¡Hola, mis seguidores; lectores habituales y nuevos lectores! Una larga travesía le había dejado exhausto tras haber absorbido el abrasador calor desde la embarcación. Todo indicaba que iba a ser un verano que sin pena ni gloria no ocurriría nada en aquel pueblo de mala muerte. Estaba ansioso por coger pronto el vuelo que le llevaría a tierras Irlandesas porque el clima sería más apaciguado. Allí, podría hacer una vida más tranquila. Sería, también, un pueblo, puede que más cerrado, pero ansiaba poder mirar por la ventana y ver la niebla de la que tanto le habían hablado, el carácter huraño de lo lugareños y sentir de una vez por todas ese frío que lleva anhelando desde principio de verano. Todo estaba dispuesto en la puerta de su casa. El día había llegado, y con el el viaje de unas horas largas para asentarse en las tierra más verdes que había visto nunca, pero que muy pronto recibió el frío, o más bien, la humedad del lugar. No había manera de acicalarse el cabello, así qu