¡BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS!
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«Supe en ese momento que todo cuanto había depositado de
esperanzas de desvanecería con tan solo decirlo: Me gustas.»
—Solo sé que tú a mí también me gustas
Las llamadas posteriores, se alargaron largas horas
augurando veladas de risas, intimidad y complicidad. Al mismo tiempo, se
sentían en tan buena compañía z que podían hablar de todo. O… eso creían.
Los días pasaban y los mensajes de texto abundaban. Las noches,
las pasaban al teléfono y así, durante dos largas semanas. Doroty sintió que no
podía hacer frente a sus trabajos y al mismo tiempo prestarle atención.
—Creo que es mejor que pasemos
menos ratos de charlas. – dijo con pesar y prosiguió me agobia sentir que no
puedo dedicar mi tiempo a mis cosas. Además, pronto volverás a trabajar y
quizás ese tiempo, se verá mermado además de la atención. Piénsalo. Necesito
más espacio.
—Carlho sintiendo que lo estaba haciendo
todo mal, que era un inútil que no sabía lo que le que quería la chica que le
gustaba, decidido darle lo que quería. De ese modo, ella estaría contenta, seguirían
con sus charlas y todo seguiría igual.
Pero las tardes, Carlho se las pasaba
enviándole mensajes a Doroty; ella la avisaba de cuando estaría disponible y en
las noches, por fin… dedicaban tiempo, pero reducido , a aquellos momentos que
tanto disfrutaban.
Con el tiempo, Carlho encontró trabajo. Y
los presagios de Doroty parecían certeros.
—No hay manera de localizarte
—He encontrado trabajo. Estoy derrotado hoy,
hablamos mañana.
—Claro, descansa. Y felicidades.
Doroty dedicada en sus tiempos y su trabajo, al principio no
notó las ausencias, hasta que en una época en la que disminuyó la faena ella le
envió un mensaje.
—¿Por qué no contestas mis mensajes ni mis
llamadas?
—Estoy muy cansado. No creo que tenga
tiempo cómo antes para dedicarte… y lo vernos… económicamente no puedo
permitírmelo así que tengo reducir gastos.
—O. K.
Ella sabía muy en el fondo, que todo aquello estaba pasando
tal cual ella lo predijo. En contra de su voluntad y haciendo caso omiso a sus
emociones, Doroty se enzarzó en un vaivén de mensajes en busca de su atención, cosa,
que no logró. Ella, no quería que aquello que comenzó se desvaneciera y era algo
que no tenía ganas de lidiar. Sin embargo, irremediablemente, la relación o lo
que quiera que tuvieran cómo nombre, llegó a su fin.
Carlho dejó de contestar y de llamar, y Doroty dejó de
buscarlo. Los dos se olvidaron y siguieron sus vidas por separado.
TRES MESES DESPUÉS... { ENTRA UN MENSAJE ]