Microcuento: Prosa reflexiva

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Imagen y microrrelato propio
Tu mirada

Por más que lo intento, el enfado hace mella en mi interior. Recorre todos los torrentes y se instala para no dejar pasar ningun flujo que pudiera atisbar, en la lejanía la mirada del otro bando: La alegría. 

Encuentro tormentoso todo aquello que no me hace bien, pero indudablemente, está dentro y no hay manera de sacarlo. Si acaso, este enfermizo sentir para dar rienda suelta a lo malo fue una buena idea solo puedo fruncir el ceño y viajar con mi nube y lloviznar hasta quedar empapada con la excusa de que, 'no sé cómo he podido llegar a empaparme tanto'. ¿Es cierto? ¿No sé porqué me he impregnado de este liquido invisible?

Armo y ato a la desgana y hago de la desidia un volteo para retroceder ante la calamidad que me auto ingerido por días y lo veo claro: Tus oyuelos, esos ojos achinados, el reflejo de la luz invadiendo tus gafas, la mella de los pliegues de la sonrisa que ahora ha eclipsado mi atención: Tu sonrisa. Y es que me siento vencida, lo intento, intento volver al estado enfurruñado para resolver el nudo que hay en el interior pero desenredas con esa iluminación en tu boca todo daño acumulado. 

No se cómo, pero si habían nubarrones, ahora parece que hay un claro que logra desjuntar mis cejar y dejar el semblante cargado para darme a la sonrisa acompañada de algo gracioso y todo parece cobrar sentido. 

"Tus ojos son un paraíso comparado con el precipicio de los míos, al darme cuenta de que si me miras puedes caer y quién sabe que si nos caemos en ese paríso por la trampilla de  esos ojitos que están dispuestos hacerse el amor con la mirada"

No son solo tus ojos, es esa sonrisa socarrona, ese espiritu desenfadado, la naturalidad de tu risa, la sonrisa y abazo acompañado. Me hace debilitarme de tal forma que no tengo escapatoria. No hay otros ojos, no hay otra mirada, no hay otro rostro que haya socavado el interior para resguardar el amor que te tengo haciendo sombra a los problemas, apartándolos, abriendo paso a la calma instaurada solo con verte. 

Te pienso, y me lleno el alma de esa vitamina C que tanto me cuida. De verte y sentirte esas ganas de no querer enfadarme. Pero, lo cierto es que es un trampa en la caigo una y otra vez y logra ganar mis enfados, mis quejas, mis tormentos, mis dias malos. No hay otra voz... El tuyo. 

¿El amor lo cura todo?

Podrías apostar a que no, pero caerías en una sonrisa hogareña y tan cálida que tú también perderías pero seamos justos: Ambos hemos salido ganando.


>>Entrada anterior: "El Refugio"

©️El Rincón de Keren 

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5 comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Hola Keren, es realmente precioso el fragmento que has elegido para la imagen de portada. Me ha encantado.

    Y qué bonito también lo que escribes sobre el amor y ese reflejo depurado en tus letras hacia la persona amada.

    No sé si el amor todo lo cura pero desde luego es un privilegio cuando este es recíproco, verdadero y entregado.

    Un gran abrazo.

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    1. Gracias Miguel. Es cierto, cuando es recíproco todo es más bonito casi inefable por eso aunque a veces no todo es bonito, he querido hacer esta oda al amor.
      Saludos!

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  3. Y es que el amor es un secreto que los ojos no saben guardar...

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    1. En efecto Toño,
      El amor sucede de pronto y uno no sabe disimularlo porque nace con naturalidad.

      Gracias por pasarte.
      Nos vamos viendo.

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