Relato: La fuerza del momento


 ¡Hola, mis seguidores, lectores habituales y nuevos lectores!

Hoy, me dejo caer por aquí para acercarnos a esos sueños, pero que a veces, nos cuesta hacer realidad por las adversidades que nos acontecen o porque simplemente, nos da miedo. Este relato iba a ser para la comunidad masticadora pero decidí dejarlo para este blog para aquellos les gusta los relatos sensibles.
Hoy me pongo tierna con este relato que espero guste.





RELATO
Rebeca introdujo el papelito dentro del hueco del árbol, cerró los ojos y pidió un deseo. ¿Se cumpliría lo que había deseado?




Pasaba las semanas trabajando en los movimientos que deseaba que aparecieran en la coreografía de François. Aunque por fin había encontrado su lugar en la industria del baile, estaba estancada en otro proyecto paralelo al que dedicaba gran parte de las madrugadas, los ratos libres y entre trayecto y trayecto, en tren, ya que durante el día tenía que dar clases a los jóvenes de su barrio. después iba al centro de la ciudad para atar cabos sueltos de las coreografías en un gimnasio en el que daba clases a niños pequeños, y por último, conducía varias horas para ir a casa de algún cliente que, cómo François, precisaba de su servicio.

Aquella semana estuvo tan ocupada que cuando llegó el fin de semana, cualquiera podría pensar que se dedicaría a hacer el vago, pero ella daba clases a jóvenes de los barrios más apartados por las tardes. Para cuando llegara el domingo, su descanso esperado, lo dedicaba a concretar citas y planificar horarios. Era entonces, entre la vespertina y la noche, cuando más tiempo dedicaba a su proyecto.

***

Un año había pasado hasta que logró acabar ese proyecto tan ansiado. Tocaba pulirlo y para ello, dedicaría otro tiempo a ello, porque sabía que cuanto mejor estuviera, mejor quedaría. Era algo que había aprendido durante mucho tiempo, cursando en la escuela de baile dónde trabajo duro y disciplina estaban a la orden del día. No había margen de error. Además, alguien le había impulsado esa inquietud y no pensaba en otra cosa. Puede que, a fin de cuentas necesitara, en este caso, la opinión externa de unos ojos experimentados. Para ello, nada mejor que una quedada con sus amigas.

—¿Cuánto hace que no nos vemos?—preguntó su amiga Ana

—Creo que desde el verano pasado.—aclaró Rebeca

—Como sigamos así, no nos veremos hasta el día de nuestro funera—bromeó Cyntia y añadió—: Pero… ¿Qué nos querías contar?-dijo mientras le daba un sorbo al vino
—Pues estoy estoy escribiendo algo... — dijo con reparo.Pues nunca les había contado a nadie aquello y ahora iba a desvelar algo muy íntimo a sus amigas, a las que valoraba muchísimo su opinión—.veréis os he citado en mi casa para contaros mi nuevo proyecto.

—Uyyyy!—dijeron todas al unísono

—A ver, calmaos. Esto… he escrito algo.—expresó algo nerviosa

—Pero … ¿Qué has escrito? ¿Un libro? ¿Una carta? ¿En un blog?—preguntó Ana

—Sí, a ver, es un libro. Precisamente he pensado que podrías darle el —bueno tú Ana, que escribes para una revista… y no se …-—dijo dubitativa

—Ayyyyy!! ¡Nuestra amiga ahora es escritora!—emitieron grititos todas, mientras se llevaba una mano a la cara Rebeca para tapársela.
— Estaré encantada de leer tu manuscrito. Tenlo por seguro que lo leeré. Viniendo de ti, seguro que es una joya.—Le guiñó un ojo Ana



Pasaron la noche entre copas y risas, pasaron la noche juntas con la promesa, al día siguiente, de no dejar pasar tanto tiempo para verse. A principio de mes un correo llegó a su bandeja de entrada con el asunto «¡Estás hecha una artista!», su corazón se encogió, pero no quiso abrirlo. Le daba demasiado miedo.

Aquel fue el primer correo de los cientos que su amiga Ana le enviaría a lo largo de dos años en los que, Rebeca no quedó con nadie y se sumergió en el trabajo, asumiendo que no valía para ese oficio. Se sentía un poco aterrorizada por la opinión de su amiga, pese a que en cada correo siempre había un asunto esperanzador, pero para ella no sólo era la opinión, sino que iba intrínsecamente de la mano con el tema del que había escrito en su manuscrito y aquello la bloqueó provocándole no querer saber nada sobre el tema.

Ocho meses después su amiga Ana le envió un enlace al móvil. Pensó que era muy raro que Ana le enviara algún artículo. Pensó que sería algún artículo de la empresa en la que trabajaba. Así que no lo abrió hasta llegar el fin de semana no dándole toda la importancia que se merecía.
llegado el fin de semana, se sentó en el sofá y abrió lo que le había enviado su amiga. Leyó el titular: «Coreógrafa, profesora y aspirante a ser una de las mejores escritoras del panorama hispano hablante, se hace con los primeros puestos en ventas con su primera novela. Ganándose el corazón de los lectores» su corazón se aceleró de tal forma que leyó apresuradamente el artículo no prestando toda la atención por los nervios. Así que llamó a su amiga.

—¿Qué es lo que ha pasado con mi manuscrito…?—dijo dubitativa Rebeca y con la voz quebrada

—Eres una estrella. Hice lo que debía. Por ti y por el legado de tu padre…- Rebeca rompió en llanto
 mientras balbucía. A su amiga no le hizo falta ninguna explicación para comprender. Para los adentros de Rebeca pensó que su sueño, al fin se había echo realidad.

***

 Esa tarde de otoño las hojas caían mientras iban acercándose al árbol en el que, una vez a la falda de este, su padre le regaló su primer libro y le dijo algo «Todo lo que desees para ti, lo puedes conseguir con esfuerzo y constancia. Pero a veces cuesta creer o tener el arrojo que se necesita: introduce en el hueco de este árbol tus deseos más íntimos y trabaja duro para que el árbol con su poder y su magnificencia, te lo conceda.», una Rebeca más joven hizo caso de lo que le dijo su padre. En el papel ponía, “Quiero escribir las historias más bonitas que haya, cómo las que me cuenta mi padre”. Dos semanas después su padre y su madre fallecían en una manifestación por los derechos humanos, dejando a una niña de doce años en manos de unos familiares desconocidos, prometiéndose hacer realidad aquel momento único antes de la desgracia.

FIN.
©El Rincón de Keren 

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5 comentarios

  1. Buen comienzo de semana, Keren.
    Cómo te he comentado en más de una ocasión brillas con luz propia en los relatos sobre la vida cotidiana. Además, me gusta mucho el ritmo impuesto a través de los diálogos. Por otro lado, el factor de la paternidad -a veces son los abuelos los que hacen ese papel- suelen ser claves en esa transmisión de esas historias orales de las que hablas al final de tu estupendo relato.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Buenas, Miguel!
      Sí que es verdad que en varias ocasiones me has metido la colleja jajajaja He cometido el error que en la explicación de los guiones y la raya (En los diálogos) ponían los guiones cortos para diferenciarlos simplemente total, que he cometido que el error de poner guion en vez de raya revisando los apuntes, aunque me gusta mucho cómo ha quedado el relato en sí, su esencia. Lo corregiré y el próximo relato estará mejor: I promise you! En este caso el que cuida y mima es el padre, pero algunas veces los padres dejan la tarea a los abuelos, como dices, creo que los padres deberían dar tanto cómo los abuelos. Porque luego pasa factura a los niños y niñas. Pero me alegra que te haya gustado el relato. Fue una gran comida de olla, la verdad. Para qué negarlo. Espero que pases muy buena semana, compañero. Abrazotes!! y perdón es que tu comentario me ha pillado en la calle.

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  2. ¡Hola! Tal y como dices al comienzo, un relato que, sin duda, toca mucho la sensibilidad. El tema de cumplir los sueños es muy bonito, pero también puede ser muy duro. Por eso me gusta mucho la frase que le dice su padre: "Todo lo que desees para ti, lo puedes conseguir con esfuerzo y constancia". El esfuerzo, la constancia y la ilusión son fundamentales para recorrer el camino. Además, me gusta mucho el detalle del árbol.
    Un abrazo :)

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    1. Hola, Auxi!! Necesitaba una historia que me transportara a esos estados buenos, de superación de pensar que aunque las cosas pueden ir mal en determinados momentos, las cosas si se hacen con esfuerzo y dedicación, la ilusión viene sola. Claro que aquí estaría el punto, de si se hace con ilusión o mecánicamente. No he querido sacar ese tema y me ido más por lo que a mi me haría feliz y me lo hace. Me alegra que te haya gustado el relato. Un abrazo grandote!!

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  3. Hoy, me dejo caer por aquí para acercarnos a esos sueños, pero que a veces, nos cuesta hacer realidad por las adversidades que nos acontecen . https://elcentroamericano.net/biografia-de-kim-kyu-jong/

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