DOS PALABRAS: Después del aguacero | El Rincón de Keren

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¿Eres de los que se estresa con facilidad después de una noticia? se me ocurrió que la tan ansiada lluvia tiene para todos algún que otro recuerdo bueno, cuando en cambio, empieza a llover; todos nos resguardamos como si fuera algo malo. ¿A caso, después de la lluvia, llega la calma? Te invito a este microrrelato para deleite de las cosas buenas que nos encierran.

💣CON ESTE JUEGO QUE LLAMO 'DOS PALABRAS'💣
Se eligen dos a palabras al azar y según estas se crea una historia alrededor 

LAS PALABRAS QUE SALIERON FUERON:

💗AGUACERO Y ESCRITOR. 💗

pero para ponerlo más difícil, cree el ambiente del escritor y propuse el aguacero cómo palabra. 
   



Andra, llevaba tiempo queriendo irse de viaje, pero como las crecientes tareas siempre se le sucedían en días en los que cada vez que cree que lo tendrá libre más faena aparece de pronto. A veces, desearía que los días fueran más tranquilos pues ha olvidado, la calma y lo que es un día de descanso; a todo esto, se le presenta una sensación de desazón mezclado con algo muy extraño… no sabe cómo afrontarlo.

La mañana se dividía en dar clases bien temprano, luego de aquello, crear carteles para su “carrera de escritora” aún recuerda la ardua tarea de formarse: curso de escritura, carrera de filología, estudios de literatura, muchas noches practicando desde el ordenador y todo para que cuando un avance llegara a su vida sintiera que sólo había sido un pasito. Su tan ansiado libro, después de haberse finalizado tras dos años de correcciones y escritura, al fin había dado la luz y por consecuente había logrado firmar con una editorial que, para la buena verdad, pareciera una sanguijuela; pues ganaba poco y todo lo que vendía luego lo tenía que abonar. ¿Dónde quedaba la maestría en haber conseguido algo tan importante con la editorial? Por tanto, se sumió en una profunda decepción vestida de constantes salidas a la capital promover por su cuenta y hacer todo el trabajo sucio que se suponía que le vendría dado…

 

Los días se amontonaban con ganas palpitantes de gritar por la ratonera de algunos clientes que llamaban preguntando si podían adquirir su libro libre de pagos. Andra, sigue pensando que, si no se hubiera decidido a publicarlo, inmersa en un miedo casi peligroso por los sofocos, los mareos y la angustia que le daba parirlo, y luego de nervios hubiera dado con la tecla quizá no existiría, pero aún había quien quería aprovecharse de su trabajo, que, siendo poco conocida, por aquello de que no la conocía ni el tato, todos querían sacar tajada… ¡Qué diantres! Aquello se le antojaba una soberana tiranía y despropósito. Las palpitaciones se volvieron costumbre, los mareos y la fatiga algo parte de su día a día. Vivía en una vorágine que la había abocado al fatalismo. «¿Y si no soy tan buena…?»

 

Ral la había empujado al esfuerzo constante, siempre debía tener la sonrisa en modo ‘on’, algún proyecto a la vista y ganas para ‘darle caña’ a todo lo que se le pasaba por la cabeza. Ambas se sentían con la autoexigencia de llegar a vivir un poco mejor de lo que la vida les había dado tormentosamente y estaba muy bien que hubiera alguien que la impulsara y la acompañara en ese proceso, pero ahora, el agotamiento eran las ojeras que llevaba por bandera. «¡No puedo!», se dijo… en un momento dado, ella le planto un “Lo siento, busco gente que esté llena de positivismo y ganas por la vida…”. A lo que Andra se dijo, «Dónde no me quieren, no voy a estar más».

El coqueteo con las pastillas desbordaba sus pensamientos sumiéndole en una profunda y honda crisis que la llevó a querer quitarse la vida, por un mundo que vive bajo las exigencias del producir sin sentir todo aquello que se produce…

 

Afuera hay un aguacero, hay gotitas que han llenado el cristal en «una salpicada obra de arte…», piensa que no hay nada tan imperfecto y perfecto a la vez. El reflejo del espejo asoma un cuerpo cansado pero que se niega a darse por vencida, así que se sirve una infusión y se da a la lectura por largas horas, queda con Sael, para caminar bajo la lluvia, hablan, se animan, se dan a los abrazos y justo cuando el día nublado no puede ser más perfecto, ya en casa, se va la luz.

Después de intentar poner los datos y ver que la cobertura tampoco ayuda, desempolva una vieja radio a pilas y enciende unas velas aromáticas mientras afuera llueve a cántaros y para su asombro, ha vuelto a dedicar otras tantas horas de lectura y otras tantas a la escritura en su libreta. Una sensación de calma le embarga, que, sin quererlo, la sume en un profundo sueño… al despertar profiere que fue el día más reparador que había tenido en años.

 

Ha salido el sol, el cielo está azul intenso y el petricor se puede oler. Se le antoja escuchar ‘What a wonderfull world” y decide, por último, que debe tomarse la vida, con la calma de aquellos dos días. 


                                                                FIN.

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🔰Si te has quedado con ganas de ver más cositas mías, te invito a leer sobre este viaje 

en HISTORIAS CON "K" (mi blog personal):

🔗https://historiasconk.wordpress.com/?p=8027

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🔰Si te da curiosidad saber cuál fue el anterior DOS PALABRAS te lo dejo aquí abajo:

🔗https://elrincondekeren.blogspot.com/2022/01/dos-palabras-la-princesa-y-su-eleccion.html

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GRACIAS POR PASAR POR AQUÍ Y LEERME. TU VISITA ME AYUDA MUCHO. 

ESPERO QUE HAYAS DISFRUTADO MUCHO. 

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©El Rincón de Keren

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4 comentarios

  1. Bravo, Keren, imaginativa, creativa e incansable.
    No cambies nunca.

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  2. Precioso relato. Aplausos y abrazo grande. Seguimos

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    1. ¡Hola, AMAIA! Se hace lo que se puede... Me alegra que te guste. Gracias por pasarte por aquí y animarte a comentar.

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