bien la vida, que ya era hora, pobrecillos.
ResponderEliminarHola, Leslie!! creo que has conseguido sacar mi sonrisa, no puedo parar de reír. Pero los cuartos te los dejas, eso sí. No se si se reiría más el abogado o el cliente jajajajja (Estoy siendo sarcastica) jajajaja
EliminarAndas perdida . Hace tiempo que no te veo por estos lares. Espero bella que andes bien Un abrazo desde el otro lado del mar
ResponderEliminarHola, Mucha!! Estoy bien. Estoy segura que has visto mi actividad en Facebook. Yo voy publicando cuando puedo. Estoy bien. Gracias por pasarte por estos lares. Un saludo!!
EliminarEl final de una relación en la que no nos sentimos a gusto no tiene por qué ser algo negativo. A veces, como en este caso que describes, marca el inicio de una mejor relación con uno mismo y con el resto del mundo.
ResponderEliminarUn abrazo, Keren. Muy buen relato.
Hola, Estrella!! ¿Cómo estás? espero que bien. Estoy de acuerdo. Pero sabrás que las relaciones a veces son complicadas. Por eso he querido destacar esta situación. Me alegra ver que te ha gustado mi relato.
EliminarGracias por pasar por mi espacio. Un abrazo y un beso.