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Mame, había escrito a Juan todos los días sin ninguna respuesta, hasta que le puso un ultimátum y este accedió a hablarle más seguido. Ahora se pasaba las semanas esperando a que ella  quedara con él. Sin embargo para Juan ya no era la misma chica en la que se había fijado, ahora tenía otras prioridades.

Cuando volvió del cine recibió un mensaje de Juan y mientras cruzaba por las oscuras calles de Barcelona, un coche chocó, acto seguido derrapó a causa del relente que había en la carretera llevándose con el a Mame. Afortunadamente, solo tuvo unos rasguños. Su familia estaba muy preocupada, pero ella deseaba que Juan fuera a visitarla al hospital. Era lo que más deseaba, aunque sabía que en momentos de dolor la familia era la que sostenía a los integrantes de ésta. 

Desde que sus hermanos mellizos se fueron a África a emprender, la vida en España estaba siendo un letargo del que no sabía cómo procesar los sentimientos. Se sentía vacía y a veces, echaba de menos las charlas —que eran cómo agua de mayo — con los mellizos. En un momento de histeria se echó a llorar mientras sus padres hablaban con el doctor en alguna sala olvidada. Desesperada llamó por teléfono a su hermana Rijole sabiendo que no podría decirle demasiado. De hecho, tan solo deseaba escuchar su voz para calmarse.

—     -  Hola... estás ocupada... —Preguntó Mame ronca 

—      -Te noto algo desanimada. ¿A caso te has peleado con alguna amiga?

—      -No. No es eso… — Le dijo dubitativa en si decir la verdad o no

—      -¡Ah! Ya sé es por un chico ¿Verdad?

—      -Sí … —se sorbió los mocos y prosiguió—: es un chico que no me hace caso…

—      -Mira, no sé si esto te hará bien o mal, pero ya sabes que soy tu hermana mayor y me gusta ser clara contigo. A estas alturas, te habrás dado cuenta de que los hombres blancos no se suelen interesar por las mujeres negras para otra cosa que no sea sexo. Sí, pueden parecerte que guardas más en común con ellos que un hombre negro, pero la realidad es que la curiosidad y la posibilidad de hacer realidad sus fantasías sexuales les atrae más que cualquier otra cosa. No digo que no haya hombres que no se puedan fijar en tu persona, pero esos hombres son una especie en extinción por no decir que no hay ninguno. La mayoría, son racistas sin darse cuenta de que lo son y no es culpa tuya. A veces, ellos nacen, viven y se relacionan con una única visión, la de casa y la del televisor y en su mundo blanco de privilegios en los que, las expresiones, las actitudes y los pensamientos, no son equitativos ni antirracistas. Tienes dos opciones: Asumir que tu como mujer también tienes necesidades y acostarte con ellos sin llegar a nada serio nunca, pero haciéndote cargo, o reservarte para un hombre  blanco o negro que sea más probable que haya pasado por las mismas situaciones. Y esta es la ultima, puedes esperar y esperar a que un hombre blanco, algún día se de cuenta de que es lo guardas en tu interior, en tu corazón y no en tus bragas. Decidas lo que decidas, estaré orgullosa de ti, siempre y cuando, seas feliz ahora bien, se consecuente y madura.

—      -Creo que exageras demasiado, pero … no te falta razón. Gracias hermanita. ¿Y tú cómo estás?

—      -Ya sabes, todo bien. Estamos bien. Progresando. Bueno hermanita, tengo que colgar, van a cortar el internet y no quiero dejarte a medias. Dale recuerdos a la familia y piensa en lo que te he dicho.

Mame colgó el teléfono con otra visión hacia los hombres. En los días posteriores  se dedicó analizar a los hombres que conocía. Algunos sin querer decían lo mucho que tendrían que ayudar a los de aquí sus líderes para luego ayudar a los demás en la sociedad, otros la curiosidad les hacía querer entrar en contacto con cualquier excusa para yacer en la cama con una cita en la que siempre acudíaría el tan aclamado, "que piel más suave". Harta de tanto cuento, decidió salir de fiesta con sus amigas.

Por otro lado, Juan quedaba con sus amigos y se relacionaba.

- Joder, ya está Mame mandándome otro mensaje... 

- Tío, he oído que las negras son muy... calientes

-¡ Anda cállate !

- En serio, dicen que son muy fogosas y que si lo pruebas con una negra es todo diferente 

-¿Quién dice eso?

-Mira este vídeo - El amigo de Juan le enseñó una mujer negra manteniendo relaciones con un hombre blanco todos ríen y hacen movimientos obscenos

- Joder tío, si fuera tú no me lo pensaba en quedar con Mame. Además así cómo bailan seguro que en la cama son una pasada. 

-Callaos, sois unos cerdos. 

-Ahora me vas a decir que te has enamorado de ella... - todos se miran y se ríen 

-Ya me la he follado pero no me interesa. Me gusta más el producto español. Ya sabéis... - dijo con poco convencimiento pero sus amigos le siguieron la beta 

-¡¡Joder , Joder, Juan!! Cómo te las gastas... pues claro, una rubia para enamorarse y una morena para esos momentos de desfogar - Todos se rieron pero Juan sentía vergüenza por haber seguido el juego a sus amigos, ¿era mejor eso a acostarse con ella? 

Mientras tanto solo Juan en su habitación, miraba la foto de Mame. Se excitaba y se tocaba. Llegaba al orgasmo sin problema, pero seguía sin quedar con ella, porque la chica se había negado en rotundo a acostarse con él. Así que decidió no escribirle más para no complicarse, ya tenía sus propios problemas y si era por sexo, siempre había alguna pobre chica con baja autoestima con la que acostarse. Las había a patadas. Pero pronto se le ocurrió una idea, le diría que quiere una relación seria para poder acostarse con y después se desentendería. Si podía ser sin preservativo, mejor. Para cuando Juan se dio cuenta de que Mamen no era de esas chicas, Mamen, ya estaba en otra onda. 

Mamen, dejó de escribir a Juan. En cierto modo, se había dado cuenta de que no valía la pena los sufrimientos, las lágrimas y la ansiedad en querer que le viera para algo más que para eso.

***

Una noche de copas con las amigas por la ciudad  decidió volver temprano a casa y topó con un chico negro, alto, musculado y con las piernas tonificadas, en el bar de referencia al que acudían todos los jóvenes después de la tan ajetreada noche de baile dándolo todo en la pista. El local se ponía de bote en bote hasta llegar a formar colas kilométricas .El chico se presentó y comenzaron así su primera de conversación.

Fto: Pikx by Phanter- Pexels

—      Disculpa por mi torpeza. Te invito a una bebida por mi mala pata. Mi nombre es Khalid—le guiñó un ojo

—      Mi nombre es Mame y no te voy a negar esa bebida— sonrió

—      ¿Cómo es que una hermana tan guapa está sola por las calles de Barcelona? ¡Habría que estar loco para no tener nada contigo! — echó a reír descubriendo una sonrisa perfecta y un rostro mestizo que le robó el corazón.

—      -Al parecer algunos no piensan lo mismo.... depende de quién ¿No serás tú uno de esos?—dijo con sorna

—    -HUM! entiendo, las mujeres blancas solo me quieren para echar un rato. Al final he llegado a conclusión de que el tópico de que los hombres negros lo hacen mucho mejor que los blancos me hicieron pensar que nunca encontraría a la mujer de mis sueños por querer que me vieran cómo a un igual y no cómo lo exótico. No estoy para tonterías. Es por eso que prefiero a las mujeres negras...

—      Creo que te comprendo mejor de lo que piensas. Me ocurre algo parecido con los hombres. — se miraron y se encontraron con la mirada con las almas

Aquella noche Khalid la acompañó a casa a Mame quedando así en verse otro día. 

Las semanas pasaban volando. Tanto era así ,que llegaron a verano conociéndose lo suficiente como para hacerse bromas. Esa tarde en el Maremágnum, Khalid fue muy directo, le gustaba y quería que fuera su novia. Sentía que no debía andarse sin rodeos. Poco conocía Mamen la caballerosidad de su acompañante , fue algo que le llamó muchísimo la atención. Él la agasajaba, la colmaba a detalles que parecían sin importancia, como abrirle la puerta del coche, acordarse de su cumpleaños, prestarle toda su atención y no al móvil, pero que ella recababa, además de ser muy atento. Con el tiempo, le presentó a sus amigos hasta hacer formal la relación: ya eran novios oficiales. 

Un mensaje llegó a la bandeja de Mame, era Juan pidiéndole quedar, pero Mame no le contestó. En el mensaje le decía que se había dado cuenta de lo mucho que la quería aunque fuera negra. Khalid y ella estaban demasiado ocupados enamorándose, tocándose los corazones, aprendiendo el uno del otro,... todo en ellos era un motivo para hacer más fuerte su relación. 

 Una noche que pasaron en casa de Khalid, este preparó la noche con palomitas y un gran peliculón, le hizo un masaje en los pies y cocinó para ella. Luego de intercambiar opiniones culturales, Lo pasaron en grande jugando al parchís, rieron , entrelazaron las manos viendo una película y el la besó. Ella, algo tímida, se dejó besar sintiendo la calidez , los gruesos labios, al tiempo que acariciaba su pectoral bien musculado fue recorriendo su parte baja y el le puso una mano para detenerla. y explicó.

-Quiero que comprendas que no te quiero solo para esto. Esperaré el tiempo que haga falta. Esto no tiene porqué pasar ahora... quiero decir que me siento a gusto contigo, me gustas mucho, de verdad y creo que vales la pena. Te respetaré siempre. No querría que pensaras que lo único que quiero es desfogar y ya está. 

Aquella noche, no se acostaron.  En lugar de ello durmieron abrazos. No fue hasta pasados tres meses que se entregaron el uno al otro, cómo nunca lo habían hecho. 

A la mañana siguiente él la llamó por teléfono para pasar la tarde juntos.

Pronto, lo que eran cosas de pareja no solo eran motivos para pasarlo bien, sino que también para apoyarse en las adversidades, lo buenos momentos, debatir puntos de vista distintos y luchar contra el racismo impuesto, porque no hay nadie que conozca mejor su camino, que alguien que haya pasado por lo mismo que una.

 Nueve años después... viven felices, pero sin atormentarse por si deben casarse o no.

FIN.

REFLEXIÓN

Gracias por pasar por mi espacio, comentar y compartir. 

©El Rincón de Keren