Microrrelato: El 'Selfie'

 ¡Hola, mis seguidores, lectores habituales y nuevos lectores!




Este relato nace de una publicación que vi en una plataforma. Todos sabemos cual es esa plataforma por excelencia. Espero que este microrrelato sea de agrado y podamos reflexionar todos juntos.

¡FELIZ LECTURA!





 MICRORRELATO

“K” miró a un lado y luego a otro «Bien no hay moros en la costa», se dijo.

Se echó un selfie de todas maneras posibles: desde abajo «Esta no, que me hace mucha panza y se me ve una papada impresionante»; de lado con una sonrisa, pero la descartó; con el brazo alzado, con mirada de interesante y misteriosa, seria o alegre, desde arriba… pero ninguna le convencía. Terminó llenando el carrete con más de cuarenta fotografías que no subió a ninguna plataforma «No sé para qué me hago tantas fotos, si no salgo bien en ninguna», pensó para sus adentros.

La algarabía comenzaba a llenar las calles y lo sabía por el sonido que comenzaba a inundar el espacio con la llegada de ese coche rojo, como cada día, en el que el conductor pedía un café para llevar y realizaba todos los días la misma maniobra, la señora que iba con el carrito de la compra para ir al mercado, la Loli con los tres niños que tiraban de ella mientras hacían trastadas, y ella, con la lengua fuera «Yo, en su lugar echaría humo hasta por las axilas», volvió a recabar mientras saludaba desde el otro lado de la plazoleta a su amiga. Miró el reloj y entró a trabajar. Para cuando llegó la hora del descanso, se encendió un cigarrillo y descubrió a unas chicas, que no tendrían más de veinte años, haciéndose selfies y subiéndolas a alguna plataforma, pero la más rellenita se apresuró a decir.

—Espera, no la subas así, que no salgo bien… —se quejó

—Tranquila, ya verás lo guapa que te voy a sacar. Hoy en día, con los filtros, nadie sale fea… —Animó a su amiga

Y tenía razón, pero “K” pensó que era algo demasiado artificial, mientras daba una ojeada a la plataforma de moda y miraba su perfil, algo desmejorada, pero natural al fin al cabo. «Si tuviera veinte años… que filtros ni que filtras me iba a poner yo…», se lamentó. Súbitamente pensó en cuidarse más, sin embargo, desistió; pensó que era demasiado trabajo solo para poder salir en una fotografía bien.

UN MES DESPUÉS…

No sabía cómo ni porqué, pero se veía radiante, hermosa. Se sacó una foto con esa camiseta favorita, de lado, con una sonrisa, con la luz que filtraba por la ventana, desde arriba y hasta desde abajo y todas las fotos le gustaron. Decidió subir algunas fotografías a la plataforma y a los quince minutos, ya tenía el perfil inundado de corazones.

Estaba pletórica, la gente había reaccionado bien, así que, a partir de ahora, solo publicaría cuando se sintiera realmente feliz y cómoda con ella misma. Así lo hizo y así respondió la gente con la mejor de las respuestas, con miles de corazones. No obstante, con cada cifra comenzaba a sentirse cada vez más obsesionada, miraba a cada rato el número de corazones que tenía, comparaba fotografías y se exigía una, y otra vez, salir mejor que la anterior vez, se había convertido en una adicción que no podía controlar.

REFLEXIÓN

Sabemos que las fotografías nos alientan a mostrar nuestra belleza, como persona que ha sufrido bullying, sé lo que es que te miren raro, ya no solo por ser negra. A día de hoy, no me preocupa mucho cómo me vean, porque siempre me miran, sea para bien cómo para mal. Sobre todo, las personas mayores y gente que... bueno, ya sabemos que serán racistas. Ser negra, es lo que tiene. Cuando no es una mirada, es una expresión de asco, y muy a menudo tener que lidiar con el aspecto que muestras a la sociedad porque son muchas las personas que generalizan si ven una persona negra desaliñada, "TODOS LOS NEGROS SON UNOS GUARROS" "LOS NEGROS SON POBRES" ¿Cuál más conoces? 

Este tema lo he lidiado en casa con mi madre, con temas con los que muchas veces, confunden a gente negra con indigentes, o con ladrones. En este siglo, hemos alcanzado el buenísmo de las redes sociales, con selfies que sacan nuestro potencial mediante retoques y filtros varios. Ser natural no es lo normal, ser imperfecta, para una mujer, no trae cosas buenas, a menos que seas famosa y lo sepas llevarlo lo mejor que puedas. Cuando alcanzas cierta fama, se te permite todo, y... ¿Es cierto? ¿Todo vale cuando eres famoso? 

A estas alturas, me preocupa más ser yo misma y no perderme en divagaciones que desenfocan mi verdadero yo. Por que tan triste no saber envejecer y tan complicado mostrar una vida irreal que no trae satisfacción sino depresiones, estrés y fatiga para aquellos que se exponen al numeroso o cuantiosos corazones para una mayor visibilidad de las redes sociales. SE PUEDE SER MUY BUENO, CON POCA AUDIENCIA, y sobre todo y por encima de todo, hay diamantes en bruto, no descubiertos en las redes, que me interesan más que esas personas pretenciosas que por una visibilidad mayor venden su imagen para conseguir audiencia. 

En las mujeres, parecer joven y guapa, en los hombres, ser musculado y cuidarse. ¿Qué clase de realidad tenemos en nuestras mentes cuando una falsa realidad conlleva enfermedades o trastornos? 

...Y para más inri siempre habrá ese usuario hateriano que mostrará su peor parte para hacernos sentir mal. Seamos honestos, en la vida real, aunque no nos demos cuenta, muchas personas hablaran de nosotros y tendrán una opinión, sea buena o mala, me parece mejor y encomiable hacer y decir aquello que nos hace felices, que aparentar. Esto tiene más loabilidad para según qué personas y con cierto logro de fama según en los medios en los que se exponga, pero no podemos pretender tener éxito con cada cosa que hagamos amenos que nos paguen para mostrar esa parte irreal y fuera de lo común para darle justificación. Pues será nuestro pan de comer. Aunque para mi, eso es interpretar un papel, y de actrices y actores ya tenemos en cine español y hollywoodense. Además, que imagino que debe quedar un miedo atroz a mostrarse sin maquillaje o sin filtros que nos lleva a otro tipo de enfermedad. El exceso de cuidado y belleza. Un poco está bien, demasiado es contraproducente. Otra cosa es que disfrutes con ello, pero... me da que la superficialidad es otra manera de caer en el bullying interactivo en el que los haters, o bien aplauden la vida artificial o no aprueban la naturalidad. Debe ser estresante tener que arreglarse todos días, para que te vean guapa, deseable, para promocionar algo... etc aunque luego está el hecho de que si lo llevas haciendo desde los inicios, luego la gente no ya no aprueba con tanta facilidad ese "cambio" que en realidad es tu realidad y persona al natural. 

En definitiva, para mi, desde mi punto de vista selfis con retoques no, naturalidad sí. pero no descarto estar fuera de las redes con un maquillaje suave y natural. A ver, soy mujer, no tonta. el problema aquí es maquillarse como si fueras a actuación de los MTV Awards o ir de cada día luciendo igual de mona. a fin de cuentas, internet, no deja de ser un lugar de entretenimiento que apenas comienza a usarse aplicaciones conocidas por todos para uso empresarial. 

Por ultimo está, el tema de que cada una hace y deshace lo que quiera mientras le haga feliz y no le cause ningún problema psicológico, obsesión u otra patología.

Sin embargo tras la pandemia, aumentan los trastornos en más de la mitad de la población y una adicción a la tecnología. Así que señoras y señores, comencemos por ofrecernos un contenido para nosotras mismas, en el que nos sintamos a gusto y en concordancia con lo que sentimos y somos. Lo demás lo dejo a vuestra creatividad e inteligencia, que seguro que tenéis. 


¿ESTÁS EN ACUERDO O EN DESACUERDO? ME GUSTARÁ SABER TÚ OPINIÓN


GRACIAS POR PASARTE POR ESTA SEMANA EN LA QUE HEMOS AVERIGUADO COSAS DE MI, HEMOS REFLEXIONADO Y HEMOS DISFRUTADO DE LITERATURA PARA NO QUEDARNOS CON LO PRIMERO QUE NOS DICEN O NOS DEJAN SABER, PORQUE UNA PERSONA QUE SE CUESTIONA SU SITUACIÓN ES UNA PERSONA CURIOSA Y CON ARAS DE QUERER MEJORARSE A SÍ MISMA. 


P.D. No he dejado las distintas patologías para con las tecnologías porque creo que en la red es fácil encontrarlo. pero he encontrado este listado explicativo que habla de ello bastante bien 

👉ENFERMEDADES TECNOLÓGICAS

¡FELIZ FIN DE SEMANA!

 ©El Rincón de Keren 

 

Comentarios

  1. ¡Hola, Keren!
    El debate entre la superficialidad frente a la naturalidad no es nuevo, pero ahora, como comentas, debemos pararnos a pensar en cómo está evolucionando en la actualidad, como es el caso de las redes sociales. Por esto me ha parecido muy importante tu reflexión.
    Yo te confieso una cosa: no me gusta maquillarme. A veces sí me maquillo un poquito para determinadas situaciones, pero es algo muy básico. Lo siento, pero si me maquillo mucho no me siento yo misma (lo he intentado, pero que no... jejeje).
    Una cosa que me gusta del final de tu relato es que ofrece una aceptación personal, sin embargo, termina convirtiéndose en una adición y eso no es bueno.
    Así que creo que podemos sacar una buena reflexión de tus letras: hacer lo que nos haga más felices, tratar de no caer en obsesiones y tener una actitud positiva. La actitud es muy importante, no hay duda. A todo esto, hay que sumarle otra cuestión: hay que evitar los prejuicios hacia otras personas. Esto es algo que ya debería estar superado.
    Y sí, la pandemia está pasando factura.
    Un abrazo!!

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    1. ¡Hola, Auxi! En mi caso, antes me maquillaba todos los días, pero pase mucho tiempo yendo sin maquillaje y caí en la cuenta que las mujeres, estamos, casi sometidas a que cuando salimos, debemos maquillarnos, arreglarnos, no tener bello y ser o tener un mínimo de positivismo. A esta obsesión encubierta por la aceptación de las redes sociales, con aceptación se suman el estrés, la depresión y otros trastornos que ya se han mencionado anteriormente, además de las tecnológicas. En mi caso, he decidido que no voy a maquillarme a menos que me apetezca, porque además, me salen granitos, es una faena desmaquillarse y me parece muy superficial valorar a una persona por el nivel de cuidado que tenga. Precisamente, las redes sociales, tienen eso de prejuiciosas, por una parte mostramos nuestro agrado con algo, pero a las espaldas, ponemos de vuelta y media a las personas, nos comparamos y queremos llegar a posiciones en la vida casi imposibles de alcanzar. Me alegra que te haya hecho reflexionar, pues es un tema en auge desde la llegada de esa plataforma. Gracias por pasarte y además dejar comentario. Lo valoro mucho.

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  2. Me ha encantado el relato, Keren, pero sobre todo me gusta tu reflexión. Supongo que el que mira a otro de la manera que tú describes es porque siente miedo y eso es para enorgullecerse no para sentirse pequeñita. Me alegro que hayas podido superar esa difícil situación que comentas.
    Un besazo

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    1. Hola, el que mira con esa intención puede, en mi opinión, que sea envidia, no tanto para enorgullecerse, porque quizás esa persona lo esté pasando mal, eso me lleva a pensar en lo que serían capaces de hacer las personas por parecerse a otras que no es raro y lo hemos visto en chicas jóvenes que se operan y todavía no han pasado la pubertad o simplemente tienen que hacer el cambio. Por eso, es contraproducente. Tal como comentaba a la compañera Auxi, lo mejor es hacer cada uno lo que quiera pero claro, ¿todo vale? estaríamos prejuzgando y por eso, me doy cuenta de que no es tan facil dejar hacer a los demás, cuando quieres ayudarles o crees que no es bueno para ellas. Y mucho me temo que las comparaciones entre mujeres abundan mucho. (aunque sea internamente y para una misma) por eso, hay que hacer lo que a una le haga feliz.

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  3. Poco más se puede añadir a tu certera reflexión. No hace mucho escribí algo sobre los selfies. Hay muchos y muchas que ya eran gilipollas antes de internet. Desde que aparecieron la redes sociales, no es que lo sean más, pero tienen ocasión de demostrarlo y dejar prueba flagrante de ello. No deja de ser contradictorio que en un tiempo en el que estamos conectados todos con todos, se agranda nuestra despersonalización, nuestro aislamiento, y la necesidad de aceptación y de encajar, dicho sea de paso, no sé muy bien dónde. La estupidez del humano es tan superlativa como su afán de protagonismo. Menos mal que, con un poco de esfuerzo, se aprende a soportarlo.

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    1. Hola, CABRÓNIDAS, muy bien, eso también se me olvidó, la falsa creencia de querer pertenecer a ese mundo en el que supuestamente, eres aceptado, no es real. Aunque para ello, recalco de nuevo, que hay muchas personas que harían lo que fuera por llegar allí. Pero entiendo que, todos queremos ser queridos, que nos miren con admiración, pero a qué precio si esas personas no te quieren o no darían la vida por ti, o bueno, no tan alto, ni siquiera se alegrarían por tus logros, porque el nivel de competitividad es tan alto que la envidia y la despersonalización abunda. Yo he pasado por fases en las que desespera el numero de los corazones pero me alejo, no publico tanto, y todo vuelve a su cauce. Entonces, como dices, darse cuenta de cuando no se va por el buen camino, también sería una forma de hacerse reflexionar o al menos, darse cuenta de las realidades. Me encanta, porque me haces reír con tu naturalidad. Eso me gusta. Gracias por pasar por mi blog. Esto... siempre se me olvida pasar por tu blog, ahora estaba preparando las entradas de la semana que viene, en cuanto acabe me pasaré por tu blog, te lo mereces, muchísimas gracias por pasar en serio, me hace muy feliz. FELIZ FINDE!!!

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    2. Hola, me permito el contestarte por aquí en cuanto a lo de contactar en privado. Para hacerlo, no tienes más que utilizar el gadget de formulario de contacto que se encuentra en la columna derecha de mi blog. Gracias a ti.

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    3. Gracias, por pasarte a contestar. Lo haré.

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