De tanto respirar [ verso libre ] | El Rincón de Keren 'Blog literario'

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«De tanto que me duele el corazón no puedo respirar», contiene Helena.

Es por eso que ideando las formas del amor, reclutar emociones, se ha convertido en un sinvivir que lo hace más dañino si cabe.

Es la espera y el entretenimiento del que trata de huir del dolor, pasando a la intemperie por recuerdos que no volverán a ser los mismos, que no traerán consigo viento fresco, sino el fragor de lo vivido en pos de lo que se anhela bien. O vaya a saber, si es un recuerdo del que quiere mal.
«Anoche me bebí la luna y olvidé la narrativa cambiándolo por la lira»

Horfeo estaría orgulloso, aunque esta poeta se contente con el dolor enmascarado de miles de semanas comprimiendo días en un sinfín de palabras que la hicieron feliz. Se machaca Helena, la poeta, al néctar de lo oscuro y salobre mezclado en un mar de llanto incontenible. Puede ser apacible para allanar el camino, pero el descontento de este odioso corazón, empecinado en querer, que si amar, que si obrar en el buen hacer... Se duela a sangradas destinadas a recordar; que a falta de combustible, se echa unas letras cómo mendrugo y una peineta mal acostumbrada.

You bad,
Pero lo que no se puede cambiar, no sé puede.
El amor y el odio,
La compasión y el desdén
Conforman hoy en una noche estrellada, el beneplácito a la tregua, más no hay perdón que valga.
Esto es un pacto, entre su corazón y la tranquilidad.
Porque convive en las entrañas,
El fruto de un amor que nunca fue consumado,
La vida de un paseo que nunca fue disfrutado,
La dicha que nunca fue compartida y
La desdicha de amor que grita
"¡SOCORRO!"

No la culpen por amar en vano,
Ella hizo lo que todo loco romántico dispone a su amado:
Amar hasta ya no respirar. 

©El Rincón de Keren


Comentarios

  1. Así es el amor, Keren, te entregas has no poder ni respirar. Pero cuando no es correspondido, ¡ay!, cuando no es correspondido, ese amar en vano hace gritar a la desdicha sin consuelo.
    Besos!

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    1. Buenas, Pilar! en efecto, cuando el amor toca la puerta no hay por donde escaparse y al mismo tiempo, cómo dices, hay un mal sabor, ese sabor agridulce cuando no es correspondido. A veces, amar es arriesgarse a que entren en tu vida y una parte de ti se escape con la persona. Pero si somos esperanzadores, sabremos que de todo se aprende algo y de la persona sabremos lo que queremos en nuestra vida y lo que nunca más obviaremos. Muchas gracias por pasar por el blog y dejar tu semillita. Nos vamos viendo. Feliz semana.

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  2. Saludos Keren, me encanto la frase "Anoche me bebí la luna y olvidé la narrativa cambiándolo por la lira" porque me evoca un acto de buscar consuelo y distracción en algo bello y poético.

    Somos culpable, por amar sin exito? De seguro si.... y de seguro no.... ja ja

    bien narrado.

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    1. ¡Hola, Jose! Probablemente seamos culpables de NO TRATAR CON AMOR, los niños lo hacen sin distinciones lo que nos hace que tengamos que aprender de ellos. Siempre gracias por haberte pasado por aquí. Un saludo y feliz semana!

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