¡BIENVENIDOS A EL RINCÓN DE KEREN! Durante mucho tiempo Amelia acudia a las quedadas donde era invitada, y al mismo tiempo juzgada. ¿Qué hizo ella? Fruncir el ceño, pero no decir ni una palabra. Durante, mucho mucho tiempo, su única amiga, la retaba a hacer cosas con las que no se sentía cómoda. E igualmente, ella, no cedía. Sin embargo, un día llego el amor a su puerta, y ella, sintió que todo tenía sentído. En cambio, este, estaba dispuesto a arruinar cualquier resquicio que quedara de su entero corazón acolchado, entonces, comenzó la batalla. Amelia era una chica flaca de vientre liso, piel terrazo, y pechos pequeños. Su cabello, estaba ataviado con trenzas de colores que cada cierto tiempo iba cambiando, gracias a la destreza de su madre, que era quien la trenzaba. En su elección con la ropa, su madre era quien la elegía. Y no valía llevarla la contraria. De ese modo , lo único que encontraría sería el enfado y el malestar. Por lo que pronto decidió y se dio cuenta que su opinió