Ir al contenido principal

Microcuento: Prosa reflexiva

¡Hola mis seguidores, lectores habituales y nuevos lectores!

Imagen y microrrelato propio
Tu mirada

Por más que lo intento, el enfado hace mella en mi interior. Recorre todos los torrentes y se instala para no dejar pasar ningun flujo que pudiera atisbar, en la lejanía la mirada del otro bando: La alegría. 

Encuentro tormentoso todo aquello que no me hace bien, pero indudablemente, está dentro y no hay manera de sacarlo. Si acaso, este enfermizo sentir para dar rienda suelta a lo malo fue una buena idea solo puedo fruncir el ceño y viajar con mi nube y lloviznar hasta quedar empapada con la excusa de que, 'no sé cómo he podido llegar a empaparme tanto'. ¿Es cierto? ¿No sé porqué me he impregnado de este liquido invisible?

Armo y ato a la desgana y hago de la desidia un volteo para retroceder ante la calamidad que me auto ingerido por días y lo veo claro: Tus oyuelos, esos ojos achinados, el reflejo de la luz invadiendo tus gafas, la mella de los pliegues de la sonrisa que ahora ha eclipsado mi atención: Tu sonrisa. Y es que me siento vencida, lo intento, intento volver al estado enfurruñado para resolver el nudo que hay en el interior pero desenredas con esa iluminación en tu boca todo daño acumulado. 

No se cómo, pero si habían nubarrones, ahora parece que hay un claro que logra desjuntar mis cejar y dejar el semblante cargado para darme a la sonrisa acompañada de algo gracioso y todo parece cobrar sentido. 

"Tus ojos son un paraíso comparado con el precipicio de los míos, al darme cuenta de que si me miras puedes caer y quién sabe que si nos caemos en ese paríso por la trampilla de  esos ojitos que están dispuestos hacerse el amor con la mirada"

No son solo tus ojos, es esa sonrisa socarrona, ese espiritu desenfadado, la naturalidad de tu risa, la sonrisa y abazo acompañado. Me hace debilitarme de tal forma que no tengo escapatoria. No hay otros ojos, no hay otra mirada, no hay otro rostro que haya socavado el interior para resguardar el amor que te tengo haciendo sombra a los problemas, apartándolos, abriendo paso a la calma instaurada solo con verte. 

Te pienso, y me lleno el alma de esa vitamina C que tanto me cuida. De verte y sentirte esas ganas de no querer enfadarme. Pero, lo cierto es que es un trampa en la caigo una y otra vez y logra ganar mis enfados, mis quejas, mis tormentos, mis dias malos. No hay otra voz... El tuyo. 

¿El amor lo cura todo?

Podrías apostar a que no, pero caerías en una sonrisa hogareña y tan cálida que tú también perderías pero seamos justos: Ambos hemos salido ganando.


>>Entrada anterior: "El Refugio"

©️El Rincón de Keren 

Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Hola Keren, es realmente precioso el fragmento que has elegido para la imagen de portada. Me ha encantado.

    Y qué bonito también lo que escribes sobre el amor y ese reflejo depurado en tus letras hacia la persona amada.

    No sé si el amor todo lo cura pero desde luego es un privilegio cuando este es recíproco, verdadero y entregado.

    Un gran abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Miguel. Es cierto, cuando es recíproco todo es más bonito casi inefable por eso aunque a veces no todo es bonito, he querido hacer esta oda al amor.
      Saludos!

      Eliminar
  3. Y es que el amor es un secreto que los ojos no saben guardar...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En efecto Toño,
      El amor sucede de pronto y uno no sabe disimularlo porque nace con naturalidad.

      Gracias por pasarte.
      Nos vamos viendo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Siéntete libre de comentar

Podcast- Lírica y Letras

Me Gusta

Entradas populares de este blog

Relato: Confidente luna

¡Hola mis seguidores, lectores habituales y nuevos lectores! -imagen propia- Roquetas de Mar En constante movimiento, nos observamos declarando nuestro amor con miradas sinuosas en un grupo de cinco. Solo que tú, quieres a otra y yo lo que me conviene. El reparto no es equitativo, pero las miradas desnudan el alma y hasta el corsé paseando por aquellas playas paradisíacas en las que te habías enturbiado hasta los acertijos más rocambolescos para conquistar a aquella rubia de bote y de ojos azules. Andabas de acá para allá, de pelea en pelea y no sabías cómo complacer los deseos insatisfechos de aquella joven. Pero cuando nos mirábamos... Ay! cuando nos mirábamos! Si el silente rumor del mar hubiera quebrado para alentar a dos corazones inciertos a los paseos más excitantes entre pestañeo y media sonrisa. Embobados por una una mirada bobélica caricia más. Pero lo cierto es que a veces, me parecía que eras más cómo la mar, más cómo las constelaciones, que parec

Sueños destripados

¡HOLA, mis seguidores, lectores habituales y nuevos lectores! Imagen retocada extraída de Google Manos protectoras  Supieron cuidar pero jamás dar un aliento Cada pequeña esperanza  Derrotada con la más nimia palabra Caminante de la vida,  Exploradora en el gusto Jamás dejaste de soñar  Efímero como un segundo  Detuviste tus ganas de crecer Enterrando sueños mágicos que  No llegaron a su punto álgido  "Esto no sirve"  "Aquello nunca será de provecho"  Somos magia encajonada  Solo los que sueñan con fuerza y Despliegan ese poder  Alcanzan la realidad en su mente.  Acude a tu mente pero  Jamás desaparecieron las ganas  Sueños destripados Imaginando lo que pudo ser  Qué no es y  Lo que te hubiera gustado explotar El camino fue sin perder ese rescoldo de polvo de hada Emerge de tus más escondidos interiores Basta un chasquido  Basta una ilusión  Para esbozar una sonrisa porque  Aunque hayan pa

Cuento: La manzana triste

¡Hola mis seguidores; lectores habituales y nuevos lectores! RELATO:  En tierras muy lejanas, un árbol engendraba ricos frutos de los que a su algarabía albergaba multitud de caracteres entre tantos frutos. Un día entre ellos, que lucían resplandecientes nacieron unos nuevos frutos. Entre ellos se hacían elogios, lucía alegres, cada mañana se sonreían y se aconsejaban, reían y se hacían bromas y, además, gozaban de el temporal que les hacía más grandes y sabrosos. Habían visto cómo muchos y muchas de los frutos habían perecido en el intento de convertirse en los exuberantes frutos que caerían al suelo para ser liberadas.  Un día, entre la juventud, comenzaron hacer su día: se mecían y dejaban que pasaran los días al radiante sol que les alumbraba y conseguía las mejores fotos de los humanos. Los humanos se hacían fotos bajo los frutos más dulces y más hermosos. Pero un día cayó una tremenda tromba y las manzanas, comenzaron a inquietarse, pronto todas adquirieron una a