Relato: Una guerrera en el tiempo... ejercicio de escritura

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RELATO:

 Bajo la lluvia de aquella ciudad dónde, los edificios eran dragones y ella la princesa donde grandes reyes habían perecido, donde grandes hombres de grandes rasgos habían hecho grandes cosas y donde la mujer, esa que pese a su condición femenina, había conseguido zafarse de los dientes y garras de maldito ser oscuro que amenazaba con extinguir los corazones, ahora ella, estaba apunto de librar la gran batalla en el siglo XXI.




Durante la gran lista de cosas que tenía que hacer, había encontrado un lugar al que acudir para superar aquellos años tan duros, el hambre apretó tan fuerte en su vida, que había aprendido a mirar cada céntimo que pasaba por su cartera. Ahora que había salido de aquella situación peliaguda en la que se preguntaba qué sería de ella, se había dado cuenta que podía hacer lo que fuera, lo que soñara, pensara o imaginara estaba a su alcance y no se iba a detener hasta conseguirlo. Era por eso que sus días empezaban, como muchos, con un café y la consecutiva actividad de la labor de escribir, entre otras cosas.



    Escribidora y maga en una era en la que, el más mínimo fallo era cuestionado y hasta sentenciado. Pensó después de esa devastadora situación en la que la desolación en la que parecía que no iba a ninguna parte, hablar con su mejor amigo. Este navegaba la alta mar alistado en el ejercito y los fines de semana, cada tres meses, podían desprenderse el velo de la felicidad enmascarada y contarse las verdades con un whisky, un teléfono y un mar de por medio. Concluyeron que debía hacer aquello que le gustaba entre risas y bromas y eso era lo que iba, hacer pero los problemas de una sociedad rápida, a veces, la enfocaban en un estado de bajonado en la que parecía que no se apreciaba lo suficiente. Para algunos era el hazmerreír para otros, era la perfección reverberada en cuerpo de mujer y negra. Y eso era lo que le dolía, que a pesar de ser todo lo trabajadora que era, tenía que luchar con la imagen que divulgaba a aquellos que seguían su trabajo.



Pese a los acontecimientos, cuanto más fuertes o mal sabidos, según los ojos que miren, había conseguido con creces superar los exámenes del curso de magia al que se había alistado. Le había costado sudor, sangre y lágrimas. Ahora, no era suficiente, pues cuando lo contó eufórica los recientes acontecimientos a sus allegados, estos, no mostraron el mismo entusiasmo. ¿Era aquello digno de una magia fantasiosa maligna que no la dejaba avanzar? Le dolió, sintió punzadas en el corazón, pero creó la poción perfecta para que todos aquellos sentimientos que la hacían sentir, poco valiosa, poco importante, poco especial, invisible para aquellos que la conocían, la hicieran vivir más tranquila y en paz consigo misma. En esta poción había agregado: paciencia, constancia, lágrimas de dragones, y la fuerza de un joven.



Esa mañana, debía acudir al consejo, la habían elegido para actuar ante miles de visionarios que harían la evaluación de una parte de su trabajo, algunos quedaron asombrados, lo cierto era que la gran mayoría aplaudía su trabajo, pero aquello la hacía tener más curiosidad en lo que pudiera pensar si creaba otros mundos mediante la magia y luego los relataba, porque en eso consistía su trabajo. Para la escribidora, no terminó ahí la hazaña, algunos hablaban de blasfemia, algunos otros pensaban que era un error con su experiencia hubiera empleado magia tan básica para mostrar algo tan rebuscado. En el don de la palabra, ella hubiera entendido que lo difícil mostrado cómo algo fácil, era la mayor construcción de lo que ella había vivido para así hacerles entender, pero en vez de eso, calló y estalló en cólera, no obstante lejos del consejo, a solas y con el odio impregnado en su negro corazón.



Se hablaba de libertad, de los posibles puestos al trono del triunfo de la nueva era, habían capturado a algunos que habían simulado ser mujeres y sin embargo, eran hombres aquello era el colmo, muchas mujeres se reunieron para hacer piña y venerar a las Diosas que una vez en Italia, comenzaron la andadura para las nuevas escribidoras del mundo y para las tierras europeas en la que ella ahora vivía. Pensó en su familia, en su suerte, en su valía... estaba aquí y estaba segura que lo que hacía le gustaba. Maldijo no poder hablar con su amigo marinero. Se llevaban muy bien, pero la comunicación era imposible cuando más lo necesitaban. Así que empezó a vivir para ella y por ella sin fijarse en el alrededor mientras encontraba la cura a su negro corazón.



Arremetió contra todo aquel hasta que harta de no saber en qué dirección tomar el camino inició un viaje a la magia que había en ella y en la ciudad en la que vivía.

Atravesó las pruebas más duras, y se formó bien para que la poción, que en un primer momento creó, surtiera el verdadero efecto y en ello estaba. Aquella semana volvía de su formación para ver a su familia. Nadie preguntó donde había estado, pero no sintió la necesidad de contarlo, estaba demasiado eufórica para pararse a explicar. Sus nuevos fieles la animaban en lo que hacía, toda la magia sanadora que había creado para aquel grupito pequeño, había surtido en la alegría contenida e invisible para los grandes reyes y reinas, sin embargo, en ella no cabía de lo orgullosa que estaba. Pensaba en la inmensidad de Merlín o de los logros del Rey Arturo, hombres grandes con grandes cosas; pensó también en esas grandes Diosas que un día velaban por la ciudadanía. Fue una dura prueba comprobar que, al fin y al cabo, lo que realmente le hacía real, naturalmente única era... SER ELLA MISMA, CON LA PACIENCIA, LA VALENTÍA DE UN NIÑO Y CON LA FUERZA DE UN HOMBRE JOVEN... pero... ¿Qué sentido tenía ponerle género?



En efecto, como un hombre, pero siendo mujer. Las alegrías, vinieron en forma de caudales, con las felicitaciones por lo que les había aportado a su reflexión sobre la verdadera magia y lo que habían aprendido sobre la vida, felicidad y cotidianidad. Por que la verdadera magia fue la que sacó del corazón pese haberse ennegrecido y haberse perdido tantas veces. El tiempo no importaba, ahora era feliz.

***




REFLEXIÓN:

Con esto hacemos hincapié en el relatosong dónde creamos un relato con la dicha de esa canción. No he querido corregir el texto porque, quería quitarme el miedo a escribir y darme cuenta de que, lo imperfecto también es válido. 

Con esto, aunque en el texto no lo haya explicado, nos damos cuenta de que todos, en algún momento libramos alguna batalla. Me encanta que tenga algo de incoherencia al principio. Puede que no tenga mucho sentido, puede que necesite repaso, pero una cosa está clara, lo he hecho con toda la ilusión del mundo. 

Con ello, completo la idea de el ejercicio que comenzó allá por el verano en el que os recomendaba una forma diferente de crear relatos. 

GRACIAS POR PASAR POR MI BLOG 
GRACIAS POR ESTE RATITO, POR LEER, COMPARTIR Y COMENTAR... 

©El Rincón de Keren 

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